El domingo explotó La Horqueta: ‘Fiesta Y’ reflejó lo mejor del barrio con arte, música, gastronomía y más. CON ESTILO PROPIO

 

10/9/2018. TODAS LAS FIESTAS EN UNA Y ESAS PASIONES BIEN LOCALISTAS. El domingo los vecinos de La Horqueta celebraron en comunidad la alegría de pertenecer a un barrio con estilo propio y rasgos  que hacen al deporte, el respeto por el verde y la calidad de vida bien definidos Unos 5.000 vecinos se sumaron a esta movida por demás original y divertida que preparó la gente de Cultura SÍ con demás dependencias municipales en sinergia con la Junta Vecinal de la Horqueta conjugando deporte, música en vivo, gastronomía y una feria de emprendedores que ganó las calles. “Gente joven, familias y el deseo de todos de encontrarse. Este evento ya es un bien social de un barrio que fue el fruto de vecinos que hace muchos años decidió afincarse aquí y también del municipio, que siempre conservó un Código de Ordenamiento Urbano que delimita claramente su área comercial, a fin preservar la zona residencial que lo caracteriza”, contó el Intendente de San Isidro, Gustavo Posse, en su recorrida por tremendo evento totalmente gratuito que puso energias y ganas en movimiento. “Es un éxito total, los resto están haciendo malabares para no quedarse sin mercadería”, confió Oscar López Serrot, presidente de la Junta vecinal local, que también habló de una fiesta que recrea la vida y la fuerte identidad del barrio.

 

 

Este domingo hubo celebración, de la buena y gratis en La Horqueta, esa barriada tan característica de San Isidro que apela al límite que marca la bifurcación de la Autopista Acceso Norte.  Fiesta Y mostró lo mejor de este barrio con arte, gastronomía, música, baile y . Además, hockey y rugby con el ex Puma Manuel Contepomi y Belén Succi, que custodia el arco de Las Leonas, y un cierre musical bien arriba con Bandalos Chinos. Organizó la Subsecretaría General de Cultura de San Isidro, con la colaboración de la Junta de Acción Vecinal de La Horqueta.

Una fiesta sin precedentes en este barrio con forma de Y, que de 12 a 17 convirtió a Blanco Encalada, en el centro comercial, en una peatonal de 300 metros y alto tránsito, en los que hubo con qué pasarla más que bien.

 

 

“QUÉ FANTÁSTICA, FANTÁSTICA ESTA FIESTA…. Sí la Fiesta Y!”, repetía chocha con la convocatoria la gestora cultural Eleonora Jaureguiberry, subsecretaria general de Cultura de San Isidro. Es que tal como describe ese torbellino apodeado ‘Eleo’ con notable precisión se trató de un encuentro en el cual los vecinos de La Horqueta fueron a la vez público y protagonistas: “los artistas abrieron sus talleres, los restaurantes ofrecieron el Menú Y, las bandas de los colegios (y los ‘Bandalos Chinos’) se subieron al escenario, el club de Equitación ofreció vueltas en pony, hubo circo, magos, maquillaje y Street art; Manu Contepomi y Belén Succi, que no necesitan presentación, ofrecieron consejo y estrategia, y hasta hubo trampolinismo y taller de robótica! El detalle: todos ellos eran del barrio”, graficó.

“La fiesta superó por lejos todas las expectativas con una multitud que se encontró genuinamente en la calle, en las casas de las artistas, en la cancha y en el escenario. Fue un barrio que se celebró a sí mismo, con sus dones y talentos, y confirmó hoy su fuerte identidad comunitaria”, expresó .

En las veredas, lo que se dijo, una feria de emprendedores locales donde se compró desde indumentaria y tablas de skate hasta reposeras y mates de autor y se degustó la gastronómica del barrio, desde platos más elaborados en salones hasta empanadas, choris y parrilla en la calle, donde la cerveza salió tirada. Todo rico y a buen precio. ¿El arte?, también. A la vista de todos trabajaron Julia Méndez Casariego (26), que sacó sus acrílicos a la puerta del restó Ruka Garden para pintar sutiles desnudos y Pampa Louzao, que hizo dos aguará guazú o lobo de los Esteros en el paredón amarillo de la parrilla La Esquina, un clásico del barrio.

Y también arte casas adentro. “Estuvo genial. Mucha gente interesada, que disfrutó y preguntó”, dijo María Laura Pini, que abrió su taller, como otras colegas, e intervino con sus alumnas el obelisco que está frente a su vivienda.

En tanto, en el campo de deportes del Colegio Goethe hubo handball, cada saltó de los alumnos de esta escuela en el trampolín fue coronado por aplausos, el circo Vagalume desparramó acrobacias y sonrisas, y las camas elásticas no pararon. Además, dos vecinos inspiradores, Succi y Contepomi, corrieron a la par de los chicos que se divirtieron con la ovalada, los palos y la bocha. “Recién una mamá cuyo hijo participó de la clínica me dijo donde podía anotarlo para que empiece a jugar ya. Eso sólo justifica esta fiesta”, dijo el ex Puma, que dejó todo en la cancha, como siempre.

 

Los chicos, y no tanto, asaltaron virtualmente la autobomba de los bomberos, y no pocos le dieron pedacitos de manzana a Jazmín, la mansa yegua que con su sola presencia invitó a paseos gratuitos en pony por el club hípico local. No muy lejos, el taller de robótica de la Escuela Técnica N° 2 y, más allá, el escenario, al que subieron grupos de escuelas locales y Bandalos Chinos, claro, la ascendente sexteto de pop rock nacida en Beccar, que llegó al Lollapalooza, prepara show en el porteño Niceto y gira por México.

“¡Si habremos bicicleteado por estas calles! Es un flash tocar acá, al aire libre, frente a los amigos, la familia”, comentó entusiasmado Matías Verduga, el baterista del grupo, que presentó su flamante disco BACH, grabado en Texas, Estados Unidos, con temas como Vámonos de viajeEl club de la Montaña y Tu orbita, que movilizaron a todos.

“Fascinada, es la primera vez que mi barrio vive algo así”, aseguró Gabriela Ciminieri mientras caminaba con su pareja por Blanco Encalada con ganas de hacer un alto en uno de los cafés, debajo de los coloridos banderines que iban de cordón a cordón, para ver pasar la fiesta de la que ellos, ni nadie, querían despedirse.