El Gabinete Social de Nación pasó por San Isidro. Estuvo en el Colegio Santo Domingo Savio y en el Centro Barrial de Adicciones

 

gabinete social

1/9/2016. El pasado lunes 29 el Gabinete Social de la Nación encabezado por los ministros Carolina Stanley, Esteban Bullrich, Jorge Triaca  y Jorge Lemus además de los responsables de Pami, Carlos Regazzoni y de Anses, Emilio Basavilbaso desembarcó en el populoso barrio La Cava de Beccar. Allí junto a la inquieta concejal de Cambiemos, Rosalía Fucello la comitiva del gobierno visitó el Colegio y Jardín Santo Domingo Savio, el Centro de Atención Primario y el Centro de Prevención de Adicciones del barrio. Esta recorrida la realizaron junto al Obispo diocesano, monseñor Oscar Ojea. 

Enclavado en el populoso barrio de La Cava donde habitan aproximadamente 10.000 personas, la mayoría en condiciones desfavorables, en medio de esa realidad, el Colegio y Jardín Santo Domingo Savio -perteneciente a la parroquia Nuestra Señora de La Cava– cumple una misión clave: brindar educación de calidad a más de 1100 alumnos para que puedan tener mejores oportunidades.

 

“Este es un colegio emblemático en San Isidro que seguramente reúne a los chicos y familias más pobres, donde tal vez existen diferencias de distinto tipo, pero éstas se licuan cuando se trata de ayudar a los que más lo necesitan”, confió el Obispo Oscar Ojea.

Desde sus aulas y apoyados por la Iglesia, el Municipio de San Isidro y entidades del tercer sector buscan lograr la inclusión social y laboral de los alumnos de los barrios más pobres para que sean formadores de cambio en sus comunidades. De hecho, son cada vez más los egresados de este modelo de colegio parroquial que hoy estudian en la Universidad y trabajan. Para que estos jóvenes sean capaces de continuar una educación terciaria o universitaria -y así poder ingresar cualificádamente en el universo del trabajo formal- se requiere la confluencia de numerosos factores: el apoyo insustituible del Estado provincial y nacional y el municipal que siempre estuvo, el aporte solidario de particulares y empresas privadas, la capacitación de los maestros, la valiosa acción de las ONG y fundaciones, y el involucramiento de las familias de la comunidad.

En el Santo Domingo Savio -que tiene más de 50 años de trayectoria– cada chico es conocido por su nombre, por su historia, y los docentes trabajan con una enorme vocación y esfuerzo para darles a sus alumnos la mejor educación.

 Esta labor comenzó en 1962 en unas aulas de chapa y madera con clases abiertas para primero y segundo grado. Con el tiempo, y gracias a la generosidad de muchas personas, fueron creciendo hasta completar el nivel primario, secundario y jardín de infantes.

Allí funciona también un centro barrial diocesano que cuenta con la cooperación técnica del BID y el apoyo del Municipio y se ocupa de prevenir adicciones y brindar un lugar de contención. El centro barrial trata de lograr un especial grado de proximidad y cercanía con los jóvenes  generando un vínculo de confianza muy sólido que permite abordar el drama que arrasa con la vida de muchos de ellos que viven situaciones de una tremenda violencia social, y que muchas veces explota en un enorme silencio que los invisibiliza y anula cualquier proyecto de cambio rumbo hacia una vida digna.

Seguimos trabajando cerca de la gente para construir el país que soñamos”, soltó al finalizar la recorrida Fucello visiblemente feliz porque el gabinete social de la Nación recaló en el lugar y tomó contacto in situ con esta realidad que se construye día a día en San Isidro con el propósito de romper con la exclusión social, fomentar la terminalidad educativa y lograr para los jóvenes un futuro mejor.