Pintor de las Dos Orillas en el recuerdo. La Fundación Sudestada inauguró una muestra y una sala dedicadas a Carlos Páez Vilaró
12/11/2018. IN MEMORIAM DEL GRAN CARLOS. El Intendente de Tigre, Julio Zamora, acompañó la apertura de la exposición “Tributo de sus hijos de Tigre” en la institución de Rincón de Milberg. La misma refleja el costado íntimo del artista uruguayo que residió por 30 años en Tigre, a través pinturas, proyectos y documentos históricos. Los vecinos pueden visitarla hasta el 17 de Noviembre. “Es un orgullo estar presente en este día tan especial para la memoria de un artista maravilloso como fue Carlos Páez Vilaró y también para su familia (la muestra fue promovida por los hijos del pintor y su viuda, presentes en el evento) . El arte es un factor fundamental en la vida de todos los tigrenses y por eso seguiremos acompañando eventos como estos“, señaló el jefe comunal.
La Fundación Sudestada 9.37 llevó adelante la inauguración de la muestra y la sala dedicadas a la obra del artista Carlos Páez Vilaró. El Intendente Julio Zamora acompañó la presentación de la exposición “Tributo de sus hijos de Tigre”, que refleja el costado íntimo del artista a través pinturas, proyectos y documentos históricos. Los vecinos pueden visitarla hasta el 17 de Noviembre.
Durante la presentación de la obra, Zamora y Annette Deussen, viuda del artista, descubrieron una placa conmemorativa en una de las salas de la Fundación Sudestada 9,37. El evento también contó con la presencia de los tres hijos de Vilaró: Florencio, Sebastián y Alejandro.
La presidenta del Concejo Deliberante, Alejandra Nardi, expresó: “Los hijos de Carlos tuvieron esta excelente iniciativa para que todos los vecinos de Tigre puedan conocerlo en profundidad”.
Al respecto, el director de la fundación, Gustavo Mario Porta: “Estamos cumpliendo el sueño de inaugurar esta muestra. Tuve una relación muy estrecha con él y me vi en la necesidad de volcar lo que era Vilaró para que lo conozca toda la gente”.
Nacido en Montevideo, Uruguay, el 1º de Noviembre de 1923, Vilaró vivió 30 años en Tigre. Viajó por una gran cantidad de países, pintó centenares de obras, realizó múltiples exposiciones y dejó su sello en monumentales murales. Se volcó a la pintura, escultura, cerámica, cine y literatura, dejando huellas imborrables.
