Gente que SI. Blanca Murall, alma mater de la Fundación Nosotros y un testimonio que se nutre del amor: “Todos somos IGUALES”
La campaña Gente que SI se difunde en videos subidos a www.hcd.sanisidro.gob.ar/gentequesi
29/4/2015. En el marco de su Programa de Promoción de Valores, el Concejo Deliberante de San Isidro lanzó la campaña “Gente que Sí”. La historia de la Fundación Nosotros está ligada en sus comienzos, a una familia numerosa de clase media, que creció y se desarrolló en el barrio de Acassuso. El padre, Roberto Murall, fue empleado público hasta jubilarse y la madre Blanca, ama de casa, es “alma mater” y la referente fundamental de esta increíble historia de amor y sacrificio. Conocela! Gente que Sí restaca hechos de vida de vecinos de San Isidro que realizan actividades extraordinarias y que pueden conocerse en el sitio www.hcd.sanisidro.gob.ar/gentequesi. La creadora de la Fundación Nosotros es una de sus exponentes.
Blanca Murall, una de las protagonistas de la Campaña Gente que Sí que realizan de manera conjunta el Concejo Deliberante de San Isidro y la agencia Prójimo, de La Cava, creó junto a su marido Roberto el Hogar y Fundación Nosotros cuyos objetivos son ayudar a los chicos con discapacidad intelectual a entrar en la sociedad, educarlos para integrarlos.
A lo largo de todos estos años, aún hoy hay dos palabras que llaman la atención de la familia Murall, ellas son “locura” y “admirable”. Cuando los padres se arrojaron a esta forma de vida maravillosa, tanto a amigos como a familiares y vecinos se los escuchaban decir, que esto era una locura y otros pocos, que lo que ellos hacían era admirable. Aun hoy se sigue escuchando las mismas palabras y curiosamente le sigue llamando la atención a toda la familia.
Si bien es cierto que en sus principios la audacia de Blanca y el inmenso apoyo y espíritu de su marido, estaban cargados con cierta dosis de locura, que para la familia se llamaba Fe, por otra parte también es cierto que jamás se les ocurrió, que esa decisión tomada en la mesa de la casa en el año 1981 acerca de Javier, se convertiría en este increíble y humano proyecto llamado Fundación Nosotros.
En el año 1981, Blanca asistía como voluntaria al Cotolengo Santa Rosa, de la Obra de Don Orione, para ayudar con la limpieza y el mantenimiento del lugar. Allí vivía Javier, un niño de 7 años con Síndrome de Down, que fue abandonado y que desde un comienzo la había cautivado.
LECCIONES DE LOS HIJOS DEL CORAZÓN
“Todavía recuerdo cuando una noche junto a la mesa, se planteó la idea de adoptarlo –memora Blanca-. En casa la aceptaron todos con verdadero agrado, y así Javier llegó en marzo de 1982. Luego de un tiempo veíamos que Javier necesitaba un compañero, y decidimos traer a Luis, de 8 años, hijo de una violación, con su madre internada en un hospital psiquiátrico. Luis llegó a casa en diciembre de 1982. Creemos sin dudar, que fue él quien nos ayudó a formarnos y a tener fe y confianza en la recuperación familiar y social del Deficiente Mental, ya que cuando lo trajimos a casa y con sus 8 años no tenía adquirido ningún tipo de hábito a tal punto que teníamos muchas dudas de si podría continuar con nosotros; fue en esa época que surgió la idea de crear un Hogar”.
Cuando Javier y Luis tenían 11 años, el Juez les envió a Olguita quien llegó en mayo de 1985, una jovencita de 12 años con Síndrome de Down que vivía en los ferrocarriles y en las estaciones de subte, obligada a pedir por sus mayores. Al instante ella ocupó el lugar del equilibrio, ya que fue para los hermanos, la hermana que carecían y para toda la familia una persona muy especial con el don de la alegría y de la vida.
“Luego de transcurridos años de convivencia en familia –relata Blanca- comenzamos a notar la problemática de la persona con discapacidad y pensamos en la manera de encontrarle un espacio para poder ser aceptada en nuestra sociedad. Llegamos al ‘85 y una tarde de domingo, toda la familia propuso crear la Fundación Nosotros, a la cual se integraría el Hogar. Así fue como en un acto sencillo y sin ningún tipo de repercusión lo hicimos. Para comenzar, creímos en la necesidad de realizar un proyecto que funcione juntamente con el Hogar y allí nace la idea de fundar un Centro de Formación Laboral, para intentar por medio del trabajo, que éstos jóvenes logren tener un lugar en nuestra comunidad. Luego de mucho esfuerzo y ayuda de la comunidad el sueño se hizo realidad, en marzo de 1989 abrió sus puertas el Centro de Formación Laboral, con distintos talleres de oficios listos para preparar a todos los jóvenes discapacitados que se acercaran para lograr realizar productos de alta calidad y, de ese modo, poder insertar esa mano de obra en un mercado competitivo”.
Desde 1985 trabaja para la inclusión de personas con discapacidad intelectual y dice: “Nosotros queríamos incluir en la sociedad a estos chicos por que los veíamos muy aislados. La venida de estos chicos educó mi vida”, confía Murall.
Decidió adoptar un niño con Síndrome de Down: “Cuando adoptamos a nuestro primer hijo con discapacidad intelectual no sabíamos que eso significaba pero dijimos que SI“, dice Blanca, con felicidad. Luego adoptarían cuatro hijos más, también con discapacidad intelectual.
LA RIQUEZA DE LA IGUALDAD
Cabe aclarar que Blanca ya tenía cinco hijos biológicos. “Esta transformación en la familia fue difícil pero muy satisfactoria. Así fue como nació la Fundación Nosotros. Vivir con estos hijos es una riqueza. Ellos por su condición reciben muchos títulos, para mí son todos iguales”, cuenta Blanca.
La Fundación cuenta con un área de formación laboral (panadería, carpintería, dulcería, jardinería, etc), un centro de día donde se enseñan las actividades de la vida diaria y un colegio para la instrucción educativa.
Segunda parte del video que relata la historia de Blanca Murall
