San Isidro. Este domingo 18, la orquesta típica Juan D’Arienzo, gratis en el ciclo de Milonga de Martínez. Sacale viruta al piso!

16/2/2018.  AQUELLOS QUE EMULAN AL REY DEL COMPÁS. Los domingos de milonga en la Plaza 9 de Julio de Martínez (Larumbe y Necochea) ya están impuestísimos y resultan un clásico para los amantes de la música ciudadana. Este domingo 18 de Febrero, la orquesta típica Juan D’Arienzo ofrecerá una noche a puro tiempo de dos por cuatro. Será un encuentro para bailar y volver a disfrutar del puro arrabal porteño. Es que, rescatar ese estilo único e inconfundible que gestó el maestro Juan D’Arienzo, en la época de oro del tango. Aquel Rey del Compás, como lo apodaron, grabó centenares de discos y trabajó con los músicos más reconocidos de la época. Revivilo y el domingo desde las 19,  sacale viruta al piso!

La enorme obra del enjuto maestro D’Arienzo quedó grabada para la posterioridad y esas más de 90 composiciones, hoy la revitaliza la orquesta típica La Juan D’Arienzo, agrupación que nació de la mano del director Facundo Lazzari (nieto de quien sería el primer bandoneonista y arreglado de la original orquesta D’Arienzo). Y con el tango en las entrañas, en sus años de vida, la agrupación supo cautivar escenarios porteños y del mundo.

Este domingo la orquesta desembarcará en la Plaza de Martínez para animar la Noche de Milonga. Como en cada encuentro, a partir de las 19 horas, los profesores de tango de la Asociación Española de San Isidro, Gustavo “El Morocho” Gutiérrez y Zulma Ríos, impartirán clases para luego dar rienda suelta al baile en el anfiteatro de la plaza.

Al finalizar la clase, el anfiteatro de la plaza ubicada en Larumbe y Necochea, recibirá a La Juan D’Arienzo, la orquesta de jóvenes que recupera y entrega al público el característico ritmo del “Rey del Compás”, y que combina por un lado, el estilo de una de las mas grandes orquestas de la historia del Tango, interpretado con el más severo ajuste profesional y por otro, una nueva imagen que aportó al circuito milonguero y al ambiente del Tango en general, un golpe de frescura que conllevó un gran recibimiento por parte del público y una gran identificación con ellos.