San Isidro. El CEFA y su Taller de Psicomotricidad Infantil: Aprender de nuevo, y MEJOR

 

3/7/2018. DESDE LO LÚDICO MENTE Y CUERPO SE REDESCUBREN EN MOVIMIENTO. Esta disciplina fomenta la imaginación y brinda un contexto apropiado para conectarse con todas las potencialidades, apela al movimiento corporal para trabajar  lo sensorial, emocional e intelectual en relación con el medio ambiente. Permite liberar conflictos y descubrir potencialidades. Se dicta en las tres sedes del Centro Educativo Facilitador de Aprendizaje (CEFA) en Beccar, Boulogne y Martínez. A través de la actividad lúdica, los chicos desarrollan y perfeccionan sus habilidades motrices, potencian su socialización, creatividad, concentración y relajación. “Con este apoyo buscamos garantizar que nuestros niños tengan las bases necesarias para poder lograr aprendizajes significativos y ser personas exitosas en la vida. Aquí vienen alumnos de las escuelas de gestión estatal como también privada”,  sostuvo el director de CEFA de Boulogne, Andrés Hirsch. 

Los chicos colorean distintos dibujos, recortan una serie de figuras intentando no salirse de la línea, juegan con plastilina y también escriben sus nombres. Mientras se divierten con estas actividades didácticas, en paralelo, desarrollan y perfeccionan sus habilidades motrices básicas y específicas, mejoran su creatividad y su expresión.

Todo esto ocurre en el Taller de Psicomotricidad, que se brinda en las tres sedes del Centro Educativo Facilitador de Aprendizaje (CEFA) ubicadas en Beccar (Tomkinson 2130), Boulogne (Comodoro Rivadavia y Junín) y Martínez (Panamá 950).

“La psicomotricidad es una técnica que ayuda a niños y bebés a dominar de una forma sana su movimiento corporal, mejorando su relación y comunicación con los demás. Tiene como principal ventaja que favorece la salud física y psíquica del niño”, explicó Teresa Sapico, una de las especialistas que dicta el taller.

 

Además indicó que esta disciplina es especialmente recomendada para los niños que presentan hiperactividad, déficit de atención y/o concentración, y dificultades de integración en la escuela. “Por eso, con el juego se adquiere un valor educativo por las posibilidades de exploración del propio entorno y por las relaciones lógicas que favorecen las interacciones con los objetos, con el medio, con otras personas y consigo mismo”, agregó Sapico.

Durante los encuentros, los chicos divididos en pequeños o grandes grupos, o también en forma individual (dependiendo de cada caso), realizan distintas actividades con juegos divertidos, creativos y motivadores, que aportan múltiples beneficios: dominio del equilibrio; control de las coordinaciones motoras; orientación del espacio corporal; desarrollo del ritmo; mejora de la memoria; dominio de los planos horizontal y vertical; y discriminación de colores, formas y tamaños.

 

El CEFA fue creado por el Municipio de San Isidro con el objetivo de ayudar en forma gratuita a chicos, de 6 a 12 años, a mejorar su rendimiento escolar otorgándoles una asistencia psicopedagógica y artística ante hechos o situaciones que dificulten el aprendizaje y la adaptación en la escuela.