PEDIDO A LA VIRGEN DE LUJÁN. El Obispado de San Isidro se pronunció sobre los acontecimientos en la planta fabril de Florida

 

15/7/2017. El Obispado de San Isidro renovó “el profundo deseo de construir juntos la paz social”, rechazó la violencia e invitó a crecer en la sensibilidad social que “busca que todo hermano tenga su trabajo y pueda llevar el pan a su familia”, en un comunicado a raíz de los acontecimientos ocurrido ayer durante el desalojo de una planta fabril en Florida. “Le pedimos a la Virgen de Luján que acompañe de un modo particular a los hermanos que han sido despedidos de su trabajo y a sus familias. Rezamos para que su situación se resuelva lo más pronto posible”, subrayó

El Obispado de San Isidro se pronunció sobre los acontecimientos ocurridos el jueves 13 de Julio, durante el desalojo a la planta fabril de Pepsico en Florida, Vicente López donde se produjeron incidentes y más de veinte personas entre fuerzas de seguridad y trabajadores resultaron heridas.

En un comunicado con la firma del vocero, presbítero Máximo Jurcinovic, el Obispado renovó “el profundo deseo de construir juntos la paz social”. 

“Ante las crisis la tentación de la violencia aparece como el camino más eficaz. Cómo Iglesia rechazamos la violencia en cualquier circunstancia y su uso como un medio para la resolución de los conflictos”, subrayó.

Tras invitar a “crecer en la sensibilidad social que busca que todo hermano tenga su trabajo y pueda llevar el pan a su familia”, advirtió que “los que sufren por la falta de trabajo no pueden ser considerados como un número o el resultado de una estadística; necesitamos considerar al otro como un hermano”.

“Le pedimos a la Virgen de Luján que acompañe con su amor de Madre al pueblo argentino y de un modo particular a los hermanos que han sido despedidos de su trabajo y a sus familias. Rezamos para que su situación se resuelva lo más pronto posible”, concluyó.

Texto del comunicado 

La Iglesia, en su Doctrina Social, considera al trabajo como un derecho impostergable para todos.

Partiendo de esa certeza, consideramos que los casos de despidos y cesantías por el cierre de las fuentes de trabajo nos afectan a todos como sociedad, como así también se hace necesario valorar el trabajo como una dimensión de la realización y de la dignidad de la persona humana, siendo ésta una responsabilidad de todos los sectores de la sociedad.

Al mismo tiempo renovamos el profundo deseo de construir juntos la paz social. Ante las crisis la tentación de la violencia aparece como el camino más eficaz. Cómo Iglesia rechazamos la violencia en cualquier circunstancia y su uso como un medio para la resolución de los conflictos.

Invitamos a crecer en la sensibilidad social que busca que todo hermano tenga su trabajo y pueda llevar el pan a su familia.

Los que sufren por la falta de trabajo no pueden ser considerados como un número o el resultado de una estadística; necesitamos considerar al otro como un hermano.

Le pedimos a la Virgen de Luján que acompañe con su amor de Madre al pueblo argentino y de un modo particular a los hermanos que han sido despedidos de su trabajo y a sus familias. Rezamos para que su situación se resuelva lo más pronto posible