Más sobre la Misa Joven en el Marín. ¿Qué me queda por hacer?

 

monse ojea20/8/2015. En el día de ayer, desde temprano, aproximadamente 2.000 alumnos de 40 colegios de la Diócesis sanisidrense fueron llegando al Colegio Marín donde, bajo el lema “¿Qué me queda por hacer?”,  se celebró la Misa del Joven, que fuera presidida por monseñor Oscar Ojea, Obispo de la diócesis de San Isidro. Además de contar con la presencia del Intendente Gustavo Posse (como se informó en este site por separado), el encuentro contó con la conducción de Julián Weich y Maru Botana, además de los testimonios de Daniel Cerezo y Juan Pérsico, integrante de Agapornis para apuntalar la homilía del Obispo.

 

Este es el tercer año consecutivo en que la Junta Regional de Educación Católica (JUREC) organiza este encuentro que convoca a los alumnos que cursan el 6to. año de las escuelas secundarias, algunas de ellas parroquiales y otras con orientación católica.

 

 

Julián Weich y Maru Botana fueron quienes recibieron a los jóvenes que con entusiasmo llegaban al encuentro. Los conductores fueron los encargados de presentar a Daniel Cerezo y a Juan Pérsico, que con sus respectivos testimonios captaron la atención y el interés del auditorio.

 

 

HISTORIAS DE VIDA

 

 

Daniel, contó la historia de su vida, un camino que comenzó rodeado del amor de su familia pero con grandes carencias materiales, lo cual pudo revertir con el paso del tiempo, gracias a su voluntad y a la claridad con que se había fijado la meta de progresar a través del estudio sin renunciar a su vocación por la música y la cultura.

 

 

 

Juan compartió su experiencia, captando la atención de todos los allí presentes, al contar los comienzos de su enorme vocación por la Arquitectura que como, parte de una historia de vida muy intensa, se acopló a su afición por el deporte y la música (él es manager e integrante de Agapornis, la banda de cumbia cover argentina que creó junto a sus amigos en la ciudad de La Plata a mediados de 2010).

 

Distintos campos de la expresión, del arte y del conocimiento, se combinaron y dieron como resultado una trayectoria que incluye esfuerzo, perseverancia, humildad para seguir creciendo como ser humano.

 

SER HUMILDES Y FIELES A SI MISMOS

 

Monseñor Oscar Ojea, fiel a su estilo, se dirigió a los jóvenes en su homilía en tono pausado, con mucha claridad y calidez, transmitiéndoles valor y fe para comenzar la nueva etapa que comenzará en sus vidas al egresar de la escuela secundaria: “Pedimos a Jesús por esa vocación, por esa misión que tenemos que cumplir. Le pedimos ser valientes, contando con él, y no dejar que los miedos nos paralicen”.

 

 

comunionEl Obispo también destacó dos aspectos de los testimonios que anteriormente habían compartido Daniel Cerezo y Juan Pérsico, diciendo que: “Las dos características de los testimonios de Daniel y Juan: no se la creyeron, fueron humildes y sencillos; y fueron fieles a ellos mismos, tuvieron coraje porque supieron abandonarse en Dios”.

 

Al finalizar invitó a los jóvenes a animarse a revisar su vida, a tener presente el lema del encuentro “¿Qué me queda por hacer?”.