Hijos y Amigos de San Isidro y un rito distintivo. 179 SERENATAS con sus flores y balcones: ELLAS DIERON LA NOTA

homenajeada, cantante guitarristas

Luis Ferroni, Carlos Castellano María del Carmen Maratea
homenaje casco
10/12/2014. Superando con creces los “70 Balcones…” del recordado poema de Baldomero Fernández Moreno, pero en este caso con muchas flores y no pocas rimas, el sábado último la gente de la asociación “Hijos Amigos de San Isidro”, tuvo la feliz idea de cerrar el año con un multitudinario ciclo de serenatas que agasajó a seis vecinas de la comunidad sanisidrense. La galante iniciativa, que tuvo lugar en emblemáticos escenarios del casco histórico – arrancó en las cinco esquinas de la calle Chacabuco, pasó por el Colegio de Escribanos, la Biblioteca Popular Pueyrredon, la plazoleta Domingo de Acassuso y la Casa Museo Alfaro, entre otras-, contó con la complicidad de guitarristas, cantantes y recitadores de prosas que emocionaron entre otras a María del Carmen Maratea, Silvia PereiroLidia Orellana, Rosita Prino, la señora Urroz y María Paternostro. También hubo un reconocimiento al cantante Héctor Moyano y el historiador y presidente de la entidad, don Jorge Tirigall, trazó una impecable reseña de característicos edificios y vecinos del casco en una noche sencillamente mágica donde se valoró el pasado.común. ”Estos encuentros rescatan el romanticismo y ese respeto a la mujer que lamentablemente en algunos lugares se ha perdido – destacó el presidente del legislativo local, Carlos Castellano-. Que se ponga en valor nuestra historia, el de las familias, las tradiciones y lo urbano hace bien. Lo que Hijos y Amigos realiza es recordar quiénes fueron los pioneros de esta ciudad que se ha basado en la cultura del esfuerzo, en la solidaridad y la participación del vecino. Sin duda, San Isidro creció, se hizo grande y es una referencia en el área metropolitana, por los valores que nos legaron esos pioneros”, resumió.

 

 

La noche despuntaba agradable, primaveral, con un cielo ple cantan a marateaoblado de estrellas y una luna imponente, ideal para el romanticismo y compartir un encuentro poco común y pleno de emociones en estos tiempos ganados, las más de las veces, por la vorágine del día a día. “Esta ronda de serenata es la N° 33, en 25 años de existencia. Al finalizar esta jornada habremos homenajeado a 179 vecinas”, reseñaba desde el altoparlante con diáfana voz, Horacio García, secretario de la entidad histórico cultural Hijos y Amigos de San Isidro mientras en la plazoleta que recuerda a Paul Harris, fundador del Rotary Club y al pintor y medallista sanisidrense Luis Aquino, sobre la íntima y característica calle Chacabuco, allí donde se enfrentan cinco esquinas, comenzaba a llenarse de vecinos.

marcos rospideClásica y característica es todo aquello que logra vencer el paso del tiempo, eso cuya construcción, admiración y duración se vinculan con un ritmo permanente a un pasado común, perdurable, ajeno al lento devenir de los días. Así es Chacabuco a esa altura y el historiador Jorge Tirigall, que supo residir con sus hermanos en esa calle plena de pintoresquismo y recuerdos, la evoca relatando una sucesión de hechos y personajes muy vívidos.

 tirigall chacabuco Acto

castEllano acto hijos“Estar una noche de primavera en este lugar es maravilloso –dice Jorge ante los vecinos que poco a poco fueron arremolinándose en derredor-. Este lugar era exactamente el centro de San Isidro, en los años liminares. Un busto recuerda al artista plástico y medallista Aquino, otro al fundador del Rotary Club Internacional. Un poco más allá estaba la Confitería Steinhauser, cuya sede central se encontraba en Belgrano. Donde hoy se levanta el Banco Macro, una placa nuestra destaca que ahí estaba la “Caballeriza de Acevedo” en los tiempos de Rosas, más tarde cochera y corralón. Aquí vivió también, Don Natalio Salvatori, el primer ciudadano ilustre del partido, que supo ser benefactor y filántropo. Allá residía la familia Indart, uno de ellos fue Intendente y en la esquina, el maestro Castrini montó su escuela, casi al lado, estaban las chicas de Zárate y un poco más allá, María Mercedes Zelaya Zamora –profesora del Conservatorio Williams conocida por todos como “La Tota”- que sacó muchos pianistas y brillaron más tarde como concertistas”, indicó

 

 

 

Buceando en su fértil memoria, Tirigall pudo precisar dónde vivían los Pérez que tenían una Carpintería, que en la esquina de 9 de Julio y Chacabuco estaba la tradicional Farmacia Perlender y del otro lado, en Ituzaingo y Díaz donde emerge hoy el Banco Santander, tenía su sede la “Panadería Argentina” (ahora está en el edificio contiguo), la más antigua de toda la Zona Norte, ese edificio es de 1912 y fue fundada en 1887”, reseñó con notable lucidez.

 le cantan a maratea abrimos

maratea homenajeadaEn ese relato que enhebró historias de la Chacabuco de otros tiempos, Tirigall observó que el busto del tres veces Intendente Andrés Rolón que se erige justo enfrente de lo que era la Despensa “Johny”, de los Rojas -en Díaz, Chacabuco e Ituzaingó- originalmente era de bronce pero tras su robo a manos de vándalos debió ser reemplazado por uno de piedra que se conserva hasta hoy. “Desde este lugar donde están estos adoquines puestos por los italianos antes de 1900 y hechos por los presos de Sierra Chica, vamos a comenzar este romántico ciclo de serenatas”, deslizó e invitó al nutrido grupo de vecinos a dirigirse al pórtico del Colegio de Escribanos. Allí aguardaba junto a la reja colonial, María del Carmen Maratea y un pequeño trío de músicos las agasajó con una serenata. Tras reseñar la trayectoria y su especial aporte a la comunidad, María recibió de manos del titular del HCD, Carlos Castellano y de Luis Ferroni, del Club de Leones de Martínez, un ramo de coloridas flores y un diploma que sellaron la galante iniciativa.

 

 

“Esto es muy lindo y creo que solamente en San Isidro se pueden hacer estas cosas, porque solo aquí los vecinos lo disfrutan y comparten de un modo tan especial. Esto es muy nuestro, muy lindo y nos hace distintos”, confió Teresita Capparelli, siempre ligada al trabajo con las colectividades en tanto el escribano Marcos Rospide, asentía y no dejaba de aplaudir a la homenajeada.

 homenaje dos

De pronto, se produce la llegada de Susana Testorelli –mujer del recordado presidente de Hijos y Amigos y de otras tantas instituciones dedicadas a difundir y rescatar el acervo local- y el gentío que se encaminaba al segundo pórtico junto a la Boutique del Libro, le tributa un cerrado aplauso.  Es que esa noche, ellas eran el centro de todas las miradas, Silvia Pereiro –familiar de Helio, un valuarte de las serenatas- Lidia Orellana, Rosita Prino, la señora Urroz  y María Paternostro fueron también agasajadas en la trigésima tercera ronda de serenatas, ese grato encuentro que todos los años prepara la entidad para coronar el año.

Precisamente, Jorge Tirigall se anima al balance: “Este año fue muy laborioso y positivo. Recordamos a la gente de San Isidro que participó en la gesta de la Reconquista durante las invasiones inglesas; también realizamos dos jornadas de historia, una de ellas dedicada a reseñar lo hecho por los italianos en este pueblo; homenajeamos a instituciones como EPAMM y a colegios de la zona, como el Comercial Manuel Obarrio –enumeró-. Colocamos placas en lugares característicos, como la Santería Stella Maris – la más antigua de San Isidro, que data de cuando la calle 9 de Julio era empedrada y tenía sus naranjos y azares- ahí nomás de Joyería Testorelli y también junto a la señora Lola Repetto rescatamos la figura de Sor Camila Rolón. En Julio descubrimos un busto en el Hospital Central recordando a la religiosa cuya causa se encuentra en proceso de beatificación en Roma

 

 

carlitos mujeresComo bien dice Castellano mientras la multitud se desplaza hacia la Biblioteca Juan Martín de Pueyrredon para homenajear a otra vecina, “la actividad que cumple Hijos y Amigos de San Isidro es única en el Gran Buenos Aires. Ellos ponen en valor nuestra historia. Recuerdan quiénes fueron los pioneros de esta ciudad que se ha basado en la cultura del esfuerzo, en la solidaridad y la participación del vecino. Sin duda, San Isidro creció, se hizo grande y es una referencia en el área metropolitana, por los valores que nos legaron esos pioneros”.

 

Es que a través de historias, anécdotas y pequeños gestos que se plasman en plaquetas o agasajos como el de las serenatas, ellos abrevan en vivencias que hacen a una identidad común, que tienen que ver con eses rasgo indeleble de la idiosincrasia de una comunidad que ha sabido nutrirse en sus tradiciones, reeditarlas y enriquecerlas, resignificándolas para los más jóvenes con visión de futuro