Impactante Marcha. Una multitud clamó por #ValeTodaVida y rechazó el proyecto de despenalización del aborto

26/3/2018. Este domingo 25 se celebró en todas las iglesias y parroquias de la Diócesis sanisidrense y del país, la Misa de Domingo de Ramos, con la que se inició la semana más importante para la vida de la Iglesia, la Semana Santa. Lo cierto es que la característica conmemoración coincidió este año con Día de los Derechos del Niño por Nacer. Propuesto por la Comisión Episcopal de Laicos y Familia y la Comisión Episcopal de Comunicación –tal como se informó desde este site- miles de fieles se sumaron al gesto en favor del cuidado y respeto de la vida y portaron, junto con los tradicionales olivos, la consigna #ValeTodaVida. Según se estimó participaron alrededor de dos millones de personas en todo el país. En Buenos Aires, unas ciento cincuenta mil marcharon desde Plaza Italia hasta la Facultad de Derecho de la Universidad de Buenos Aires.

Todo el país se unió tras este signo. Más de 70 obispos de toda la geografía argentina se han unido compartiendo su foto con el mensaje y usando ese hashtag en las redes sociales. Parroquias, colegios, sacerdotes, religiosas, centros para discapacitados, familias, jóvenes, han ido subiendo a las redes imágenes y mensajes con ese hashtag, revestido de un inmenso valor en torno al debate que podría llevar a la despenalización del aborto en la Argentina.

Millones de argentinos marcharon en todo el país para manifestarse a favor de la vida, en el marco del Día del Niño por Nacer que se celebró este domingo 25 de Marzo, y en coincidencia con el Domingo de Ramos.

Rechazar el proyecto de ley sobre la despenalización del aborto y clamar por soluciones integrales al cuidado de la mujer embarazada y del niño por nacer fueron los principales objetivos de las marchas, que se llevaron a cabo en más de ciento cincuenta localidades.

En Buenos Aires, alrededor de 150.000 personas –según estimó la organización- caminaron desde Plaza Italia por la avenida Sarmiento y Libertador hasta la Facultad de Derecho de la Universidad de Buenos Aires (UBA), donde había un escenario dispuesto al frente.

Conducido por los locutores Rolando Vera, María Ester Sánchez y Víctor Balseiro, se realizó un acto en el que la doctora Soledad Otazua explicó detalles del proceso de desarrollo de un bebé, utilizando como ejemplo un modelo a escala gigante de un bebé de 12 semanas de gestación que acompañó la marcha.

Luego, médicos vestidos con sus guardapolvos blancos leyeron un manifiesto por la vida y recordaron su juramento hipocrático. Aplaudidos por el público, los doctores aseveraron que “hay vida humana desde el momento de la fecundación”, y que “ese embrión recién formado constituye un ser humano independiente”. De ese modo, “cualquier maniobra que dañe o destruya dicho embrión estará quitando la vida de un ser humano independientemente de la semana en la cual se realice”, criticaron.

“Dañar de cualquier forma un ser humano vivo con la intención de terminar su vida bajo ningún aspecto constituye un acto médico”, advirtieron y aclamaron: “Ni el estado ni nadie puede obligar a ningún agente o profesional de la salud a realizar prácticas que estén en contra de su objeción de conciencia”.

A continuación, venida desde Norteamérica, Patricia Sandoval dio su testimonio sobre su trabajo en la clínica abortista estadounidense ‘Planned Parenthood’ y lo que vivió tras realizarse un aborto. “El aborto es un acto de violación”, declaró y explicó que “cuando una chica es violada y queda embarazada, un aborto no sana sino que repite esa violación”, tras relatar un caso especial de aborto en el que asistió como parte de su trabajo.

También, reclamó que “hoy en día los niños no son los únicos que no tienen voz”. Con el aborto, “los hombres también no la tienen”, señaló.

El cantante católico Maxi Larghi acompañó el encuentro con algunas canciones, seguidas de testimonios de personas que narraron diversas experiencias, tales como madres solteras que desistieron de abortar, de mujeres que sufrieron violaciones y de personas que decidieron adoptar.

“Querer el aborto es lavarnos las manos como sociedad y no ayudar a las madres y a los bebés por nacer”, exclamaron desde el escenario y se pidió que “acompañemos a las mujeres, especialmente aquellas que atraviesan un embarazo no deseado”.

“Dale la oportunidad a ese ser que tenés adentro tuyo de que nazca”, pidió a estas mujeres una madre que adoptó el hijo de una adolescente de 14 años que quedó embarazada tras una situación de violencia.

Finalmente, la doctora Cecilia Otero habló del síndrome del posaborto y la marcha concluyó con las palabras de Alejandro Geyer, coordinador nacional de la marcha.

Durante la manifestación se recordó que la iniciativa no respondió a ningún partido ni credo, motivo por el que no hubo representantes políticos ni vinculados a ninguna religión en el escenario. Sin embargo, se vio una notable presencia de católicos y evangelistas, así como gente de otros credos o aconfesionales.

Las diócesis, además, han acompañado distintas actividades en todo el país, y en muchos casos se han unido a otras organizadas por diversos grupos católicos y no católicos, para aunar la voz y clamar por los que aún no nacieron y no tienen voz porque #ValeTodaVida

Las movilizaciones en las provincias del país también tuvieron una gran adhesión, estimado por el coordinador nacional en un total de dos millones de personas, sumando las grandes y pequeñas ciudades como Córdoba capital, Villa María, Río Cuarto, Necochea, Brandsen, Tres Arroyos, Bahía Blanca; San Fernando del Valle de Catamarca, Resistencia (Chaco), Goya (Corrientes), Puerto Madyrn y Esquel (Chubut); Paraná, Concordia y Concepción del Uruguay (en Entre Ríos); Formosa capital; Santa Rosa (La Pampa); Mar del Plata; y Mendoza, Malargüe, General Alvear, San Rafael y Tupungato (Mendoza); Posadas (Misiones), Neuquén; San Carlos de Bariloche, General Roca y Cipolletti (Río Negro); Salta, Santa Fe capital y Rosario; Santiago del Estero; San Luis capital y Villa Mercedes; San Miguel de Tucumán; Las Heras (Santa Cruz); la capital de La Rioja; Ushuaia y Río Grande, entre otras

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