Mons. Ojea: “La trata es una de las grandes miserias de la humanidad”

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9/2/2015. : El Obispo de San Isidro, monseñor Oscar Ojea, adhirió a la Jornada Internacional contra la Trata de Personas, que se realizó este domingo en el Vaticano, al advertir que “el mundo sufre hoy el fenómeno espantoso donde hermanos nuestros están sujetos a la explotación, al comercio sexual y otras formas de esclavitud”. “Es uno de los males más grandes del mundo en que vivimos”, sostuvo en un mensaje, en el que también citó al papa Francisco, quien en reiteradas oportunidades condenó este delito y llamó a orar por quienes viven de este comercio “horrible, para que puedan cambiar el corazón”.

El prelado sanisidrense adhirió a la Jornada Internacional contra la Trata de Personas, que se realizó este domingo en el Vaticano, al advertir que “el mundo sufre hoy el fenómeno espantoso donde hermanos nuestros están sujetos a la explotación, al comercio sexual y otras formas de esclavitud”.

“Generalmente estas personas son engañadas con la promesa de ganar dinero fácil. Son llevados a otros lugares donde no conocer a nadie y son privados de su libertad. Lugares muy lejos de su tierra, de sus pueblos y allí aquellos que viven de este comercio los explotan”, recordó en un mensaje.

El pastor de la Diócesis destacó que el papa Francisco viene denunciando, desde que era arzobispo de Buenos Aires, “esta miseria del mundo de hoy en la cual hermanos nuestros están sometidos a este comercio” e indicó que el pontífice “nos pide una oración para ponernos al lado del dolor, del silencio y la impotencia que viven estos hermanos nuestros sometidos a esta pobreza tan profunda”.

“Al mismo tiempo pone el Papa también en la oración a estas personas que viven de este comercio terrible, para que puedan cambiar el corazón. Esta realidad de la trata de personas es una de las consecuencias de la violencia del mundo en que vivimos. Hay que terminar con una ofensa tan grande, que atenta contra la dignidad de las personas, negándoles el derecho a la libertad. Es uno de los males más grandes del mundo en que vivimos”, sostuvo.

Por último, monseñor Ojea invitó a rezarle a Santa Josefina Bakhita, una mujer africana que fue comprada por un hombre para sacarla de la esclavitud y vivió su vida religiosa entregada a los más pobres y con una enorme sensibilidad sobre este problema, al que el obispo insistió en considerar “una de las grandes miserias de la humanidad”.