Confesión del Obispo sanisidrense. Mons. Ojea: El encuentro con el Cardenal Pironio “marcó mi vocación”

 

8/2/2018. Con motivo del 20º aniversario del fallecimiento del cardenal Eduardo Pironio, y en el marco de la celebración en su memoria que se llevó a cabo el pasado 4 de Febrero en la basílica y santuario Nuestra Señora de Luján, el presidente de la Conferencia Episcopal Argentina y Obispo de San Isidro, monseñor Oscar Ojea, envió un mensaje en el que afirma que su encuentro con el cardenal Pironio marcó su vocación y su vida.

 

A través de una carta, el presidente de la Conferencia Episcopal Argentina y Obispo de San Isidro, monseñor Oscar Ojea, se hizo presente en la celebración que se llevó a cabo en la basílica y santuario Nuestra Señora de Luján el 4 de Febrero en conmemoración del 20º aniversario del fallecimiento del Cardenal Eduardo Pironio. 

“El conocimiento más hondo que tuve de la persona del cardenal Pironio fue en mi adolescencia, cuando entré al Seminario. Tenía 15 años y durante mis dos primeros años de seminario, él fue nuestro rector en Villa Devoto”, relató monseñor Ojea, y aseguró que “ese tiempo de encuentro con Pironio marcó mi vocación y marcó mi vida”. 

“Cada quince días, venía a visitarnos y a hablar personalmente con nosotros, nos atendía un tiempo breve, pero la finura de su escucha era tan profunda que nosotros sentíamos que habíamos estado con él largo tiempo”, aseguró, y reconoció que “el encuentro con Pironio no se parecía en nada a una entrevista convencional. La devolución que nos hacía sobre nuestros estados de ánimo, sobre nuestras búsquedas y sentimientos, sobre nuestras dudas e incertidumbres, eran tan iluminadoras que nos resultaba imposible no llevarlas a la oración y no quedarnos rumiando (palabra que aprendimos de él) largamente ante el Santísimo como un preciado alimento de nuestro espíritu que nos sostenía hasta el próximo encuentro”.

“Pironio conocía a cada uno por su nombre y la situación de nuestras familias. Había nacido para ser padre y ejercía su paternidad con una gran serenidad, haciéndonos sentir confiados en las manos del Padre y contenidos por la ternura de la Virgen”, continuó.

“Lo extrañamos mucho cuando lo nombraron Obispo. Sin embargo, fue en esos años en los que puso de manifiesto su generoso amor a la Iglesia y su disposición a servirla hasta la entrega de su vida”, añadió. “El tiempo del servicio en la Santa Sede lo encontró desarrollando esa misma paternidad que había insinuado en sus jóvenes años, trabajando por una Iglesia más humana, más fraterna y más evangélica”. 

En nombre del episcopado argentino, monseñor Ojea expresó su orgullo de que haya sido uno de sus miembros más ilustres y la seguridad de que “ya descansa en el pecho del Padre”. Al mismo tiempo, reconoció que como pastores se encomiendan a él “cada vez que peregrinamos a esta casa de la Madre en la que se veneran sus restos”. 

“Sintiendo mucho no poder estar presente en la celebración del vigésimo aniversario de su partida, agradezco a la vicepostuladora de la causa, señora Beatriz Buzzetti, la oportunidad de hacerme presente con este mensaje. Me uno a todos ustedes en la oración”, concluyó.

La Eucaristía fue presidida por monseñor Santiago Olivera, obispo castrense, y concelebrada por el obispo auxiliar de Mercedes-Luján, monseñor Jorge Eduardo Scheinig; el obispo de Nueve de Julio, monseñor Ariel Torrado Mosconi; el obispo de Merlo-Moreno, monseñor Fernando Maletti, y varios sacerdotes.

La celebración fue convocada por la Acción Católica Argentina y el Departamento de Laicos del Episcopado (Deplai), y de esta manera comenzó el Año de Memoria agradecida por la vida del cardenal Pironio.

Este año tiene como objetivo mantener viva y actualizada la figura del Cardenal en medio del proceso de beatificación, y habrá numerosas acciones en su memoria, comenzando por la presentación oficial de la página de internet, que recorre distintos momentos en la vida del padre Eduardo, sus escritos, la marcha de la causa y las noticias de las actividades que se irán promoviendo.

En su homilía, monseñor Olivera destacó la figura del Cardenal y sus enseñanzas, sobre todo para este momento de nuestra patria.

Asistieron a la misa el presidente de la Acción Católica Argentina, Rafael Corso, el presidente del Deplai, Daniel Martini, el presidente de la Comisión Nacional de Justicia y Paz, Emilio Inzaurraga y la señora Beatriz Buzzetti, que fue vicepostuladora de la causa en su fase diocesana. Se encontraban presentes el secretario de Culto de la Nación, embajador Santiago de Estrada; el señor Carlos Custer, que fue embajador ante la Santa Sede, numerosos dirigentes nacionales y diocesanos de la Acción Católica y de diversos organismos pastorales, amigos y familiares del cardenal Pironio. Estos últimos, en representación de todos, colocaron una ofrenda floral en la tumba donde descansan sus restos.

El cardenal Pironio nació el 3 de diciembre de 1920 en Nueve de Julio, provincia de Buenos Aires, y falleció en la Ciudad del Vaticano el 5 de febrero de 1998, luego de su destacada acción pastoral en la Argentina y en América Latina, a través del Celam. Se desempeñó como prefecto de la Congregación para los Institutos de Vida Consagrada y las Sociedades de Vida Apostólica (de 1976 a 1984) y, a continuación, como presidente del Pontificio Consejo para los Laicos (1984-1996). Sus restos descansan en el altar lateral de la basílica de Nuestra Señora de Luján