San Isidro. La Sinfónica Nacional inundó de acordes románticos la nave de la Iglesia San José: De Mendelssohn a Dvorak

 

12/9/2017. Con un concierto gratuito, la agrupación cautivó el viernes por la noche al público que colmó el templo junto al Colegio Santa Isabel de San Isidro para escuchar un repertorio que fue de Mendelssohn a Dvorak.

 

La Orquesta Sinfónica Nacional ofreció el viernes último en la Iglesia de San José un concierto gratuito que conmovió al público que se acercó al templo de Diego Palma 215, San Isidro, para disfrutar de un repertorio con obras de Félix Mendelssohn y Antonin Dvorak. Organizado por la Subsecretaría General de Cultura de San Isidro, con la colaboración del Ministerio de Cultura de la Nación, el concierto comenzó a las 21 y tuvo a Guillermo Becerra como director invitado.

“Siempre es un placer recibir a la Orquesta Sinfónica Nacional en San Isidro, que cuenta con un público conocedor de la música clásica, pero también hay mucha gente que a partir de estas presentaciones se acera por primera vez al género. Esa es nuestra meta principal, seguir afinando el oído entre todos, ampliar nuestro repertorio y sumar más audiencias. Eso nos llena de alegría”, dijo Eleonora Jaureguiberry, subsecretaria general de Cultura de San Isidro.

Alrededor de un centenar de músicos, entre violines, violas, contrabajos, flautas, oboes, clarinetes, fagotes, trompas, timbales, tambor y otros instrumentos, y una primera parte que ofreció una selección de cinco números instrumentales de El Sueño de una noche de verano, Op. 61, de Mendelssohn (I. Obertura, II. Scherzo, III. Intermezzo, IV. Nocturno y V. Marcha Nupcial).

En la segunda parte se ejecutó la Sinfonía N° 7 en Re menor, Op. 70 (I. Allegro maestoso, II. Poco adagio, III. Scherz –Vivace y IV. Finale-Allegro), de Dvorak.

“Para mí es un orgullo estar al frente de esta orquesta, presentarme por primera vez en este lugar tan hermoso y colaborar para que la gente pueda escuchar en vivo la música de grandes autores”, comentó Becerra, que integró la Sinfónica de Maracaibo (Venezuela), el Cuarteto Contemporáneo y la Orquesta de Cámara de Barquisimeto, se perfeccionó en Italia y Austria, y debutó en el Teatro Colón, en 1986, con la Orquesta Filarmónica.

La velada fue seguida con respetuoso silencio, no faltaron los aplausos de pie, algunos celulares en alto y emociones que afloraron en muchos cuando se escuchó Marcha Nupcial. “La primera parte del programa incluía otra obra, pero hubo que cambiarla por cuestiones de partituras y cuando me consultaron no dudé en proponer a Mendelssohn, porque sabía que la Marcha Nupcial iba a tener el entorno ideal en esta iglesia”, aseguró el director.

“Es la segunda vez que escucho música clásica en vivo. Vine solo, porque mi esposa se quedó en casa cuidando a nuestra beba de dos años y medio. Me pareció fabuloso”, comentó Maximiliano Flores, de 37 años, que siguió buena parte del concierto con los ojos cerrados. “Me compenetré escuchado de ese modo, hasta sentí en el cuerpo las vibraciones de los instrumentos”, aseguró.

Sergio Accaputo llegó al concierto con su esposa y sus dos hijos, Micaela, de 7 años, que está aprendiendo charango, y Tadeo, de 9, que toca el violín en la Orquesta Sinfónica Juvenil de San Martín. “Ellos siempre escuchan música en CDs, pero esto es otra cosa. Para los chicos fue un incentivo muy importante”, comentó Sergio en la puerta de la iglesia. “Es el mejor concierto que escuché en mi vida”, aseguró Tadeo, aún con los ojos brillosos.