EN EL MARÍN. Misa del Joven, Mons. Ojea recordó la importancia de la inclusión social. “Qué me queda por hacer”

 

12/5/2017. Bajo ese el lema se llevó a cabo en el gimnasio Juan Pablo II del Colegio Marín la tradicional Misa del Joven. Presidida por el obispo, monseñor Oscar Ojea, la celebración reunió a 2500 alumnos que cursan el 6º año de secundaria en los 43 colegios que integran la Junta Regional Católica del Obispado de San Isidro.

 

Por quinto año consecutivo, la Diócesis de San Isidro celebró la Misa del Joven, de la que participaron 2500 alumnos que cursan el 6º año de secundaria en los 43 colegios que integran la Junta Regional Católica del Obispado de San Isidro.

Con el lema “Qué me queda por hacer”, la celebración se llevó a cabo en las instalaciones del Colegio Marín y fue presidida por el obispo de San Isidro, monseñor Oscar Ojea. La Misa del Joven constituye un paso más en el camino hacia el cierre de una etapa de los jóvenes que se desarrollaron con el sustento de los valores religiosos y éticos inculcados en el ámbito escolar.

En su homilía, el obispo destacó la importancia de la inclusión social que la Iglesia enseña a través del Evangelio, manifestando que: “La mirada de Jesús nos dice: Cuando elijas, andá a buscar a los hermanos que no están, andá a buscarlos para que puedan tener su lugar en el banquete de la vida; porque nos perdemos tanto cuando tantos no están, no nos damos cuenta de la maravilla que sería nuestra vida social, si hubiera un lugar para todos en el banquete, si cada uno pudiera desarrollar lo mejor que tiene”.

Como gesto simbólico de entrega a Jesús, un alumno de cada colegio ofreció su buzo de egresado a los pies del alta