Historia de vida que gira en torno al efecto multiplicador de la familia. Santiago Lange y sus hijos unidos por una misma pasión

 

 

rio-2016-2120719w2802/8/2016. OTRA FAMILIA PASADA POR AGUA. Ellos son, como sus familiares los Saubidet-Birkner –de hecho sus primeros pininos en el agua Santiago los dio con su ex cuñado Miguel, el hermano de Raúl, con quien supo brillar en Optimist Timoneles representando al país y al Náutico San Isidro a principio de los 80s- una familia pasada por agua. Ahora a los 54 años – este campeón de la vida que ha sabido reponerse a una difícil enfermedad-  acuna un nuevo sueño olímpico. Es que a su colección de trofeos, medallas, copas y títulos mundiales, europeos, panamericanos, sudamericanos y dos medallas olímpicas de bronce, que ganó con Carlos “Camau” Espínola, en Atenas 2004 y Pekín 2008, en la Clase Tornado, quiere sumarle más. Esta será su sexta participación en los Juegos Olímpicos y la primera vez que lo va a hacer en familia, con dos de sus cuatro hijos, Yago y Klaus. La intimidad de la preparación en Río.

 

 

Las ricas e interesantes historias entre padres e hijos en el deporte son tan viejas como apasionantes. Argentina tiene varios ejemplos, pero uno de ellos se destacará por estos días en los Juegos Olímpicos de Río.

Es que, el sanisidrense Santiago Lange y sus hijos, Klaus y Yago, competirán en esta nueva edición de esta justa deportiva que en pocos días más sorprenderá al mundo. Santiago, el papá, fue cuatro veces campeón del mundo, dos veces medalla plateada panamericana y junto al correntino “Camau” Espínola logró medallas de bronce en Atenas 2004 y Beijing 2008.

“Poder ganar una medalla con Espínola en 2004 fue algo inimaginable, después de transitar un camino de 25 años juntos. Fue un momento muy feliz de mi vida. Hoy me agarrás en una época dulce. Siempre el sueño es el oro. Acabamos de salir subcampeones del mundo. Estamos muy optimistas”, soltó Santiago ante las cámaras de Canal 26

Yago, con 28 años, es el mayor de familia, quien se unió a Klaus, de 21, para palpitar el momento soñado. “Con mi viejo tenemos un tema particular. Además de ser nuestro padre es un grande la vela a nivel mundial. Es difícil cumplir el rol de padre, entrenador y planificador. A veces, se confunden un poco las cosas. Muchas veces nos ha dicho que se come los dedos y las manos para no meterse tanta porque es nuestro camino. Confío mucho en él y me sacó el sombrero. Llegó a estar en dos podios que es la mayor aspiración de un atleta olímpico”, aseguró el joven.

Que una familia llegue junta a un juego olímpico es para pocos tocados con la barita mágica. “Era un sueño poder ir a un juego olímpico con mis hijos”, admitió Santiago.

Si bien competirán en categorías distintas, la vida en la Villa Olímpica y las vivencias compartidas ya forman parte de las historias familiares inolvidables… y si es con alguna medalla en el pecho, mejor!

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Lo cierto es que cuando ingresen en pocos días más, el 5 de Agosto, al desfile inaugural en el Maracaná en la apertura de los JJ.OO: Río 2016 los Lange habrán ingresado en la historia del deporte nacional. “Es un orgullo ser la primera familia argentina que competirá en un Juego Olímpico”, confían a coro, mientras dibujan una sonrisa de orgullo en sus caras.

Santiago, ingeniero naval y regatista que lleva ganados múltiples títulos en la náutica deportiva prepara su sexta incursión olímpica, acompañado ahora por sus jóvenes herederos, deportivos y de sangre. “Una gran satisfacción, en un momento especial de mi vida –analiza el yachtman–. Es increíble poder representar a tu país durante veinticuatro años, pero también una gran responsabilidad. Eso me lleva a hacer las cosas de manera cuidadosa y con pasión extrema. Fijate que en Río me voy a convertir, junto al ciclista Juan Curuchet, en el argentino con más participaciones olímpicas. Algo impensado después de todo lo que pasé con mi enfermedad”, relata quien en Septiembre de 2015 sufrió la extracción de su pulmón izquierdo, afectado por un tumor. Diez días más tarde estaba andando despacito en bicicleta y al mes, a bordo de un velero. Algo impensado para cualquier mortal, pero no para este tenaz sanisidrense.

El sinsabor lo ayudó a reponerse con el esfuerzo multiplicador de la familia. El nauta cuenta que el pos operatorio si bien demando tiempo “fue un período hermoso aunque cueste creerlo –dice- Pude acercarme mucho a mis hijos mellizos, que vinieron a pasar todo el período de recuperación a Barcelona y al final se terminaron quedando a vivir.”

Dos meses después, Yago y Klaus clasificaban para Río 2016 en su propio río, el de la Plata en un Mundial que organizó su club, el Náutico San Isidro. Un video de internet muestra el momento en que los tres Lange se abrazan después de la última regata. Un abrazo de esos largos y apretados. Festejan y lloran las luchas y los triunfos en todos los flancos.

“¡Celebro tanto este momento en compañía de ellos…!”. dice el experimentado navegante y apunta sus ojos hacia Klaus y Yago, quienes lo escuchan atentos –como en misa-, aguardando el ansiado debut olímpico.

Santiago se bajó del Tornado y participará en los Juegos en una nueva clase, Nacra 17, junto a la rosarina Cecilia Carranza mientras que Yago y Klaus lo harán en la competitiva 49er.

Como la vela es la segunda disciplina que más medallas le brindó a la Argentina a lo largo de la historia (la primera es el boxeo), el equipo es consciente de las exigencias. “Eso hay que tenerlo presente. Argentina siempre trajo medallas y el público es muy exitista, pero nosotros trabajamos con el deseo de hacer lo mejor posible, manteniendo nuestra realidad, que es nuestra primera experiencia olímpica”, dice Yago.

“Nosotros, que somos los de más experiencia, tenemos que llevar esa presión, porque Argentina tiene la responsabilidad de traer alguna medalla en vela“, toma el guante Santiago, quien ya tiene en su haber los bronces adquiridos en Beijing y Atenas.

Finalmente, para lograr la gesta, papa Santi admite que “es importante analizar a los rivales, porque es una buena indicación para saber dónde estamos parados. Cuáles son los puntos débiles y cómo formamos la puesta a punto del barco. La investigación es fundamental y nos lleva mucho tiempo“.