A días del #NiUnaMenos. Denuncian a un residente del Hospital de General Pacheco por ABUSO SEXUAL

 

6/6/2019. Un nuevo hecho de abuso sexual se registró en un centro asistencial, y es que ayer miércoles 5 -a horas de la cuarta marcha del colectivo #NiUnaMenos- se conoció el caso de una joven de 24 años que denunció a un médico traumatólogo del Hospital Provincial Magdalena V. de Martínez de General Pacheco por haber abusado sexualmente de ella durante una consulta. La joven aseguró que el traumatólogo de apellido D´Alessandro -según se supo después ‘residente’ en el centro asistencial-, fingió revisarle las rodillas para terminar introduciendo uno de sus dedos en su vagina “durante media hora”. “Me quedé inmóvil, no pude reaccionar”, sentenció la denunciante. de acuerdo a lo informado el profesional fue separado inmediatamente del cargo.

 

‘Natalia’, tal el apelativo de la denunciante, confió ante las cámaras de El Trece este jueves 6 por la mañana: “Me animé a hablar para que ninguna otra mujer sea sometida por esta bestia”, dijo.

Según la versión de la víctima, su calvario comenzó cuando se tropezó con una bicicleta en su casa el 22 de Mayo y, tras sufrir heridas leves, se dirigió de inmediato al Hospital Provincial Magdalena V. de Martínez, situado en General Pacheco.

Ese día, se realizó estudios de rigor y le dieron turno para una segunda consulta. Natalia, explicó que en la siguiente visita, el traumatólogo que debía revisar el estado de sus costillas y rodillas, terminó introduciendo sus dedos en la vagina de la joven. La víctima culpa al médico Jonathan D’Alessandro ante la Justicia de abuso sexual. 

“Primero me atendió un médico que tenía acento brasileño en el consultorio N°3 del hospital. El doctor me mandó a hacerme unos estudios y después regresé a la sala. Ahí me atendió D’Alessandro, que había hecho el cambio de turno con el otro médico… me atendió normalmente y me dio otro turno para el 25 de mayo para controlar que todo estuviera bien”, contó la joven.

Al llegar el día de la revisión, la joven se dirigió al mismo consultorio, pero el médico decidió verla en un consultorio ajeno al de traumatología.

“Me llamó la atención que no hubiera gente en el lugar. Además, el hombre me hizo pasar por una puerta grande de chapa, que está detrás del consultorio. No sé por qué, pero lo seguí sin hacer preguntas”, dijo la víctima.

Y siguió: “Cuando estábamos en el consultorio, aproveché para preguntarle si sabía de algún especialista de rodillas. Hice patín desde los 14 años y, a veces, me duelen. Me dijo que él era experto en el tema y se ofreció a revisarme. Luego, me preguntó si quería levantarme el pantalón o si prefería bajármelo”.

“Tenía un jean chupín y me era imposible subirlo hasta las rodillas. Además, le comenté que hacía mucho frío en el lugar”, detalló Natalia. De inmediato, el profesional acercó una estufa eléctrica, se tiró al piso y la enchufó. Con una sonrisa, le dijo: “Mirá lo que hago por vos”.

La joven tomó el comentario como un chiste y se sacó el pantalón. Me revisó normalmente las rodillas y me dijo que me iba a mandar a hacer una resonancia. Le pregunté si sabía si daban turnos muy espaciados para ese tipo de estudios y me dijo: ‘pasame tu número, me dejás tus datos y te aviso cuándo tenes que venir’. Le pasé mi celular, me pareció un buen gesto”, aseguró.

Luego, el sujeto le pidió a Natalia que se acostara en la camilla. “Me dijo que me diera vuelta porque, supuestamente, el problema de las rodillas podía generar una dificultad en mi espalda. Me empezó a hacer masajes, me dijo que me relajara, me tocó la ingle y, sin mediar palabra, me introdujo un dedo en la vagina. No podía creer lo que estaba pasando, me quedé en estado de shock, no pude siquiera reaccionar”.

“Mantuvo su dedo en esa posición, moviéndolo de manera masturbatoria por, al menos, media hora. Con la otra mano, me revisaba. Moví mi cuerpo en varias ocasiones y le dejé en claro mi incomodidad. Estaba juntando la fuerza para decirle algo e irme. Sin embargo, no pude. Él notó gestos incómodos en mi rostro y me preguntó si me estaba doliendo. No pude decirle nada, no me salió ninguna palabra, me quedé inmóvil”.

La víctima aseguró que pudo escapar del lugar cuando el teléfono de médico sonó: “No impidió que me fuera, me saludó normalmente, con un beso en la mejilla. Luego, recibí un mensaje a mi celular que decía ‘Jonathan'”, concluyó la denunciante.

La denuncia fue realizada en la Comisaría de la Mujer de General Pacheco y está a cargo de la Fiscalía de Género de Tigre y según aclararon autoridades sanitarias del gobierno bonaerense, el residente fue separado del cargo de inmediato mientras es sometido a investigación judicial.