Dolli Irigoyen en Olivos: “En Argentina tenemos una gastronomía de altísimo nivel y una cocina súper cuidada”

 

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frascos7/11/2016. Fue el sábado último en la quinta edición de “Leer y Comer” la feria literaria y gastronómica que se desarrolló en el Puerto de Olivos. Allí  la reconocida chef presentó su libro “Frascos” y destacó la actualidad de la cocina argentina. Dolli aseguró que no tiene nada que envidiarle a Europa y confesó que, si tiene que elegir, prefiere los platos simples, las verduras y “un buen asado en el campo”. La autora charló con el público y firmó ejemplares de esa reciente publicación a todos los que participaron de su la presentación.  Leer y Comer reunió aeditoriales, escritores y food trucks y que por primera vez se realizó en el Puerto de Olivos, en Camacua 200, frente al río.

 

“En mis últimos viajes a Europa fui a grandes restaurantes a comer muy buenos menúes, pero nuestros buenos cocineros y los grandes lugares de aquí no le tienen envidia”, aseguró la chef, que destacó la cocina argentina y consideró: “Tenemos una gastronomía de altísimo nivel y una cocina súper cuidada, riquísima, acá lo que se cuida mucho es el sabor”.

“Fui al ‘Festival Gusto’, a cocinar y a representar a la Argentina y se lucieron los menúes de Guido Tassi, las técnicas de los quesos de Mauricio Couly; la gente quedó encantada y ahí te das cuenta de que no nos falta nada, que si bien los productos tienen más años de desarrollo, el talento argentino está”, contó.

En el presente de Dolli Irigoyen se destaca su último libro, con recetas y consejos sobre cómo preparar conservas y dulces, que presentó en sociedad este finde en la feria Leery Comer que se llevó a cabo en el Puerto de Olivos.

“Frascos”, editado por Planeta, es para la autora un libro motivado por “una conexión muy especial” con su abuela, que preparaba las delicias con los productos de su propia quinta, como higos, cerezas, manzanas y peras.

“Los dulces de la abuela eran algo delicioso, mis tías hacían dulce de tomate y he ido juntando recetas, técnicas y sabores grabados en la memoria; el dulce de leche que se hacía sobre la cocina económica, con una determinada cacerola, cómo se revolvía. Son cosas que una va atesorando en la vida y ahora las comparte”, explicó Dolli.

La cocinera también disfruta del recorrido inverso, inculcarle a sus nietas el gusto por la cocina: “Hace una semana mi nieta Francisca, de 12 años, me dice ‘abu, hice mi primer dulce de moras’ y cuando vino a comer a casa me trajo un frasquito. Para mí es muy emocional darle a mis nietos lo que hacía mi abuela conmigo”.

El libro cuenta con recetas, consejos, una sección dedicada a la seguridad alimentaria, donde se explica la conservación y los cuidados para la esterilización, y preparaciones para acompañar el contenido de los frascos, como budines y galletas. También hace su aporte la bartender Inés de los Santos.

Si tiene que elegir imprescindibles para su alacena y heladera, la chef siempre cuenta con “miel de castañas para comer un queso, un buen vinagre balsámico para hacer un aderezo o una buena mostaza, latitas de anchoas, un buen aceite de oliva y tres o cuatro dulces tanto para el desayuno, el te o para el queso”.

Sobre los libros que elije como influencia, Dolli destacó los que trae de sus viajes y un clásico de la gastronomía hogareña: “De chica el libro que recuerdo con más cariño, que me ayudó muchísimo, es el de Doña Petrona. Uno recurría a él para hacer una masa base, para hacer un merengue, aprendí a hacer hojaldre leyendo y releyendo y siguiendo los pasos de Petrona, y me sale excepcional”.

Más allá de los libros, la carrera de Dolli está marcada por su recorrido por ferias en los más variados lugares de la Argentina, poniendo en valor los productos locales e intercambiando con los chefs del lugar. “Que se invite a cocineros de aquí y a todos los de allá me parece que nos enriquece a quienes vamos, traer los productos de allá a nuestras cocinas y nos pone en contacto con la gente local. Al público en general lo motiva, lo enriquece y la concurrencia te hace ver la necesidad hay que de conocer, de comer rico”, aseguró.

También destacó la movida porteña en cuanto a las ferias: “Pasa en todas partes del mundo, en Estados Unidos, Italia, donde uno va a los mercados, puede comprar frutas, verduras y puede comer, qué lindo que esté pasando en Buenos Aires,  en el barrio, donde la gente con entrada gratuita puede ir a disfrutar del espacio”.

“Espero que los food trucks sean más que una moda. Con la calidad que están teniendo, que es maravillosa, son apéndices de grandes restaurantes donde hay grandes nombres”, afirmó.

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Y resaltó: “De repente en un food truck está Beatriz Chomnalez, un emblema de la cocina, y que puedas acceder a comer un plato, una torta, un bocado de ella en un carro es espectacular. La gente disfruta de ver a sus figuras gastronómicas, los productos están súper controlados, ojalá sigan con calidad y con cosas ricas y bien hechas, hay gente nueva, joven, mucha motivación y está buenísimo, me parece genial”.

Por último, Dolli confesó que no tiene un plato preferido y que en su casa le gusta la comida “muy simple, sencilla”. “Cuando vengo de viaje, de probar tantas cosas, añoro tomar un plato de sopa, una buena ensalada y comer verduras al horno… o un buen asado de campo”, concluyó.

 

Fuente: Télam