Adiós a Georgina Paván de De Tomaso: Una mujer con la PASIÓN POR LA HISTORIA LOCAL EN LA SANGRE

 

22/9/2017. A la edad de 87 años falleció hoy la queridísima Georgina Paván de De Tomaso, una escudriñadora del pasado común y del acervo cultural de su pueblo, San Isidro. Escritora e historiadora como su papá, Juan Santos Paván, decano de los periodistas sanisidrenses,supo desempeñarse y ser miembro motor de la Comisión Directiva de la Asociación Hijos y Amigos de San Isidro. A nadie más aplicable la frase “lo que se hereda no se roba” u otra por demás conocida como “de tal palo, tal astilla”. Dueña de un relato florido, preciso y por demás descriptivo, Georgina supo volcar en sus artículos y correos de lectores la misma pasión que sus padres tenían por el pago chico. Sus restos están siendo velados a partir de las 13 hs (aproximadamente) en la cochería Aguirre de la avenida Centenario al 700.

 

Hija del recordado  Juan Santos Paván, decano de los periodistas sanisidrenses e integrante de las dos asociaciones histórico culturales del partido, San Isidro Tradicional e Hijos y Amigos de San Isidro, Georgina al igual que sus padres, María Luisa Lanzavecchia y Don Juan Paván tenía una florida pluma que supo describir hechos y lugares de nuestro ayer.

 

HEREDARAS SU GLORIA. Para los memoriosos, Juan fue uno de los primeros periodistas locales que comenzaron a reflejar en sus crónicas aparecidas en una pequeña sección del matutino La Nación y más tarde en diversos medios locales, como el recordado Semanario Costa Norte, todo lo que ocurría de la General Paz para acá.

Juan habitaba junto a su mujer, la adorable María Luisa Lanzavecchia –ya fallecidos ambos- una casa en el barrio La Calabria, donde creció Georgina y ella de algún modo heredó esa pasión por rescatar y darle brillo al acervo cultural local.

Don Juan llegó a producir cerca de 30 mil noticias sobre hechos acaecidos en San Isidro, Vicente López, San Fernando y Tigre, los cuales le demandaron una ímproba diaria tarea de redacción y fotografía.  Y a ello se suman las grandes cajas de cartón que guardan celosamente el mundo de las imágenes, de un San Isidro tan lejano como reciente o de una Vicente López de los comienzos, de un Tigre y San Fernando inconfundibles en la propuesta polifacética de sus ríos. Ciertamente a los Paván los delataban sus fervores localistas.

Todo ese material –prolijamente recortado de los medios que lo publicaron con preciso orden cronológico y pegado en centenares de cuadernos del tipo escolar-, constituye sin duda una suerte de historia viva de la zona, que atesoró su hija Georgina Paván de De Tomaso en su casa de Acassuso.

Ella supo dar letra en los últimos años a las crónicas que despertaban la curiosidad de los vecinos en las célebres Jornadas de Historia Vecinal Sanisidrense que la asociación Hijos y Amigos de San Isidro realizan anualmente para las festividades del Santo Labrador.

AMOR POR EL UNIVERSO. Georgina también supo ser una enamorada e investigadora del universo y sus cuerpos astrales. Esta mujer inquieta por naturaleza integró y llegó a presidir el Club de Astronomía Ingeniero Félix Aguilar. Corrían los 80, Carl Sagan deslumbraba con sus videos acerca del cosmos y por entonces se discutía sobre la posibilidad de vida inteligente en algún planeta similar a la Tierra, en alguna lejana galaxia y un curso sobre Astronomía organizado por la Municipalidad de San Isidro atrajo a un buen número de concurrentes. Entre ellos al profesor Antonio Cardarelli, fundador del Club de Astronomía Ing. Félix Aguilar, quien supo estimular y despertar en Georgina Paván el interés por el cosmos. Ella aseguraba que la Astronomía le había cambiado la vida, “porque era una persona de mi casa y no salía de ahí. El Club me motivó, es que  el gusto por la Astronomía estimula la mente, enciende la llama de la curiosidad y mejora nuestra percepción de la Naturaleza”, solía decir esta admiradora del Universo. La entidad de divulgación funcionó en la Casa de Cultura de Vicente López y llegó a tener un observatorio en una casa de Martínez.

CONOCER LO PROPIO. Hoy, el corazón de esta inquieta mujer dejó de latir. Un problema de artritis profunda en todo su cuerpo que supo tenerla a maltraer últimamente debilitó mucho su corazón. Ella falleció en paz junto a los suyos, pero toda su impronta seguramente seguirá latente, viva en cuantos la conocieron y escucharon y esa huella que viene de don Juan Santos y de María Luisa, despertará el interés de otros, que como Georgina, entendieron que no se puede amar aquello  que no se conoce, de allí la trascendencia de rescatar el pasado común-.