Ofidios en la costa. Ni paranoia ni temor sino cuidados. En San Isidro realizan constantes acciones preventivas

22/2/2016. El caso de la menor de 12 años que fue mordida el sábado último por una serpiente en el club CUBA, en Capital, reflotó el tema de la proliferación de ofidios en la costa debido a la invasión de camalotes. Vale recordar que en San Isidro, las áreas de Salud (en coordinación con el Ministerio de Salud de la Provincia), la subdirección de Zoonosis y Control de Vectores, Defensa Civil y Prefectura, además del grupo de Guardaparques de la reserva silvestre que encabeza Willy Brian realizan a diario acciones preventivas en las márgenes del río y en toda la zona costera. Hasta ahora, no hubo reportes por mordeduras de víboras pero sí la aparición de ofidios. Consejos y recomendaciones.

Con la llegada del verano y el descenso de las aguas del litoral el fenómeno se hizo elocuente: el río se pobló de camalotes y con ellos llego una profusa fauna y no pocos insectos junto a la vegetación. De Norte a Sur, las márgenes del Río de la Plata se tiñeron de verde. El camalotaje trajo consigo algunos animales.

Hubo, por cierto, muchas imprecisiones acerca de los nuevos visitantes que generaron cierta histeria colectiva incrementando el rechazo que muchos ciudadanos sienten por algunas especies silvestres. Varios medios de comunicación mostraron anguilas o morenas -que son peces de agua dulce de forma alargada- como si se tratase de víboras.

También abundaron en detalles acerca de una invasión de nutrias (del grupo de los Carnívoros) cuando lo que había llegado con los camalotes eran coipos (del grupo de los Roedores) que además ya se encuentran en la ribera bonaerense y en toda la ribera porteña incluyendo a la Reserva Costanera Sur y los Lagos de Palermo. Una especie herbívora totalmente inofensiva.

Pero ciertamente las noticias que cobraron mayor difusión fueron aquellas vinculadas a las víboras que podían transportase con los camalotes. Mayormente se transportan culebras de diferentes especies y tamaños. No son peligrosas para el ser humano ya que su veneno, en caso de tenerlo, no suele ser potente y no poseen tampoco un aparato inoculador muy sofisticado. Eso no implica que no muerdan.

Vale aclarar que esto no las vuelve un animal que pueda ser transformado en mascota ya que –como todo animal silvestre- es muy poco probable que se adapten al cautiverio y mueran. También pueden transportarse boas curiyú que alcanzan longitudes de entre 2,5 y 4 m pudiendo superar los 30 kg. Si bien pueden morder muy fuerte no son especies venenosas ya que matan a sus presas por constricción. Sus registros más australes corresponden al sudoeste de la provincia de Entre Ríos por lo que no prosperarían en el mediano plazo en la zona bonaerense ya que necesita temperaturas relativamente altas para sobrevivir.

Los camalotes pueden transportar también diversas especies de yarará -que ya se encuentran normalmente distribuidas en la zona bonaerense- y que sí poseen un veneno peligroso para el ser humano y además poseen un sistema inoculador muy efectivo y poderoso.

El caso de Olivia, una chica de 12 años que encontraba en el club CUBA de Núñez, cercano al Río de la Plata y fue mordida por una yarará volvió a poner el foco en la proliferación de ofidios en la costa porteña y bonaerense.  Los médicos que la atendieron confirmaron que se encuentra fuera de peligro.

La chiquita jugaba con sus amigos este sábado al mediodía cuando sucedió el hecho: fue asistida por el médico del lugar y luego fue trasladada al Hospital Muñiz. Los especialistas confirmaron que la serpiente no introdujo el veneno, sino que sólo la atacó para defenderse, por lo que la paciente se encuentra fuera de peligro.

Por su parte, el padre de la chica, agradeció vía Facebook a quienes asistieron a su hija y a las autoridades del CUBA. “Olivia está muy bien, por suerte. El club se portó muy bien: siguió el protocolo para estos casos. Consiste en aplicar un Dúo Decadrón y derivar urgente al hospital Muñiz“

En  San Isidro desde las áreas de Salud (en coordinación con el Ministerio de Salud de la Provincia), la subdirección de Zoonosis y Control de Vectores, Defensa Civil y Prefectura realizan a diario acciones preventivas en las márgenes del río y en toda la zona costera, evitando la proliferación de ofidios y alimañas

“No hay que entrar en paranoia dado que los animales que traen son especies que tratan de evitar a la gente, por lo cual con mantener distancia alcanza“, indicó el jefe de guardaparques Willy Brian al tiempo que recordó que en San Isidro reforzaron la fumigación y la limpieza ribereña..

Ante accidentes por picadura, el Ministerio de Salud bonaerense ha puesto a todos los hospitales de Buenos Aires, el Central de San Isidro cuenta con dosis de suero antiofídico,  en alerta para el manejo coordinado según protocolo de este tipo de episodios.

Aunque no hubo ningún reporte de mordedura de ofidio venenoso en la costa ribereña de San Isidro, desde el Municipio recomendaron a los vecinos: no bañarse en el río y no acercarse a los camalotes

En caso de visualizar algún ofidio, comunicarse con la subdirección de Zoonosis y Control de Vectores al 4513-7828 o 4512-3151, avisan desde la Comuna.

En resumidas cuentas no se trata de tener temor sino de conocer nuestra fauna lo cual  es fundamental para respetarla, para no exponernos a peligros innecesarios y para saber claramente qué hacer ante un eventual accidente.