En el Mes de la Mujer, la Dra. Hilda Molina, será distinguida. Terapéutica a la grieta, CRECER EN BUENOS VALORES

2/3/2019. La intuitiva y talentosa neurocientífica cubana, Hilda Molina que descubrió que Argentina como otros países de la región, padece UNA ENFERMEDAD SOCIAL a la que ALGUNOS GRAFICAN COMO UNA ‘GRIETA’ pero que en realidad tiene su génesis en una PROGRESIVA CRISIS DE VALORES que ciertamente perdió de vista y eje a la FORMACIÓN DEL SER HUMANO  y que ha hecho y está haciendo un fuerte llamamiento desde su asociación civil ‘CRECER EN LIBERTAD’ por recuperarlos,  será distinguida en el Mes de la Mujer por la ong PROPUESTA MUJER. En efecto, la Dra. Molina el venidero 21 de Marzo, a las 18.30 hs. en Laprida 3838, Villa Martelli, será una de las nueve personalidades femeninas e instituciones que serán destacadas por su compromiso con la comunidad. De su nominación, fue notificada hace escasos días por la presidenta de Propuesta Mujer, María Rosa García Minuzzi en un encuentro del que participaron Vilma de Brasi de Vecinos en Acción, la activista social en tema valores Marcela Minisini y la mismísima neurocirujana cubana. Del fructífero encuentro, se acordó –entre otros tópicos- seguir sumando esfuerzos y voces en la RED ARGENTINA POR LOS VALORES. “El mejor título que se puede tener en la vida es SER UNA PERSONA DECENTE, UN BUEN SER HUMANO –asegura Hilda- . Muchos políticos me han dicho que los valores son intangibles, pero un proyecto de vida sea cual sea, tiene que apuntar a servir a los demás, conjugar más el verbo DAR que el recibir, hay muchísimas personalidades de distintos credos que abrazaron estos preceptos como la Madre Teresa, Ghandi, Nelson Mandela, Martin Luther King Y APOSTARON POR LA REVOLUCIÓN DE LOS VALORES. MI GRAN SUEÑO ES QUE MUCHAS PERSONAS SE SUMEN Y SEAN PROTAGONISTAS DE ESTA REVOLUCIÓN – LA ÚNICA POSIBLE- QUE NO CUESTA TRABAJO Y NO REQUIERE DE LÍDERES, SINO QUE SÓLO NECESITA DE UN PROFUNDO CAMBIO INTERNO QUE TRASCIENDE AL ENTORNO”, reveló.  Aquí el pensamiento lúcido de la mujer que le puso rótulo a una enfermedad social que algunos llaman ‘grieta’ pero tiene síntomas y terapéutica

 

Hilda Molina es una mujer valiente, decidida, con una profunda vocación de servicio que trabaja por hacer de su pequeño microcosmos, UN MEJOR LUGAR PARA VIVIR. Ella a sus  de 75 años, sostiene que “LA EDUCACIÓN EN VALORES DEBERÍA SER UNA POLÍTICA DE ESTADO”. 

Una sucinta reseña para aquellos que no hayan leído la nota aparecida en este site en Agosto de 2018 (ver Hilda Molina asegura que; “Argentina no está libre de la ENFERMEDAD SOCIAL”  http://contintanorte.com.ar/2018/08/22/la-neurocientifica-cubana-hilda-molina-asegura-que-argentina-no-esta-libre-de-la-enfermedad-social/ ) o que no la hayan linkeado en otros medios nacionales o televisivos como en ‘El Noticiero’ de Eduardo Feinmann o en ‘Debo Decir’ de Luis Novaresio,  de hace escasas semanas atrás es una residente cubana, exiliada del régimen castrista, que ha sabido dar en la tecla con el diagnóstico de la enfermedad social que atraviesan no pocos países de la región, LA RUPTURA DE LOS LAZOS Y LA PROGRESIVA PÉRDIDA DE VALORES que por cierto también se ha hecho carne en LA FAMILIA, célula primordial de una sociedad. El ODIO, EL RESENTIMIENTO, LA ENVIDIA, LA CORRUPCIÓN, EL CRECIMIENTO DEL DELITO, EL NARCOTRÁFICO son sólo síntomas de un mismo mal.

 

“Desde chicos nos enseñaron que la familia es la célula básica de la sociedad y eso es indiscutible. Pero además, EN ELLA SE FORMA LA PERSONALIDAD, SI TE EDUCAN EN EL AMOR Y EN EL RESPETO AL OTRO, DIFÍCILMENTE ESA PERSONA RESULTE VIOLENTA O FEMICIDA. La violencia de género puede prevenirse educando. Si se enseña al niño a respetar a la niña es poco probable que sea a futuro un golpeador”, razona Molina y cuenta que ese proceso por volver a las fuentes y recuperar los valores se inicia en la familia pero tiene también como pilares la doctrina del amor, la libertad y la vocación de servicio. “Está demostrado que el amor salva y tiene muchas acepciones –cuando amás perdonas-, que la libertad es inherente a la condición humana, nadie te la puede dar ni quitar, pero es diferente al libertinaje. Y el cuarto pilar es el servicio. Tú puedes ser en tu vida lo que quieras pero EN EL FONDO DE TU PROYECTO DEBE ESTAR LA EMPATÍA Y EL SERVIR A LOS DEMÁS”.

Para esta profesional, que cosecha no pocos reconocimientos en el mundo y que en pocos días más le sumará el de MUJER EXITOSA DEL SIGLO XXI, al igual que el de la asociación civil PROPUESTA MUJER PLANEADO PARA EL 21 DE ESTE MES, algunas de las funciones indelegables que el Estado debe brindar a los habitantes son educación, salud pero primeramente “QUE LA GENTE COMA Y VIVA CON DECORO”. “Luego es fundamental sostener UN SISTEMA DE EDUCACIÓN PÚBLICA NO POLITIZADO, dar salud e invertir en ciencia. UN PAÍS QUE NO INVIERTE EN CIENCIA NO TIENE FUTURO. En el contexto de esas cuatro cosas: decoro en la vida, educación, salud y ciencia ir formando al ciudadano en valores y rescatar los buenos ejemplos de una sociedad”, destaca.

Como se dijo, Molina es neurocirujana, graduada con honores y fue asimismo creadora y directora del Centro Internacional de Restauración Neurológica (CIREN),  de CUBA, cargo al que renunció en 1994, cuando el gobierno castrista decide dedicar este Centro sólo a la atención de extranjeros. Por su disidencia y defensa de los Derechos Humanos, es sometida a cautiverio desde el 94 al 2009, año en el que logra exiliarse y fijar residencia en Argentina. Segura de que el aislamiento alejaba de la realidad a los cubanos, Molina comenzó a preguntarse cómo un pueblo de gente trabajadora, pensante, generosa, de a poco iba trocando sus ideales y se convertían en ZOMBIES DEL SISTEMA.

LA RESPUESTA ERA SENCILLA, LA CRISIS DE VALORES HABÍA ENFERMADO AL TEJIDO SOCIAL. “De a poco, la familia había dejado de serlo, el amor se había sustituido por lo que hoy llaman ‘la grieta’ peleándose unos con otros y la libertad nos la dejamos quitar –evoca Hilda-; así empezamos a vivir lo que ellos imponían y no lo que queríamos”. Molina que se afincó en Argentina con sus afectos y sueña con poder retornar a su país para “hacer algo por los enfermos cubanos”, conoce como nadie el pensamiento castrista y sabe de la pérdida de libertades y derechos, trazó un paralelismo  con lo ocurrido en la isla con otros países de la región y su Argentina adoptiva. Sabe que los populismos aún están vigentes y apuestan a acrecentar eso que algunos llaman grieta, pero que tiene nombre, síntomas y terapéutica para contrarrestarlo. Sólo es cuestión de estar asertivo y encarar como ella dice la única revolución que se puede dar: la de los valores.” Hay una sola revolución de verdad de la que podemos ser protagonistas que es la revolución de los valores y virtudes, que comienza con la revolución interior de uno para uno ser mejor persona. Tú no puedes mejorar un país si tú no has hecho esa revolución contigo. Plantearse… ¿Qué cosa tengo yo que cambiar para mi propia revolución? Y entonces empezar a tratar de que lo que lo rodea a uno, empezando por los propios hijos de uno, sean personas decentes, así de sencillo: personas decentes, que no roben, que no maten, que se perdonen. Si tú vas poniendo los canales de televisión y solamente hay pelea, insultos y además una cosa muy fea: que no sea real el mérito. Argentina está lleno de mujeres bellas y de hombres lindos por fuera, pero que cuando los ves por dentro son bellos. Y lo que tú estás diciendo a los jóvenes: para tú triunfar, tienes que tener un escándalo. De allí que resulte fundamental no sólo la prédica de buenos valores sino destacar a aquellos que todos los días suman su granito de arena por hacer una sociedad mejor”, remató.