Posse, fiestón en Vísperas del Bicentenario patrio: “Acá se puede palpar el deseo de la comunidad por celebrar la Independencia”
9/7/2016. LA CASA GRANDE. El Intendente de San Isidro, Gustavo Posse encabezó en la plaza 9 de Julio de Martínez, las vísperas y el comienzo de los festejos por el Bicentenario de la declaración de la Independencia.
Todo comenzó con la magia del eterno Alejandro Pont Lezica en las bandejas que funcionó como un imán y convocó a una legión de seguidores. Apelando a temas bien argentos, todos se pusieron en movimiento, hubo clases de folklore y chacarera a cargo del profesor Gaspar de los cursos de cultura de la Municipalidad. La Fundación Julio Bocca, además, dio clases abiertas para quienes se animaron a participar. No faltaron food trucks, espacios de comida con edificantes sopas al paso y fogones realizados por los scouts de Sta Teresita para darle calor al encuentro. Con la impecable conducción de Guillermo Lobo, nacido en Boulogne y la bellísima Antonella Fonte, oriunda de Villa Adelina, el evento alcanzó su punto más emotivo cuando a la medianoche, la también vecina de San Isidro, Patricia Sosa entonó el Himno coreado por la multitud y tras el mensaje del párroco de Santa Teresita sobrevino el conteo para recibir el Bicentenario patrio y el show de fuegos artificiales. 
El recuerdo de la casa grande y de todos donde se alumbró la Independencia no estuvo ausente. “Esa casa de familia tucumana fue y es la casa de todos, allí se aunó nuestro destino”, soltó el padre Carlos Cagnassi y abogó por la unidad del pueblo argentino y el trabajo por el bien común. 
El Intendente Posse evocó que el pabellón nacional de la plaza recuerda a los hombres que tomaron la decisión de independizarnos en 1816 y como se jugaron la vida en esa patriada, asimismo dijo que nos aguarda un futuro de crecimiento en paz y rescató lo trascendente del encuentro. “En Octubre San Isidro cumple 310 años justo en el año que la patria celebra el Bicentenario. Este es un pueblo muy especial y el lleno que hoy muestra nuestra Plaza 9 de Julio es totalmente espontáneo. Nadie los trajo, muestra el fervor de la gente y cómo a través de las redes sociales se fueron convocando para asistir a esta propuesta municipal. Acá se puede palpar el deseo de la comunidad por celebrar la Independencia”, resumió.
Las calles de Martínez cercanas a la Plaza 9 de Julio estaban atiborradas de autos. Nadie quiso perderse el festejo que preparó la gente de la subsecretaría de Cultura de San Isidro, encabezada por ese motorcito hiperactivo de eventos multimedia que es Eleonora Jaureguiberry, un verdadero lujazo de gestora cultural. Es que no todos los días se cumplen 200 años. Por eso, San Isidro pensó en que las tres horas previas al 9 de Julio sean una verdadera fiesta en la que todos celebren, en familia, entre amigos y desconocidos, a puro baile y canto.
ASÍ FUE LA VIGILIA DEL BICENTENARIO
La ‘festejación’ –neologismo mezcla de festejo a pura acción- por el Bicentenario de la declaración de la Independencia empezó ayer por la tarde noche a eso de las 20.30 hs en la plaza 9 de Julio de Martínez. Allí, una verdadera multitud se congregó para palpitar la Vigilia del Bicentenario. “Este es un muy buen ejemplo de cómo resolver una plaza y el espacio público para que los vecinos puedan disfrutar y compartir”, contó el Intendente Gustavo Posse, a poco de llegar al lugar acompañado por su hija Macarena y no obvió que en poquito tiempo más no pocas plazas sanisidrenses gozarán de anfiteatros, similares al de Martínez, para que los vecinos “se apropien” de esos espacios tan nuestros donde empiezan a tejerse las relaciones de vecindad.
Durante el encuentro, que duró poco más de tres horas y estuvo conducido por el periodista Guillermo Lobo (una de las caras del clásico informativa Telenoche y de TN –ver nota aparte) y la conductora Antonella Fonte las pegadizas mezclas con temas bien argentos corrieron por cuenta del legendario DJ Alejandro Pont Lezica. Sí Alejo, aquel que en los 80s y 90s hizo bailar a más de una generación, desplegó todo su talento en las bandejas y puso a media humanidad en movimiento. 
Primero fueron los más chiquitos y luego se sumaron los más grandes que, convocados por los profes de folklore e integrantes de la Fundación Julio Bocca, dieron muestra en el piso de damero de la plaza de todo lo que saben acerca de chacareras y ritmos bien nuestros. No faltó la banda musical de los Bomberos con su espectacular colorido ni agrupaciones scouts y representantes de ex combatientes de Malvinas.
“Vivimos el 9 de Julio con un grito de libertad, que significa trabajo, educación, salud y equidad para todos”, soltó un Intendente Posse visiblemente emocionado por el marco alcanzado en el evento y auguró un futuro de paz y concordia para los argentinos.
“La plaza 9 de Julio tiene su historia, su pabellón nacional recuerda a los hombres que tomaron la decisión de independizarnos en 1816 –precisó Posse- . En aquella época no era como ahora donde los representantes de las provincias, podían decir ‘hoy juego con tal y mañana con tal otro’, eran decisiones importantes, fuertes, donde ponían en juego sus vidas. Si las cosas salían mal su destino era el fusilamiento. Ahora hay que sacar a la Nación adelante, nos aguarda un futuro de paz, bueno”.
Y si bien para el frío la mejor sugerencia fue ponerse en movimiento y bailar, bien o mal, pero hacerlo, también hubo fogones para calentarse y como en toda buena celebración popular no faltaron estaciones gastronómicas con sopitas calentitas, un puesto de chori que hizo su Julio con una eterna fila de degustadores y los novedosos food trucks que ofrecieron cosas ricas y exquisitos y humeantes tentempiés. Previo al conteo grupal a viva voz, el cierre, a las 24, se presentó Patricia Sosa junto a su esposo el músico y compositor Oscar Mediavilla y entonó el himno nacional bien, bien fuerte que fue coreado por la multitud.
La Vigilia del Bicentenario fue una propuesta bien local que congregó a familias enteras y “gentes de cien mil raleas”, como decía el poeta, dando marco a un evento no exento de color humano, inclusivo que contempló actividades culturales gratuitas para todos. La plaza 9 de Julio de Martínez se inundó de música, alegría, color y no poco fervor para palpitar nada menos que la noche previa a los 200 años de la Independencia de la patria.
