San Isidro. Katz y Persia en Casa de la Cultura: “Lo que se hereda no se roba”, dos mujeres que revelan la otra trama

 

12/8/2016. Adentrarse en el universo creativo de estas dos talentosas mujeres en esta instalación de la Central de Procesos que tuvo como disparador ‘la herencia’, permite espiar atractivas producciones en obras que abrevan en técnicas mixtas que van abriéndose a la influencia de una nueva cultura visual.  barca El arte textil, el bordado, el collage y la fotografía reflejan -como bien dice Katz- “la trama oculta”, el reverso del otro lado de la imagen tan producida muy propia de estos tiempos y nos invita a pensar. Tan solo conocer el mantel bordado con imágenes y textos de revistas de actualidad bautizado por Zina como “Chatarra Intelectual” o  el bordado ‘trash’ realizado con engrampadoras y caladoras en ucasa cultna pequeña embarcación de madera por Pía Persia, bien valen la visita a una muestra que te abre la cabeza, enterate!

 

El arte ha creado y sigue creando universos paralelos, otras realidades. Para lograrlo el artista apela a la forma y la memoria. Cuenta, también, con la desesperación por transmitir, por contagiar y dejar su huella. Es un hacedor y esa función lo convierte en transmisor de conocimiento y de emociones.

El artista conoce ese territorio mejor que el resto de los mortales. Sabe del alma más de lo que nosotros sabemos. Su obra, es el intento de materializar esa introspección, de exhibir esa topografía nunca totalmente develada que se completa con la mirada del otro.

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El arte no es la materia de la obra ni lo inmaterial del proceso: es vértigo en estado puro que nos interpela, nos invita a pensar y también nos arranca por un instante de la vorágine burocrática para hacernos sospechar que quizás la vida, si nos atreviéramos, podría ser distinta. El arte es una aventura sin final asegurado. De allí que el artista no sea un mero productor de obras sino que hace las veces de un chamán que inventa posibilidades nuevas.

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Dueñas de un lenguaje potente y una técnica poderosa en la Casa de la Cultura de San Isidro se exhiben hasta el 24 de Septiembre las obras de Zina Katz y Pía Persia, dos artistas del bordado bien distintas, pero que coinciden en escaparle a las modas, los estereotipos, las tradiciones encorsetadas y repetitivas y abrevando en las herencias familiares, nos asoman desde otro lugar reinventado a un meticuloso trabajo creativo, no exento de la poética esencial de la vida que exuda talento e invita a reflexionar.

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En la sala principal de la casona de la av. del Libertador al 16.208 dos imponentes telas bordadas tienen su imán y acaparan la atención. Zina Katz, la autora, cuenta al enjambre de curiosos que participan del opening de “Lo que se hereda no se roba”, la segunda iniciativa de la Central de Procesos, que propone conocer los procesos creativos de los artistas a partir de la propia experimentación cómo surgieron. “Parto de la fotografía, mi padre era fotógrafo amateur –cuenta- . Cualquier fotografía expresa el instante, rescata el momento de algo.  Bueno lo que hago es dibujarla en una plantilla y bordo la trama del revés. Lo que muestro es esa trama del revés donde se ven los cruces, los nudos y -de algún modo- desnuda la imperfección, tan propia del ser humano”, dice.

Es que la herencia – el disparador de la muestra que planteó May Borovinsky, la directora de Artes Visuales de la subsecretaría de Cultura sanisidrense-  está presente en Katz, con bordados en los que la fotografía, una de las pasiones de Walter, su padre alemán, que llegó al país para dedicarse al rubro textil. Desde allí parte. De una foto familiar de hace 40 años que dibujó en una plantilla, calcó, reinterpretó y, finalmente, bordó. Bordó y dejó a la vista nudos y cruces, imperfecciones. Es parte de su búsqueda artística. El transitar entre el deber ser y el ser, los mandatos y los deseos, la aceptación y el rechazo, la integración y la marginalidad.

“Me pareció muy interesante abordar las pérdidas, la herencia, la identidad, un tema que en el país aún está por resolverse. Pero, además, me interesó la posibilidad de interactuar con el público y poder trabajar aquí como si fuese mi taller. Vengo a bordar acá, en este espacio maravilloso, con una luz natural increíble por las tardes. Pero si algo debo agradecer -confía Katz- es la libertad con la que me permitieron expresarme, una condición invalorable para un artista”.

“En realidad esto de ‘Lo que se hereda no se roba’, remite a que yo puedo usar una foto de mi padre pero nunca va a ser igual porque es mía y tiene por cierto la visión femenina. De lo que uno hereda se puede hacer lo que se quiere, nunca lo vas a robar –asegura–  es propio y le podés imprimir tu particular visión”.

Al contemplar su trabajo es imposible no remontarse a los negativos y las hojas de contactos, el procedimiento que realizaba el fotógrafo a partir de la película antes de imprimir las fotos sobre el papel. “Así es, este es el proceso inverso de la foto, en realidad hacés el negativo –detalla-. El concepto es ese, es como ver la matriz; yo muestro el reverso del otro lado, está la imagen y en este siglo precisamente la imagen está muy producida y lo mío apela al otro lado, a la trama oculta”.

 

UN MANTEL QUE INTERPELA. Lo cierto es que su obra madura posee una característica reiterada: el observador debe optar por alguna manera de interpretar el encadenamiento de la forma, el grafismo y la palabra. Los polos discursivo y visual resultan inseparables y, por lo general, estructuran un discurso que cuestiona situaciones contemporáneas.

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En esa senda, “Chatarra intelectual” un vívido mantel confeccionado por Katz es un buen ejemplo. En esta obra, la artista presenta sobre una gran mesa rectangular un mantel bordado y pergeñado por ella misma con imágenes y textos extraídos de revistas de interés general y gran circulación. Una intervención performática en constante proceso, que interpela, cuestiona y hace reflexionar desde el vamos.


 

zina22El mantel está bordado con imágenes y textos elegidos de interés general, como Caras, Gente y Hola –el perro come “lomo” del plato en una cena “divertida”, la “diputada electa” declara “no saber nada de política”, rescatan los textos-  contenidos “sustanciales” leídos por no pocos argentos en épocas no tan pasadas. “En sí se trata de una obra crítica, un mantel bordado con imágenes y textos de recortes de revistas de interés general que no son nada baratas y tienen muchísima relectura. Revistas que a veces atesoran contenidos perversos que ocultan un trasfondo social muy grande –plantea la artista-. La gente (especialmente las mujeres en esas lecturas de peluquería) las lee muy livianamente. Hay una foto que muestra al perro de Moria Casán comiendo lomo de un plato y encima lo refuerza el artículo. En un país como este, donde la gente se muere de hambre, que te parezca gracioso que haya un perro en una fiesta y que lo fotografíen comiendo lomo de un plato, es indignante y el común lo toma de modo pasatista. Por eso, se me ocurrió bordarlo en el mantel al que bauticé ‘Chatarra Intelectual’ e invito gente a comer, con lo cual dejo huella de que alguien lo leyó y ‘sigue sin pasar nada”, desgrana la bordadora que tiene como referente al recordado Fernando Peña, tan polémico y provocador como inteligente. Y al rato da cuenta que lo que queda como registro a cada uno de los comensales que compartieron esa comida donde se tendió el reversionado mantel plagado de frases e imágenes tan elocuentes como insólitas, es que cada persona se lleva una servilleta firmada por la hacedora.

Katz es una gran cuestionadora de aquellos que caen en clichés y entienden que la cultura no se desarrolla desde el propio conocimiento sino desde “el manual de lo que debe ser”

Las obras de Katz convocan a la reflexión, rompen el esquema, salen del lugar común y se nutren del riesgo; están influenciadas por una nueva cultura visual que impacta y abre cabezas.

 

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piaEl trabajo de Pía Persia -la compañera de muestra- tomó como punto de partida prolijas mantillas, baberos, puntillas y manteles bordados por las mujeres de su familia y las contrastó con su bordado ‘trash’ en el que el punto se convierte en golpe y la aguja en máquina neumática. Y lo hizo con herramientas de hombres, potentes y ruidosas, como caladoras y engrampadoras, que paradójicamente, le permitieron arribar a un final preciosita, de equilibrio, ligado con lo femenino, tal como aparece en sus relieves en madera de paraíso, tratados con tinta china, cables y grampas. “En la muestra recojo las tradiciones de las mujeres de mi familia que bordaban y esos patrones que se transmitían de generación en generación pero que en realidad a mí me aburrían terriblemente.  Rehuía a aprender de  patrones y copiarlos. Un día, por accidente, intenté dibujar utilizando grampas y sin quererlo mi cabeza me llevó al bordado. Así empecé toda una búsqueda”, cuenta.

CON LA POESÍA DEL ARTE COMO MOTOR. Bordados e hilos que cuentan historias, unen, reflejan vivencias y convocan a pensar a enamorarse de la identidad, la patria y la herencia. “Hace muy poquito que comenzamos con la Central de Procesos, más precisamente con ‘Chasco’ y, lejos de serlo, resultó un verdadero suceso. Como bien dice Pablo Batalla hay que confiar en el poder de la poesía: de aquella que regalan los artistas, de sus  planteos y de la manera en que el público comprende ese discurso y lo transforma a su vez en poesía” – indicó la gestora cultural Eleonora Jaureguiberry, factotum y motor de este tipo de expresiones que nos reconcilian con la vida.

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En torno a esa mesa, con ese mantel tan deliciosamente provocativo (por ‘Chatarra Intelectual’), recibiremos a gestores culturales, críticos, curiosos, artistas, galeristas y gente que entiende la economía del arte para entablar conversaciones que serán muy interesantes y enriquecedoras para todos”, indicó entusiasmada Jaureguiberry. “Este espacio de experimentación nos sacude los perjuicios – advirtió-y en este caso viene con el poder de las mujeres artistas con estos lenguajes tan potentes”.


 

La subsecretaria de Cultura de la Municipalidad reveló asimismo uno de los secretos del éxito: “Nosotros nunca dejamos de confiar en la enorme inteligencia del público, nuestro desafío es poner la bola a rodar, traer propuestas interesantes e imaginativas y la verdad es que Zina y Persia no nos han defraudado

La invitación está hecha. Sólo es cuestión de llegar sin prejuicios y dejarse llevar. Observar y preguntar, reinterpretar y hacer por uno mismo. Es decir, completarse y completar al otro. Nada menos.

 

 

DATOS ÚTILES

“Lo que se hereda no se roba”

Hasta el 24 de septiembre.

De lunes a viernes, de 9 a 18, y sábados, 14 a 19.

Público general

Katz muda su taller a la Central de Procesos los lunes (1, 8 y 15 de agosto, y el 19 de septiembre), miércoles (3 y 17 de agosto, y el 21 de septiembre) y viernes (12 de agosto, y 16 y 23 de septiembre). En todos los casos, de 14 a 17.

Público escolar

Los miércoles 3, 10, 17, 24 y 31 de agosto, y el 7, 14 y 21 de septiembre

Público familiar

Un sábado de septiembre (por definir), “Con un hilo”, taller de juego, tejido, redes y vínculos para toda la familia, que fue presentado con mucho éxito durante el receso escolar. A cargo de las expositoras.

Público especializado

Conversaciones Centrales, encuentros con especialistas del circuito del arte que formarán parte de la obraChatarra intelectual, de Katz, una performance en proceso permanente. El jueves 25 de agosto, a las 20: Cena con galerías de San Isidro, y el jueves 15 de septiembre (cena a definir).