Racers con historia. Se disputó una nueva edición del Gran Premio Recoleta-Tigre. A TODA ORQUESTA

 

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1 (82)22/8/2016. Con la presencia del Intendente Julio Zamora, se llevó adelante la tradicional prueba de vehículos fabricados entre 1896 y 1919. 2 (67)El evento, que conmemoró los 110 años de la primera competencia, tuvo por punto de llegada los jardines del Museo de Arte Tigre y contó con la presencia especial del embajador británico en la Argentina, Mark Kent. Allí, vecinos y visitantes disfrutaron de una exposición de unas 50 máquinas antiguas y el acompañamiento musical de La Creole Jazz Band.

Más de 50 automóviles, construidos antes del 31 de diciembre de 1919, participaron ayer de la 20° edición del Gran Premio Recoleta-Tigre, el tradicional circuito organizado por el Club de Automóviles Clásicos de la República Argentina, con la colaboración del Municipio de Tigre. El evento, que conmemoró los 110 años de la primera competencia de deporte-motor en ruta abierta del país, tuvo como punto de llegada el Museo de Arte del distrito y contó con la presencia especial del embajador británico en la Argentina, Mark Kent. Los automóviles pudieron ser admirados por el público, quienes además disfrutaron de la musicalización del ensamble musical La Creole Jazz Band. Además, la competencia se realizó en el marco de los festejos por el décimo aniversario del Museo de Arte Tigre.

El circuito arrancó desde la puerta del restaurante La Biela, en Quintana al 660, Recoleta. Desde allí, los rodados antiguos tomaron las avenidas Figueroa Alcorta, Udaondo y Del Libertador, dentro de la Capital, y por Libertador cruzaron los partidos de Vicente López, San Isidro y San Fernando. Finalmente circularon por Cazón, Lavalle y Paseo Victorica hasta llegar al Museo de Arte de Tigre.

Acerca del desarrollo de la jornada, Zamora expresó: “Compartimos una vez más un encuentro que rememora aquella competencia de 1906 que trazó lo que hoy es la Avenida Libertador, una vía que une Capital Federal con Tigre, San Fernando, Vicente López y San Isidro. Es un orgullo para nosotros recordar ese momento y poder revivirlo con automóviles antiguos y la vestimenta de época que portan sus dueños. Representa, además, una oportunidad excelente para mostrar una de las joyas más importantes que tenemos como el Museo de Arte de Tigre, que brinda un marco estupendo a la prueba”.

Los orígenes del Gran Premio Recoleta-Tigre se remontan al principio del siglo XX, en los años de apogeo de la “Belle Epoque”. La prueba tuvo su inicio en 1906 y unió el barrio porteño con el distrito. En cuanto a la iniciativa para rememorar dicho acontecimiento, la propuesta surgió hace 20 años y, desde entonces, el municipio participa del recibimiento de los participantes.

La carrera fue la primera de tipo rally en América del Sur y permitió avanzar con la apertura de la Avenida del Libertador, pues impulsó la construcción de puentes y del camino para llegar hasta Tigre; por aquel entonces, al distrito sólo se podía llegar en tren: había asfalto hasta el barrio de Núñez y luego la ruta era de tierra. Así, esta competencia guarda relación con el progreso de la zona norte.

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Juan Ranwez, presidente del Club de Automóviles Clásicos de la República Argentina, aseguró: “Mucha gente vino a compartir con nosotros esta pasión inexplicable por las máquinas clásicas, que representan gran parte de la cultura y la historia del país. Hay que mencionar que el 2016 tiene la particularidad de haber sido nombrado por la Federación Internacional de Vehículos Antiguos como el año del patrimonio automovilístico mundial. Además, dicho nombramiento cuenta con el aval de la UNESCO, por la importancia cultural e histórica del automóvil”.

En su llegada al distrito, los vehículos recibieron la atenta mirada de adultos, niños y jóvenes que saludaban el paso de los históricos rodados y a sus conductores y copilotos, que llevaban el atuendo típico de época. Al arribar al Museo de Arte Tigre, se distribuyeron en los jardines para conformar una gran exposición. La misma fue musicalizada por La Creole Jazz Band, una banda de jazz clásica.

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Por otro lado, el evento contó con la presencia especial del embajador británico en la argentina, Mark Kent, quien dijo: “Con gusto acepté la invitación de los organizadores para disfrutar de este encuentro en un lugar tan precioso como lo es Tigre. Es una experiencia inolvidable para los amantes de los autos clásicos, espero estar para la próxima edición”.

Los conductores de los automóviles fueron recibidos por vecinos y turistas con quienes conversaron los pormenores del viaje. Leandro Ubez, que condujo un Fiat de 1911, señaló: “Hace ya más de 10 años que participo. Esto lo organiza el club de San Isidro y el único requisito es que el auto sea menor a 1917. Solo anotarse y participar. El auto lo tenemos hace muchísimos años, lo restauramos y quedó así. La pasión nació de chico. De mi abuelo, de mi padre, de chico siempre me gustó y fuimos manteniendo y restaurando algunos autos. El día hermoso e inmejorable”.

El automóvil más antiguo que participó del Gran Premio es un Rochester Spindle Seat 1901 de origen estadounidense e impulsado a vapor. También se sumaron marcas como Internacional Harvester, Orient, Cadillac, Bouget 1906, Renault, Ford, Mercedes, Metz, Panhard Levassor, Benz, Imperia, Case Racer 1910 y Scat.

Estuvieron presentes: los concejales Rodrigo Molinos, Alejandro Forlong, Verónica Caamaño y Sandra Rossi; la secretaria de Protección Ciudadana, Eugenia Ferrari; el director de la Agencia de Cultura, Daniel Fariña; el director general de Promoción e Inclusión Cultural, Alejandro Moyano y el director coordinador del MAT, Fernando Echague.