Jorge Casaretto, Año de la Misericordia: Tiempo de recepción y acción

3/12/2015. El obispo emérito de San Isidro, Mons. Jorge Casaretto, destacó la gran intuición que tuvo del Papa Francisco para proclamar un Año de la Misericordia, al considerar que será un tiempo de recepción y de acción. El prelado puntualizó que por un lado es recibir la misericordia de Dios y abrirse a la misericordia que Él quiere brindar, y por otro, orientado a las obras de misericordia, como el acompañar al que sufre “combatir todo lo que sea la corrupción, todo aquello que nos aleja del espíritu cristiano y del espíritu humano, concretamente en el tiempo que vamos a vivir en estos próximos meses, preocuparnos más, no solamente por nosotros mismos sino por el país, y de una manera particular por los más pobres”. Mirá el video!

El obispo emérito de San Isidro, Mons. Jorge Casaretto, destacó que el Papa Francisco haya tenido “una intuición muy fuerte, sin duda intuición que el Espíritu generó en su corazón, al proclamar este Año de la Misericordia”.

 

“Esto es muy simple: ‘Dios es amor’ y por lo tanto la expresión de Dios hacia nosotros es siempre consecuencia de ese amor”, explicó.

El prelado precisó que “en este caso concreto el Papa quiere marcar la dimensión misericordiosa, de Dios que quiere perdonar, que lo que le sale a Dios del corazón es querer perdonar, querer acercarse a nosotros”.

Monseñor Casaretto consideró que este Año de la Misericordia es, sobre todo, “un año de recepción. Recibimos en el corazón la Misericordia de Dios, nos abrimos hacia esa misericordia que él quiere brindarnos, pero además es un año de acción”, por lo que aseguró que los católicos tienen que dar lo que reciben.

“Por eso el Papa recuerda las famosas obras de misericordia visitar a los presos, a los enfermos, acompañar al que sufre. Todas esas que son las obras de la misericordia que se llaman corporales y también las obras espirituales: aconsejar bien a los demás, dar buenos ejemplos”, detalló.

El obispo emérito sanisidrense puntualizó que en este Año Jubilar es necesario “combatir, por ejemplo, todo lo que sea la corrupción, todo aquello que nos aleja del espíritu cristiano y del espíritu humano, concretamente en el tiempo que vamos a vivir en estos próximos meses, preocuparnos más, no solamente por nosotros mismos sino por el país, y de una manera particular por los más pobres, de esa manera creo que viviremos intensamente este Año de la Misericordia que el Papa Francisco nos plantea”