El Obispo de San Isidro destaca el “gusto espiritual” del futuro beato Angelelli

 

12/4/2019. En una reflexión camino a la beatificación de los mártires riojanos, monseñor Oscar Vicente Ojea, presidente de la Conferencia Episcopal Argentina y pastor de la Diócesis sanisidrense, destacó el “gusto espiritual de ser pueblo, de amar a su pueblo” de monseñor Enrique Angelelli, y aseguró que su martirio comienza cuando es “amenazado reiteradamente” y le anuncian que iban a matar a sus colaboradores más cercanos.

Monseñor Oscar Vicente Ojea, obispo de San Isidro y presidente de la Conferencia Episcopal Argentina (CEA), compartió su testimonio camino a la beatificación de los mártires riojanos: monseñor Enrique Angelelli, el padre Carlos de Dios Murias OFMConv, el presbítero Gabriel Longueville y el laico Wenceslao Pedernera.

En un video, el prelado recuerda que la ceremonia de beatificación de los mártires riojanos será el 27 de abril en la provincia de La Rioja e invita a pedir juntos a Dios y a la Madre Santísima Virgen María que ese acontecimiento “pueda iluminarnos a todos y ser el comienzo de una autentica conversión”.

“Nos encontramos en este momento con el acontecimiento, para la Iglesia extraordinario, para la Argentina más, de contar con estos nuevos beatos”, subrayó.

El obispo sanisidrense hizo hincapié en la figura de monseñor Angelelli, al asegurar que su vida “está reflejada en lo que dice el papa Francisco en la Alegría del Evangelio. Vivió el gusto espiritual de ser pueblo, el gusto espiritual de amar a su pueblo”, destacó.

“El martirio de monseñor Angelelli comienza cuando es amenazado reiteradamente, cuando recibe las amenazas de que iban a matar a sus sacerdotes más íntimos, más amigos y que trabajaban con él en la pastoral: el padre Gabriel, el padre Mario y luego también su amigo Wenceslao”, aseguró.

“A él se le iban anunciando, prácticamente, estas muertes. Yo creo que en estas amenazas comienza, verdaderamente, su martirio en un tiempo muy oscuro de la vida de nuestro país”, sostuvo.

Del mismo modo, monseñor Ojea manifestó: “Encomendémosle a este nuevo beato, a nuestra Patria argentina. Este momento tan difícil de la vida de nuestra Patria, de nuestras comunidades, de la Iglesia, del país.

“Pongamos delante de Él y de su intersección todas estas contradicciones y dificultades que tenemos los argentinos para salir adelante en la justicia y en la caridad”, concluyó.