San Isidro. Se formaron dos islas frente a la costa; quieren declararlas RESERVA NATURAL

11/2/2018. Es un fenómeno natural que se produce desde hace años, pero se aceleró por la sedimentación que arrastra el Paraná y deposita en la costa del río de la Plata. Desde los tiempos del Intendente Melchor Posse, San Isidro reclamó la titularidad de esos archipiélagos que se formaban frente a su ribera, cosa que finalmente se concretó. Tanto el ex jefe comunal, como el entonces legislador bonaerense Gustavo Posse, iniciaron una fuerte campaña que tuvo amplia cobertura en los medios de comunicación de entonces – Melchor Posse hasta plantó bandera sanisidrense en uno de los incipentes islotes como lo revela una foto de época del decano Semanario Costa Norte – y los que por entonces eran considerados territorios pertenecientes a la primera sección isleña, correspondientes a Tigre pasaron al ejido sanisidrense, reconocidos por la legislación provincial. Hoy emergen claramente en el lugar dos islas, una de cinco hectáreas y otra más pequeña. La idea es demarcarlas con boyas y preservarlas. En una producción realizada por el matutino La Nación, el Intendente Gustavo Posse navegó la zona y contó que quieren declararlas área natural protegida. Hablan Bárbara Gasparri, de la Dirección de Ecología y Conservación de la Biodiversidad, el subsecretario Walter Pérez y el Intendente Posse. A continuación la nota… que bucea en la historia reciente de nuestra ribera, conocela!

Frente a las costas de San Isidro en el Río de la Plata, se están formando dos islas en la confluencia de los canales San Antonio y Luján. Se trata de un fenómeno que iba a suceder dentro de cientos de años, pero se adelantó al acelerarse la sedimentación del río. El municipio va a declararlas reserva natural para mantener el ecosistema y evitar la especulación inmobiliaria.

La más grande de las islas tiene cinco hectáreas y comenzó a consolidarse hace tres años. Muy cerca hay islotes más pequeños. Si bien aún hay bancos de arena y juncos, comenzarán a crecer otras especies vegetales, árboles como el sauce (típicos del Delta) hasta llegar a convertirse en tierra firme y consolidarse en islas, según expertos en biodiversidad.

Los fines de semana en que hay buen tiempo, hay vecinos que se acercan a las islas en barcos y motos de agua y hasta hay quienes toman sol en el lugar.

Según la ley, pertenece al Municipio de San Isidro “toda isla que se forme frente a la ribera del Río de La Plata, entre la línea determinada por la proyección de la calle Uruguay sobre el Río de La Plata hasta el punto geográfico situado a 34º 22′ de latitud sur y 58º 23′ de longitud oeste y la línea determinada por la proyección de la calle Paraná hasta el punto geográfico situado a 34º 25′ de latitud sur y 58º 19′ de longitud oeste”.

“Si bien estos terrenos aluvionales pertenecen al gobierno de la Provincia de Buenos Aires, al ser jurisdicción del partido de San Isidro la zonificación y los usos los establece el municipio“, explicó el subsecretario de Inspecciones, Registros Urbanos y Tránsito, Walter Pérez.

Próximamente, se marcarán y referenciarán con boyas los límites de las islas, que luego serán declaradas por el Intendente Gustavo Posse como área natural protegida. En un futuro próximo, tal como en el Parque Municipal Ribera Norte, la gente podrá recorrer y visitar estas islas con guías locales.

Cómo se forman las islas

A lo largo de su recorrido los ríos van arrastrando pequeñas partículas de sedimentos que se encuentran en el lecho y en las riberas. Cuando el río llega a su desembocadura, la velocidad del agua disminuye y los sedimentos tienden a irse al fondo. Se forman así bancos de sedimentos que van creciendo continuamente. Estas zonas de desembocadura donde se acumulan sedimentos se llaman deltas, y luego de varios siglos o miles de años, los depósitos de sedimentos llegan a formar islas.

El delta del Paraná es el quinto en importancia mundial y el tercero más importante de América del Sur. Actualmente el río Paraná aporta 160 millones de toneladas de sedimento por año al delta y este avanza 60 metros por año en promedio.

La velocidad de crecimiento depende del aporte de sedimentos, que principalmente provienen del río Bermejo, de la acción marina y de la variación en el nivel del mar. La acumulación de sedimentos permite luego la colonización por los juncos y, mientras avanza esta especie, va frenando cada vez más la velocidad del agua, por lo cual decantan más sedimentos y cambian las condiciones del suelo, aumenta el nivel, y esto permite el arraigo de otras especies de herbáceas y luego árboles como el ceibo.

El juncal es la primera y mejor defensa de la costa. por eso el municipio de San Isidro busca conservar en toda su costa ese ambiente natural que permitirá la colonización posterior de otras plantas, haciendo el ambiente más diverso y mejorando la calidad ambiental. Además, se recupera el paisaje original.

El delta del Paraná es una gran esponja que reduce los efectos de las inundaciones evitando graves efectos en las poblaciones costeras. Su modificación, por la construcción de edificios produce consecuencias graves y costosas.

 

El proyecto de la Isla del Plata

 

“En la época de Menem-Duhalde, con el municipio de Tigre -evoca Posse mientras navega la zona en lancha con LA NACION se aprobó que se hiciera frente a San Isidro un relleno que se denominó comercialmente Isla del Plata, que era un barrio cerrado de cuatrocientas hectáreas más otras trescientas que necesitaban para contener la sudestada y que se iba a comunicar por un puente con San Isidro a la altura de la Catedral”.

“Ahí es cuando me preocupé y empezamos con la comunidad a luchar para que no se aprobara eso y pudimos demostrar que era imposible que tuvieran escrituras sobre esas tierras. Después hicimos una modificación de la ley, junto con los intendentes de entonces de Tigre, San Fernando y Vicente López para que las islas estén bajo la jurisdicción de cada municipio. Lo que hacemos son actos jurisdiccionales para que no haya usurpaciones. Hubo un aceleramiento en la formación de las islas en virtud de las modificaciones que se hicieron río arriba, en el Río Luján, a la altura del Tigre”, relata Posse.