Mons. Fassi dijo que su PRIMERA RAÍZ ESTÁ EN SAN ISIDRO: Ser Obispo “es una nueva entrega, más honda y generosa”

 

 

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25/11/2014. El flamante obispo auxiliar electo de la diócesis de San Isidro, monseñor Martín Fassi, compartió algunas impresiones de su reciente nombramiento episcopal y aseguró que su designación lo comprometerá aún más en la tarea de llevar el evangelio a todos. Se reconoce “muy hijo de esta Iglesia diocesana”, y agradece al papa Francisco por la confianza en él depositada. Hoy, a las 9.45 el prelado designado por el Papa Francisco, como se anunció desde estas páginas, compartirá un mano a mano con la prensa local. Lo acompañará el Obispo de la Diócesis, Mons Oscar Ojea. Fassi será ordenado oficialmente como Auxiliar el venidero 11 de Diciembre, a las 20.30 en la Catedral de San Isidro. Vale agendar!

 

El flamante obispo auxiliar electo de la Diócesis de San Isidro, monseñor Martín Fassi, compartió algunas impresiones de su reciente nombramiento episcopal y aseguró que su designación lo comprometerá aún más en la tarea de llevar el evangelio a todos. Se reconoce “muy hijo de esta Iglesia diocesana”, y agradece al Papa Francisco por la confianza en él depositada.

 

En una entrevista con la Oficina de Prensa del obispado, monseñor Fassi reconoce que su nueva misión lo comprometerá aún más en lo personal.

 

“Lo primero que me viene a la memoria es una especie de «navega mar adentro». Por un lado, en lo personal, es una entrega, una nueva entrega, más honda y generosa. Entrega que llama a compartir más de cerca los trabajos por el evangelio”, dice el prelado.

“Por otro lado –agrega– estoy agradecido por el gesto de confianza del papa Francisco. Agradezco lo que estoy viviendo estos días: la alegría del pueblo de Dios, que es lo que me sostiene”.

¿Cuáles son tus referentes como obispos? Que sacerdotes han marcado tu vida? 

– Mis modelos son los más cercanos, Oscar Ojea y Jorge Casaretto. Después, monseñor Iriarte. También me doy cuenta de que soy lo que soy gracias a muchos curas que me acompañaron, como el obispo Juan Rubén Martínez, el padre José Recondo, el padre José Vallarino, el padre Fernando Bargalló.

¿Cómo te imaginás tu trabajo en la diócesis?¿Cómo se vive ser Obispo para la propia Diócesis? 

– La alegría de la gente es tan grande que me parece que se ha creado en la diócesis un vínculo muy lindo. Yo me siento muy hijo de la Iglesia diocesana de San Isidro. Estuve misionero en el Chaco, en Cuba y siempre sentí que mi primera raíz estaba en San Isidro. Por eso volví después de cada misión. Es un vínculo muy fuerte con muchas comunidades parroquiales.