ES CUENTO Y NO LO ES! Joana D’ Alessio ganó la XI edición del Premio Municipal de Literatura Manuel Mujica Láinez

 

1/11/2017. Con su obra “ Es como que venga un pez y te muerda la nariz, eso no va a pasar nunca” la novel escritora se llevó el máximo lauro  de esta nueva edición del certamen municipal. Así lo resolvió un jurado de notables integrado por Lucía Puenzo, Federico Falco y María Moreno. “El Estado tiene un rol central en el apoyo de nuevos artistas y en sus procesos de consagración. Por eso, desde San Isidro decidimos recuperar la tradición cuentística argentina con este certamen de alcance internacional que con 1.800 cuentos recibidos este año nos demuestra que es uno de los más importantes del país en el género”, destacó la gestora cultural y titular de Cultura SI, la siempre inquieta Eleonora Jaureguiberry, factotum de un torbellino de actividades, El evento tuvo lugar en el inmejorable patio colonial de la Quinta Los Ombúes sede del Museo Beccar Varela.

El jurado integrado por Lucía Puenzo, Federico Falco y María Moreno encontró en ‘Es como que venga un pez y te muerda la nariz, eso no va a pasar nunca, de Joana D’ Alessio, un cuento cautivante que narra con lenguaje moderno y desparpajo, y juega con el ritmo y el punto de vista, los méritos suficientes para otorgarle el primer puesto en la XI edición del Premio Municipal de Literatura Manuel Mujica Láinez, organizado por la Subsecretaría General de Cultura de San Isidro, mientras que La paz armada‘, de Sebastián Rodríguez Mora, obtuvo el segundo lugar.

Durante el acto de premiación en el Museo Beccar Varela, la subsecretaria general de Cultura de San Isidro, Eleonora Jaureguiberry, destacó la figura de Manuel Mujica Láinez y agradeció a la familia del escritor permitir que el concurso lleve su nombre. También recordó que el premio nació con la intención de llenar un vacío, sobre todo después de que el Premio Municipal de Literatura de la Ciudad de Buenos Aires sea eclipsado por los concursos de novelas impulsados por las grandes editoriales.

Ambos ganadores, además de recibir 10.000 y 5.000 pesos en efectivo, integrarán una Antología con las ocho menciones (Ignacio Imbrogno por Una versión real de la fantasía, María de los Ángeles Salvador por Fidelia y Nick Cave, Andrés Buchbinder, autor de Adónde vamos, Ramiro Bugarín, por Flores en la calle, Pablo Nardi, por Satori, Emiliano Baigorri Theyler por Sueños de una ciudad, Martín Gonzalo Borches por Spaceman y Lautaro Lamisovki, autor de Hmh), que será editada por el sello editorial Notanpuan y presentada en la entrega de premio de 2018.

“Los 80 cuentos seleccionados por el prejurado son todos de muy buen nivel, muchos con un estilo muy propio, de vanguardia en otros caos, en los que se experimentó con la lengua, los ritmos. Un recorte para entender y conocer qué se escribe hoy en el género, y diez finalistas que conformarán una Antología muy interesante y realmente heterogénea”, contó Lucía Puenzo.

‘Es como que venga un pez y te muerda la nariz, eso no va a pasar nunca’, el primer cuento de D’ Alessio, de 40 años y productora de cine, narra en primera persona los miedos de una joven a la que le descubren un nódulo en una mamografía. “La historia transcurre en un solo día, en el que los tiempos de narración van y vienen, como los miedos y fantasías de esa joven. No esperaba este premio, que es un gran estimulo para seguir escribiendo”, indicó la autora.

María Moreno y Federico Falco, que envío una carta por estar en Colombia, destacaron la variedad de temas y estéticas de los 80 cuentos seleccionados. Historias de tinte policial, realistas, otras que exploraron la extrañeza y lo ominoso, la iniciación adolescente, el desconcierto de la primera juventud, las crisis de la mediana edad y el caos en la gran ciudad, entre muchas otras.

“San Isidro es un municipio talentosísimo en todas las áreas de la cultura. Me alegra que se les ofrezca a los artistas de la región la posibilidad de interactuar de este modo con el Estado municipal y es un enorme orgullo poder editar esta Antología”, afirmó Fernando Pérez Morales, con 35 años de librero y dueño de Notanpuan, que en pocos años lleva 14 títulos editados.

El Mujica Láinez ya publicó a más de un centenar de escritores, profundizó vocaciones e impulsó carreras, y contó con jurados de renombre, como Selva Almada, María Luisa Valenzuela, Luis Chitarroni, María Rosa Lojo, Pablo De Santis, Martín Kohan, Claudia Piñeiro, Abelardo Castillo y Federico Jeanmaire, entre muchos otros.

REFLEXIONES EN VOZ ALTA

María Moreno, jurado del concurso, reflexiones en voz alta: Me gustó en lo leído la huella del presente más allá de la revolución tecnológica y su impacto en el amor y el día a día, la solidez de la estructura y la imaginación, el relevo cumplido de la deuda con Borges que tanto obsesionó a mi generación”

En principio un lugar común. Agradecer. Agradecer la posibilidad de otorgar un reconocimiento. Y de hacerlo con unos compañeros como Lucia Puenzo y Federico Falco  a quienes encima admiro como artistas y para este concurso cobijado bajo el nombre de Manuel Mujica Láinez, a quien cierta crítica prejuiciosa ante sus privilegios de clase olvidó injustamente durante varias décadas antes del actual rescate de su inmensa obra por la academia y el público lector. Creo que siempre es bueno un reconocimiento del tamaño que sea y en efectividades conducentes, como decía el general Perón. Es decir, en contante y sonante como en el caso del primero y el segundo premio.

“La imagen de los formalistas rusos leyendo a la luz de una fogata y alimentando el fuego con la última página leída de un libro será muy romántica, pero una horrible recomendación a los Estados para que suelten la mano a los artistas (cuando no los están persiguiendo o asesinando).

El reconocimiento es siempre algo que da impulso en el trabajo, en este caso el de escribir, mientras que no tenerlo puede afectar ese trabajo en el sentido de que, querer el reconocimiento sin lograrlo, puede provocar dobleces en el deseo y el proyecto personal convirtiendo la obra en una renuncia. Aunque personalmente suelo detestar lo que se escribe por deseo de reconocimiento e integración y, si bien cuando escribimos solemos querer ser leídos y reconocidos por personajes más difusos o secretos que los colegas, el reconocimiento es una fuerza de acción y un soplo reanimador.  Como este concurso.

“He sido jurado varias veces. No siempre fue agradable. No faltó el compañero que ya en la primera reunión presentó, en voz demasiado alta,  un ranking inamovible que defendió con métodos que iban de la argumentación escuálida, pero vehemente, a la amenaza decidida -por supuesto su elección estaba en minoría-. Tampoco el que, también en minoría, insistió repitiendo una y otra vez el nombre de sus candidatos como si pensara en imponerse por hipnosis.

“Nada que ver con este jurado. Lo nuestro no fue una cinchada, ni una asamblea belicosa ni un campeonato de speech. Nuestro intercambio de mails fue ya una exposición de listas tentativas a discutir, una confesión sincera de impactos de lectura sin ánimo persuasivo. En el último encuentro, cafecito mediante en el bar Río, parecíamos una reunión de lectores entusiastas que trataban de transmitirse sus pasiones y casi nos íbamos a olvidar de votar. Coincidimos conversando, iluminando para el otro lo que tal vez se le había pasado por alto.

“Personalmente me gustó en lo leído la huella del presente más allá de la revolución tecnológica y su impacto en el amor y el día a día, la solidez de la estructura y la imaginación, el relevo cumplido de la deuda con Borges  que tanto obsesionó a mi generación. También comprobar que, en quienes no ganaron esta vez, existía ya una voz de escritor y dentro de unos años podrán contar una anécdota parecida a la de Meryl Streep cuando no consiguió un papel o de Pablo Picasso cuando perdió en un concurso de imitaciones de Picasso. Gracias”.

+ Discurso de María Moreno durante el acto de premiación de la X edición del Premio Municipal de Literatura Manuel Mujica Láinez, el lunes 30 de octubre de 2017, en el Museo Beccar Varela.

ACERCA DEL CUENTO GANADOR

“…no solo es un cuento original, de elegancia contenida y cierto humor melancólico,  sino que, a pesar de tener como tema un diagnóstico grave,  elude todos los peligros en los que podría caer: por ejemplo, el tono dramático cantado con el que se suele casi obligar al lector a una empatía inmediata y victimista, el feminismo aplicado mediante una ilustración anecdótica o cierta pedagogía del sufrimiento femenino. Elige, en cambio, la liviandad, la gracia y una serenidad en el detalle que pertenecen totalmente el universo literario. Por eso, querido Japón, te premiamos”.

+ Es como que venga un pez y te muerda la nariz, eso no va a pasar nunca, de Joana D’ Alessio (seudónimo: Japón).