Perlitas de Nuestro Ayer. San Isidro UN PUEBLO HIJO DEL CAMINO

Arriba, foto del diario La Prensa de un bucólico camino sanisidrense en 1925, abajo, a la izq: las vías de acceso que todos los días desandan cientos de autos con rumbo a la Gran Ciudad. A la derecha, Un alto en el campo óleo de  Prilidiano Pueyrredon que representa una escena de la campiña sanisidrense en donde se observa la convivencia en ese espacio que media entre el campo y la ciudad. Abajo, Posse y su observación: “En San Isidro tuvo su origen esta costumbre que millones de argentinos detentamos como bien de vida, que es poder ir y volver a la Ciudad de Buenos Aires todos los días y retornar a nuestros hogares”,

15/5/2017. Más de 15 millones de personas que habitan en el área metropolitana cumplen con el rito cotidiano de ir y volver a la Ciudad de Buenos Aires para realizar sus diarias obligaciones. ¿Pero cuándo tuvo su origen esa costumbre a la que nos entregamos diariamente y que insume a veces no pocas horas de nuestras vidas?  “Como parte integrante de la Zona Norte San Isidro también muestra un sello distintivo: sin necesidad de pasar por el Riachuelo para ir hacia la zona Sur, era uno de los lugares desde donde se podía ir y volver en el día a Buenos Aires a galope de caballo”, destacó el Intendente Gustavo Posse al hablar de los rasgos de un pueblo dueño de un pasado preconstitutivo a la argentinidad y abundó en detalles:  “El Camino del Alto con sus postas de carretas, el Fondo de la Legua; en fin así tuvo su origen esta costumbre que millones de argentinos detentamos como bien de vida, que es poder ir y volver a la Ciudad de Buenos Aires todos los días y retornar a nuestros hogares

En la previa de la festividad del Santo suele desarrollarse la Cena Rememorativa que prepara anualmente  la asociación histórico cultural San Isidro Tradicional, un encuentro que reúne en torno a las mesas dispuestas en el salón Victoria Aguirre del Atlético San Isidro a no pocas entidades intermedias con la excusa ideal para reunirse, compartir, intercambiar experiencias y también saber de las novedades de  ONGs del tercer sector, representantes de colegios profesionales, autoridades municipales y eclesiásticas.

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Es que en esa reunión tanto el Intendente cuanto el párroco de la Catedral, monseñor Pedro Oeyen recorren las mesas y mantienen un edificante mano a mano con cada uno de los comensales  anoticiándose del avance de las entidades. “San Isidro tiene eso, una enorme cantidad de instituciones del tercer sector y Ongs que trabajan por el bien común, el deporte, la salud y este es un momento de disfrute, de departir con ellas y en mi caso también de transmitir un mensaje unificador, de futuro, donde se traza una suerte de balance de lo hecho y se proyecta lo a realizar a futuro”, describió el Intendente Gustavo Posse.

Recordó entonces que el 14 de Octubre de este año San Isidro celebrará los 311 años de su fundación cuando se erigió la primer capilla y capellanía en advocación al Santo Labrador. Contó que en derredor del templo fue tomando forma el pueblo, una urbe de estilo colonial de casas bajas. “San Isidro tiene esos rasgos distintivos es un pueblo con un origen anterior a la nacionalidad –explicó Posse ante la cámara de CONtinta NORTE-. Compartimos edades similares con ciudades de Santiago del Estero o Córdoba que fueron fundadas antes que la Nación declarara sus primeros visos de Independencia”, resaltó.

Posse también reveló el origen de una ritual al que diariamente se entregan millones de argentinos para cumplir con sus cotidianas obligaciones y que tiene que ver con el rasgo indeleble de un pueblo que también es hijo del camino. “Como parte integrante de la Zona Norte San Isidro también muestra un sello distintivo: sin necesidad de pasar por el Riachuelo para ir hacia la zona Sur, era uno de los lugares desde donde se podía ir y volver en el día a Buenos Aires a galope de caballo. El Camino del Alto con sus postas de carretas, el fondo de la legua; en fin así tuvo su origen esta costumbre que millones de argentinos detentamos como bien de vida, que es poder y volver a la Ciudad de Buenos Aires todos los días. Es una costumbre, un rito cotidiano, que 15 millones de argentinos que vivimos en el área metropolitana cumplimos religiosamente casi automáticamente y en uno de los lugares donde arrancó esa sana costumbre es aquí en San Isidro, un pueblo que también creció a la vera del camino”, remató el Intendente.