Mons. Ojea abrío la Puerta Santa de la Catedral. Apertura del AÑO SANTO DE LA DIÓCESIS

 

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14/12/2015. La Puerta Santa de la Catedral de San Isidro fue abierta ayer, domingo 13 de Diciembre, minutos más tarde del mediodía, ante una gran multitud de fieles que aguardaba en el atrio. Lo hizo el Obispo, Mons Oscar Ojea al dejar inaugurado el Jubileo de la Misericordia en la Diócesis.

 

 

 

Con motivo de la conmemoración del Año Jubilar de la Misericordia, convocado por el papa Francisco, el Obispo de San Isidro invitó a festejar este jubileo extraordinario instituido por el Sumo Pontífice con la apertura de la puerta de la Catedral de San Isidro el tercer domingo de Adviento.

Con esta celebración, la Diócesis comenzó a transitar la primera etapa del camino propuesto por monseñor Ojea: ir hacia la conversión pastoral. En esta primera parte de la misión, que se ha elegido llamar “Misericordiosos como el Padre”, y que es el lema del Año de la Misericordia, cada comunidad realiza un examen de conciencia para poder descubrir las fragilidades personales y comunitarias y abrir el corazón para dejarse desbordar de la misericordia de Dios, que es la cualidad más honda y más importante de la Santísima Trinidad.

Al pedir con su báculo la apertura la Puerta Santa, monseñor Ojea dijo: “Abre la puerta de la justicia, entraremos a dar gracias al Señor”, entrando así al Año de la Misericordia. Luego continuó diciendo: “Esta es la puerta del Señor, por ella entramos para obtener la misericordia y el perdón”, tras lo cual una multitud de fieles comenzaron a ingresar al templo.

Este gesto se une al de las Diócesis de todo el mundo que han visto como se abrían sus Puertas Santas para el Año Jubilar.

Después de la apertura, monseñor Ojea presidió una Misa en la que animó a los fieles a abrir el corazón, manifestando que: “Nuestra Iglesia de puertas abiertas, debe ser una Iglesia acogedora, donde cada uno pueda ser sí mismo; donde cada uno pueda ser aceptado en su diversidad, en su diferencia, y sentirse hondamente amado como lo es.

 

 “Jesús recibe la vida como viene, no como un paquetito prolijo con un moño, que yo sueño que debo entregar: el Señor nos recibe como somos, a todos y quiere que aprendamos como él: “sean misericordiosos como el padre es misericordioso”.

“Qué desafío para la Iglesia, para nosotros los cristianos, ser misericordiosos como el Padre; tener el corazón del Padre.

“Sean perfectos como el Padre” quiere decir: sean sí mismos en plenitud como el Padre es acabado en sí mismo.

“Anímense a ser de verdad ustedes mismos en la Iglesia, abriendo el corazón a los hermanos para que podamos formar una verdadera familia de los hijos de Dios”.

 

Los templos de San Isidro donde se puso ganar indulgencia plenaria son: la catedral y el santuario de Schoenstatt, en San Isidro; las parroquias Jesús en el Huerto de los Olivos, de Olivos; San Gabriel, de Vicente López; Santa Rita, de Boulogne; Nuestra Señora de Aránzazu, de San Fernando; Purísima Concepción, de Pacheco; Inmaculada Concepción, de Tigre; Santa Rosa de Lima, de Munro, y San Cayetano, de Villa Adelina