Mons. Fassi: “Educar es una obra de misericordia”

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12/ 9/2015. El obispo auxiliar de San Isidro, monseñor Martín Fassi, valoró la tarea de todos los maestros al saludarlos por su día, pero destacó en particular la labor de esos que se “compadecen” porque entienden “desde adentro el sufrimiento del otro”. “Qué hermosa la tarea de un maestro cuando al entrar en comunión con los sentimientos de otra que no sabe algo, le enseña y le transmite su propia experiencia de corazón a corazón”, destacó.

El obispo auxiliar de San Isidro, monseñor Martín Fassi, alabó a “un maestro, una maestra que se compadece, que tiene misericordia, algo muy diferente a la lástima, compadecerse es entender desde adentro el sufrimiento del otro”.

En un mensaje por el Día del Maestro, el prelado advirtió “cuando un maestro o una maestra entiende el sufrimiento de una persona que está desorientada porque no sabe qué hacer, no sabe cómo hacer, no sabe cómo expresarse; al no saber no puede vincularse, no puede relacionarse”.

“Qué hermosa la tarea de un maestro cuando al entrar en comunión con los sentimientos de otra que no sabe algo, le enseña y le transmite su propia experiencia de corazón a corazón”, valoró y recordó que “lo que lo motiva a Jesús a enseñar y lo que lo caracterizaba como a un maestro diferente, era la compasión, que lo llevaba a tener, hoy diríamos, empatía”.

“Cuando Jesús empatizaba con la gente, entraba en comunión con la gente, entonces entendía lo que la gente necesitaba, y por eso era capaz de traducir al nivel de la necesidad de esa persona lo que necesitaba escuchar”, añadió.

Monseñor Fassi explicó que “Jesús entonces no se preocupaba simplemente por lo que tenía que decir, sino que también se preocupaba por entender lo que la gente necesitaba escuchar para poder vivir”.

Asimismo, afirmó que “la sabiduría es uno de los primeros y básicos alimentos, nos nutrimos a partir de lo que sabemos, y cuando nos enseñan nos alimentan, y cuando enseñamos, alimentamos”.

“Qué bueno que poder entonces así, al acercarnos a los demás, darles de comer del alimento de la sabiduría para que así, como ocurrió con el milagro de los panes, algo ocurra entre nosotros; la enseñanza pueda llegar a todos para que todos puedan vivir más dignamente. Gracias maestro, gracias maestra y ojalá que el Evangelio y el modelo de Jesús maestro, te motive siempre a entrar en compasión, en comunión con aquel que no sabe, para que sea alimentado gracias a vos”, concluyó