Marí Marí contagió su alegría por las calles de Martínez

17/2/2015. Como anunciáramos ayer en este site con el desfile de la comparsa Marí Marí, San Isidro le puso un broche de oro a sus Carnavales 2015.  La fiesta arrancó el sábado cuando unas 40 mil personas ganaron las calles de Boulogne en un festejo popular que se vio coronado por Los Totora.  Una docena de murgas llevaron el pulso y contagiaron su alegría y virtuosismo este lunes por la ciudad de Martínez. Tras los desfiles de las comparsas locales, no faltaron los premios y la agrupación entrerriana deleitó con sus trajes y bailes. El Intendente Gustavo Posse y el presidente del HCD, Carlos Castellano, acompañaron a los vecinos que salieron a la calle a apropiarse de esta celebración que gozó de una impactante puesta en escena. No te pierdas las fotos!!!

Es la tradición de cada año, un rito que se renueva con todo el vigor, como una de las mayores fiestas populares que convoca a celebrar en familia. En ese mágico juego los bombos y tambores despliegan su liturgia, las pasistas llevan el pulso y el ritmo de un desfile que resulta mucho más que un espectáculo, regalan ritmo, pasión y mucho color. Una fiesta enraizada en las más profundas tradiciones, esas que no se pierden, que se tutean con la cultura rioplatense que emerge con toda su fuerza en duelo danzas, brillo e iridiscencias.

Una docena de murgas locales pasearon su talento por las calles de Martínez, los Locos por el ritmo de San Isidro, Simpáticos por Costumbre, Los Galanes de Villa Jardín, Los Auténticos de Boulogne, Los Apasionados de Boulogne, Los Soñadores de Beccar. Los Divertidos de San Isidro, Los Incomparables, Los Elegantes de Boulogne, Los Locos del ritmo, Los Distinguidos y Los Soñadores de Boulogne, fueron algunas de las agrupaciones que derrocharon talento y energía.

La fiesta comenzó pasadas las 18.30 con el desfile de las murgas a lo largo de 500 metros por la avenida Fleming y Juncal, en Martínez. Organizado por la subsecretaría de Comunicación y Cultura del Municipio, participaron del show más un millar de murgueros de todas las edades, que enfundados en sus vestuarios coloridos transformaron la calle en un verdadero corsódromo.

A las 23, llegó el turno de Marí Marí: más de 70 integrantes de la comparsa entrerriana – la más importante del país- desfilaron por la calle, mientras miles de vecinos bailaban y aplaudían desde los costados, sin importar la lluvia que comenzó a caer sobre el final del espectáculo. Los artistas, con imponentes vestuarios y trajes, pasaron bailando sus coreografías y contagiando felicidad y sonrisas su paso.

Marí Marí significa Buen día o el amanecer. Por eso, desde sus comienzos se lo representa con un gallo, el sol naciente o bien con ambas cosas. Una de las claves del éxito de esta tradicional comparsa, aparte del esplendor de sus trajes y la belleza de sus pasistas, son las coloridas puestas en escena y el contenido de sus canciones.  Además, Marí Marí fue la primera comparsa que introdujo, al igual que las de Brasil, un tema samba o samba enredo, tanto en la música como en el baile.

El sábado, como se dijo,  las murgas habían desfilado en Boulogne, con un cierre de lujo a cargo de “Los Totora”, donde más de 40.000 almas disfrutaron de un show gratuito que cautivó a familias enteras.

“Es un lujo que el cierre sea con una comparsa con tanto prestigio como Marí Marí. Viene gente de todos lados a verlos”, deslizó el Intendente Gustavo Posse luego de entregarle a la reina de la comparsa de Gualeguaychú una placa en agradecimiento por su visita a San Isidro.

Acompañado por el presidente del legislativo local, Carlos Castellano, el jefe Comunal destacó que las murgas locales se preparan durante todo el año, haciendo los trajes y los instrumentos, para desfilar en el carnaval y celebrar con todos los vecinos. “Son murgas sociales, que contienen a  niños y jóvenes. El Municipio los ayuda y les brinda todo su apoyo”, valoró.

Aquí algunas de las postales de esa noche mágica que entusiasmó a familias enteras y a cientos de chicos que fueron los verdaderos protagonistas de los festejos. Espuma en mano, no dejaron de bailar, correr y divertirse durante una jornada en la que todos tenían algo por compartir en ese espacio común que es la calle en este caso ganada para el vecino y que reafirma el carácter del carnaval como la fiesta más popular del calendario.