Reconstruir los vínculos y la Patria. En Navidad, Mons. Ojea llamó a no perder la esperanza pese a las dificultades

 

25/12/2018. El pastor diocesano convocó a contemplar los signos de esperanza y el mensaje de fraternidad y paz que trae la Navidad, a pesar de las dificultades económicas, e instó a no pasar con indiferencia delante de los muchos “pesebres” que hay en la sociedad. Luego de expresar que se va acabando un año “duro”, donde “reina la sospecha, la desconfianza; muchas veces decimos: ‘Si pudiéramos irnos del país, nos iríamos’”, el prelado observa que la Navidad llega nuevamente y “Dios se hace pobre, se hace niño, se hace débil, deja de ser fuerte; viene a acompañar nuestra vida, viene a convocarnos, mirar al pesebre es mirar a aquel niño que viene a sostener nuestros vínculos; a volver a decirnos: ‘Quiero caminar con vos, no te dejo solo, quiero reconstruir todos tus vínculos sociales, desde tu familia, tus amigos, desde los más cercanos, hasta la Patria en la que vivís’, la Patria que es el desafío para poder transformar la realidad, con vocación de servicio” .También alentó a recuperar el sentido profundo de las fiestas cristianas y pidió no olvidarse de los pobres. Acá el mensaje navideño de monseñor Oscar Ojea:

 

Queridas hermanas, hermanos, vamos terminando un año muy duro; es innegable que nuestra convivencia social está muy lastimada. Entre nosotros reina la sospecha, la desconfianza; muchas veces decimos: “Si pudiéramos irnos del país, nos iríamos”. Nuestras conductas son cada vez más individualistas y en lo social, también, violentas.

Sin embargo, llega nuevamente la Navidad; Dios se hace pobre, se hace niño, se hace débil, deja de ser fuerte; viene a acompañar nuestra vida, viene a convocarnos, mirar al pesebre es mirar a aquel niño que viene a sostener nuestros vínculos; a volver a decirnos: “Quiero caminar con vos, no te dejo solo, quiero reconstruir todos tus vínculos sociales, desde tu familia, tus amigos, desde los más cercanos, hasta la Patria en la que vivís”, la Patria que es el desafío para poder transformar la realidad, con vocación de servicio.

“El niño vuelve a apostar por nosotros, nos quiere, no le hace asco a nada de nuestra vida, de nuestras contradicciones, de nuestros enormes conflictos, de nuestras grietas, que en un sentido han ido creciendo en este tiempo.

“Feliz Navidad! Qué puedas cuidar ese pesebre y pienses como la Virgen, como dice Papa Francisco: “Pudo transformar esa cueva de animales en un verdadero hogar, con una montaña de ternura y unos pocos pañales.

“Que esta invitación a ir al fondo de nuestro corazón en la Navidad, este niño que toca nuestra propia pobreza, nuestra fragilidad, nos convierta y nos anime a sanar todos nuestros vínculos.

“Que Dios los bendiga; bienvenido el Niño que quiere apostar nuevamente por nosotros, y que tiene esperanza en nosotros, renovándola en este día.”

Feliz Navidad!

 

Monseñor Oscar Ojea

Obispo de la Diócesis de San Isidro

Presidente de la Conferencia Episcopal Argentina