12/5/2017. De eso se trata. Así lo destacó la subsecretaria y gestora cultural Eleonora Jaureguiberry nervio motor de esta Romería que recuperó para los vecinos de Beccar, lo mejor del festejo popular callejero. Grandes y chicos participaron de una colorida kermesse, derribaron pirámides de latas con una pelota, le pusieron la cola a un chancho con los ojos tapados y trataron de embocar platos voladores en una pared llena de agujeros. Tan simple y divertido como eso. En el medio, no faltaron clowns de la compañía de Marcelo Katz, de nariz redonda y colorada, despertando sonrisas en las dos cuadras de Juan B. Justo cortadas al paso vehicular, a la altura de la Av. Centenario, donde un gran portal anunciaba el acceso a este gran parque de diversiones. El festejo , preparado por la Subsecretaría de Cultura de San Isidro, por el 20° aniversario de esa ciudad tuvo también espectáculos de stand up, asador criollo en manos de expertos y un celebrado cierre de The Shouts, la banda tributo a los Beatles más importante de América latina. Más de 7.000 vecinos participaron desde las 12 y por seis horas de esta verdadera fiesta!

“En Beccar había una fuerte tradición de fiesta popular alrededor de la celebración de San Pedro y San Pablo, el 29 de Junio, en la que se quemaban muñecos y comían batatas asadas. Esta romería viene a recuperar ese encuentro, el disfrute en la calle, en familia, con vecinos y desconocidos. Despertar emociones es parte de esta romería que la gente, como nos encanta que ocurra, se apropió con muchísimo entusiasmo”, dijo Eleonora Jaureguiberry, subsecretaria general de Cultura de San Isidro (en la foto junto al hermano del notable jugador Matías Pisano, gloria de Independiente hoy en México, vecino de Beccar).

Largas filas para jugar, pero también frente al puesto de El Lazo, de Beccar, donde se frieron casi 1.000 empanadas, se asaron 500 chorizos, incontables  kilos de carne y las tradicionales batatas asadas. En la otra punta, la Casa de Cultura de Beccar (Punto de encuentro) dispuso de tres mesas para que los chicos jugaran al ajedrez, y dibujaran y pintaran comic e historietas, guiados por profesores de esa institución.

Francisca González, una joven abuela de 80 años, que desde los 5 vive en el barrio, se llevó todos los aplausos al embocar tres aros en la cabeza de un oso gigante. “¡No lo puedo creer!”, exclamó Francisca, que regaló las tres bolsitas con golosinas de premio a sus dos nietos y a una nena que desconocía y la miraba con cariño. También andaba feliz por los puestos Uriel, de 10 años y vecino de Boulogne, que encestó tres pelotas en un aro de básquet y se llevó el monopatín que tanto quería.

La música en vivo llegó con The Buachos Reggae Band, una banda local, y el humor Pablo Picotto, que ofreció un aplaudido show de stand up. El cierre fue para The Shouts, embajadores oficiales en la International Beatle Week de Liverpool, con tres giras y más de 80 conciertos en Inglaterra. “Estar por primera vez en Beccar es un placer, todo muy bien organizado, el sonido perfecto. Una fiesta”, comentó Fernando Lotito, en la piel de Lennon, poco antes de salir al escenario.

Con trajes grises y corbatas oscuras, emulando la ropa de los Beatles en su primer film, A hard day’s night, el grupo hizo los clásicos que todos esperaban, Honey don’t, Help, Yesterday, She loves you, All my loving y otros. De noche, Twist and shout comenzó a anunciar el final y encontró a los mayores de cincuenta, clowns y chicos entregados al ritmo del más puro rock and roll.