Homenaje a Ex Combatientes. El velero ‘Galileo’ arrojará cartas de familiares al mar donde se hundió el Crucero Gral Belgrano

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26/1/2017. Se trata de un homenaje marinero que prevé el lanzamiento al mar de una caja inviolable,  contiendo una serie de documentos significativos del acontecimiento. La embarcación escuela, que con seis tripulantes a bordo navega el Atlántico Sur desde el pasado 15 de Enero para rendir tributo a los 323 soldados argentinos muertos en el Crucero General Belgrano, durante la guerra de Malvinas, aguarda condiciones meteorológicas para cruzar desde Isla de los Estados a Ushuaia, y llegar hasta el sitio exacto donde fue hundida la embarcación militar el 2 de Mayo de 1982. galileo timónLa tripulación del ‘Galileo’, está conformada por Andrés Antonini, capitán y Jorge Patoco, patrón.  El responsable de radarización y comunicaciones, es Facundo Antonini (el marinero más joven del barco); Mario Monserrat, contramaestre; Matías Míguez, encargado de cubierta y navegante y Nilo Navas, armador del proyecto y logístico. La ex propietaria de la embarcación, convertida en barco escuela de la Fundación Malvinas Argentinas, Victoria del Vacchio hoy encargada de la logística de esta expedición, en 2009 desembarcó en Malvinas tras una singladura que demandó 12 días de navegación desde el Club Náutico Las Barrancas, en Acassuso, San Isidro hasta Puerto Argentino.

 

El ‘Galileo’ se encuentra por estas horas en Puerto Parry, un apostadero de la Armada Argentina en Isla de los Estados, tras haber zarpado desde Bahía Blanca y realizado el lunes el primero de los homenajes en San Juan de Salvamento, donde se encuentra emplazado el mítico “Faro del Fin del Mundo” que inspiró el libro de Julio Verne.

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“Hasta ahora han tenido una navegación espléndida, con vientos suaves y buen tiempo. Ahora tienen que aguardar las condiciones para cruzar el estrecho de Le Maire y dirigirse hacia el Canal Beagle rumbo a Ushuaia, donde podrían llegar entre mañana y el sábado”, confió la experimentada Victoria del Vacchio, una de las encargadas logísticas de la expedición y ex propietaria del velero convertido en un barco escuela de la Fundación Malvinas Argentinas de Bahía Blanca.

galileo3El responsable del proyecto es Nilo Navas, ex combatiente de Malvinas y sobreviviente del hundimiento del General Belgrano, quien formó una tripulación integrada por el capitán, Andrés Antonini, su hijo Facundo, responsable de la radarización y las comunicaciones, Jorge Patoco, Mario Monserrat (contramaestre) y Matías Miguez (encargado de cubierta y navegante).

El primer hito de la aventura se cumplió este lunes 23, cuando llegaron a Isla de los Estados, la reserva natural de flora y fauna donde el crucero General Belgrano realizó los aprestos finales, junto con los destructores ARA Bouchard y Piedrabuena, el Aviso Gurruchaga y el buque tanque Puerto Rosales, antes de poner rumbo a las Malvinas en época de guerra.

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La luz del Faro del Fin del Mundo fue la última imagen de nuestro continente en aquella noche de 1982. En homenaje a ello, los accidentes costeros de la isla llevan el nombre de los héroes”, recordó Navas.

El veterano y sus acompañantes descendieron del velero en un bote nuevo que fue bautizado “San Juan de Salvamento”, caminaron 500 metros por la costa, en medio de “un lugar increíble, repleto de turba y vegetación”, hasta llegar a la caseta octogonal de madera que alberga el faro.

Allí tuvo lugar un “emotivo y sentido acto” donde se colocó una placa con la leyenda: “Las Islas Malvinas son argentinas. Honor y gloria a los que participaron en la guerra contra el Reino Unido en 1982”.

“Documentamos todo. Dejamos banderas y firmamos los libros de visita. Fueron dos horas intensas antes de volver al barco”, contó Navas en una comunicación por radio con tierra, que coordina a diario el radiooperador Miguel Urbieta.

“A casi 35 años, la guerra sigue doliendo. Malvinas es aún una deuda. Por eso debemos profundizar el proceso de malvinización, promoviendo las acciones que pongan en valor el coraje, la entrega y el sacrificio de nuestros muertos y de quienes sobrevivieron. Esta placa apunta a fortalecer nuestra identidad y a reafirmar nuestros derechos”, agregó el ex combatiente y presidente de la fundación bahiense.

La Fundación es una institución no gubernamental y sin fines de lucro al servicio de la sociedad y, cuya misión es contribuir al estudio y la conservación del patrimonio cultural, histórico y geográfico de las Islas Malvinas.

La expedición continuó luego hasta Puerto Cook y más tarde arribó a Puerto Parry, última escala en Isla de los Estados antes del cruce hacia la capital de Tierra del Fuego.

Aprovechamos para bañarnos y descansar, antes de poner proa hacia el último puerto que tocó el Belgrano antes del hundimiento. Creemos que es un viaje inolvidable, por lugares históricos, que estamos compartiendo con una tripulación muy profesional y formada por grandes personas”, resumió Navas.

El próximo objetivo del Galileo será también el más emblemático: llegar hasta el punto geográfico exacto (latitud 55°24´S y longitud 61°32´W) donde fue hundido el Belgrano por el submarino HMS Conqueror.

El lugar será el sitio de un “homenaje marinero” con el lanzamiento al mar de una “caja inviolable” conteniendo cartas escritas por los familiares de quienes perdieron la vida aquel 2 de mayo de 1982.

Pero eso ocurrirá después de que el velero descanse a orillas del Canal Beagle, dentro del club náutico de Ushuaia que aguarda su llegada, y de la despedida que le brindarán los ex combatientes fueguinos enterados del viaje.

El velero ‘Galileo’ es del tipo Navaltec 38, de 11.50 metros de eslora, 3.75 de manga, 1.65 de puntal y 1.70 metros de calado. Se trata de una nave de vela moderna, con propulsión asistida a motor, lo cual permite a los noveles ocupantes familiarizarse con el estudio del mar y del arte de la navegación, su terminología, conceptos e instrumentos.

Cabe destacar que en a fines de 2008, un 29 de Diciembre para ser precisos la psicóloga y patrón de yate, Victoria del Vacchio, por entonces propietaria de la embarcación junto al piloto, Carlos Giovanazzi con miles de millas náuticas desandadas zarparon desde el Club Náutico Las Barrancas, en el bajo de Acassuso con rumbo a Malvinas y se convirtieron tras 12 días de navegación en el segundo barco de nuestro país que logró desembarcar desde la guerra de 1982.

Desde la Guerra de Malvinas, en 1982, sólo cuatro veleros hicieron ese viaje -el ‘Patagón’, el ‘Malabar’, el ‘Místico’ y  el ‘Galileo’ -, pero a los tripulantes de sólo dos de ellos se les permitió desembarcar.