ARTE EN LA CALLE DEL CASCO HISTÓRICO. ‘Espinillo en Flor’ en el pórtico de acceso a la Central de Procesos

 

2/12/2018. CREATIVIDAD EN LA VEREDA. Un espinillo floreció la semana pasada en la Central de Procesos, cuando un grupo de mujeres, guiadas por la artista plástica Nushi Muntaabski, se arremangó con ganas para revestir con mosaicos la vereda de la Av. Del Libertador 16.208, en el casco histórico de San Isidro, como parte de un taller abierto y gratuito organizado por la subsecretaría General de Cultura de San Isidro.“Esta franja de vereda sintetiza lo que es la gestión cultural para nosotros. Arte en el espacio público, en túneles engalanados por murales y en sitios estratégicos con esculturas que profundizan la identidad de nuestras localidades. Y arte en las veredas con mujeres que se suman a este llamado abierto para aprender y hacer junto a una gran artista”, explicó ayer junto a la obra Eleonora Jaureguiberry, subsecretaria general de Cultura de San Isidro.

Así, desde las 15.30 y hasta las 20.30, la vereda fue mutando progresivamente del grises de las baldosas a los colores del árbol fundacional de San Isidro como motivo central.

Con los portones de la casa abiertos de par en par y la vereda encintada, el grupo puso manos a la obra. Hubo martillazos a granel para romper mosaicos, material cementicio, baldes que iban y venían, espátulas y escobillas en acción, y mujeres con guantes que trabajaron con entusiasmo para embellecer la vereda con la técnica del trencadís, inmortalizada por el catalán Antoni Gaudí y transitada desde hace muchos años por  Nushi.

“Creo que para todas es una experiencia para toda la vida. Hoy ellas no sólo aprendieron un oficio o sumaron herramientas y recursos estéticos a sus conocimientos, sino que además dejarán plasmado su trabajo para siempre en esta vereda. Para mí también es un gran aprendizaje, porque en estas tareas conjuntas siempre ves a alguien haciendo algo que pensabas que estaba mal y, sin embargo, funciona. Una felicidad enorme”, dijo Nushi, tan entusiasmada con este taller sustentable, que utilizó material de rotura, como el resto de las participantes, con quienes trabajó codo a codo.

El taller formó parte de la muestra Lo útil y lo bello, que cerró en octubre en esta misma casa, y comenzó a gestarse con Nushi tomando fotos de espinillos, haciendo un diseño y seleccionando parte del material. Y siguió ayer, con las participantes aprendiendo en el hacer, un concepto clave en las actividades diseñadas y llevadas adelante por Central de Procesos.

“No me lo iba a perder ni loca”, expresó Claudia Pedraza, que hace mosaiquismo y vive en José León Suárez, mientras su hija Clara, de 16 años, le cebaba mate sentada en la vereda. Mates que circularon a la par de trozos de mosaicos amarillos, blancos, marrones y verdes, mientras una música inspiradora llegaba desde el interior de la casona.

“Me encanta cuando el arte llega al espacio público. Por eso estoy acá”, aseguró sin dejar de pasar la espátula Ángeles Lonné, arquitecta y mosaiquista llegada desde Pilar, que se prendió, como todas, en un merecido aplauso cuando se colocó el último pedacito de mosaico.

Y entre las más de diez mujeres, un único varón, Juan, de 13 años y vecino de Tomkinson, en Beccar, que llegó acompañado por su mamá. Algo tímido, bastaron pocas palabras. “Yo sé revocar, porque lo ayudo a mi papá que es albañil. Sí, aprendí varias cosas. Estoy muy contento”.

Frente al semáforo en rojo, automovilistas sorprendidos hacían un paneo de la vereda, preparada para el alto tránsito. “Más arte en la calle, los felicito. Una idea genial”, dijo Cecilia Paleari, una vecina del Bajo de San Isidro que no pudo contener la curiosidad de pararse frente a la obra en proceso, de la mano de su hija que también miraba con ganas de arrimarse un poco más.

+ El taller contó con la colaboración de las firmas Cerámica Alberdi y Weber.

+ Informes, 4512-3210 / centraldeprocesos@sanisidro.gov.ar