La Plaza Carlos Gardel, en Beccar, testigo de cambio y progreso. La fuerza de una comunidad que CADA DÍA VIVE MEJOR
18/11/2014. Los pobladores bautizaron a la plaza y a la unión vecinal con el nombre de El Zorzal Criollo, para poner al barrio en el mapa. Con esfuerzo, trabajo solidario y el apoyo municipal llegaron las obras, la infraestructura y las calles de tierra supieron del pavimento y la llegada de los servicios. Hoy la primitiva Plaza Carlos Gardel, el punto de encuentro de los vecinos y que supo de los primeros desvelos, luce renovada. Ubicada en Guido y Roma, ahora tiene más juegos infantiles e integradores, una estación saludable, bancos y mesas y alumbrado a full. Historia de un rincón de Beccar que conjuga lo antiguo y lo nuevo con sabiduría y que se enriqueció con el esfuerzo de todos
Muchas veces desde se dijo que las necesidades comunes unen y reúnen a la gente tras un objetivo. Así, animados por el espíritu de trabajo solidario y fomentista los vecinos de Beccar Noroeste, muy cerquita de la barriada de Monte Viejo, acunaron el sueño de tener una plaza, una unión vecinal y un jardín de infantes. A los dos primeros los bautizaron con el nombre de Carlos Gardel, tratando de darle identidad a un lugar un tanto alejado y con no pocas carencias. Por entonces – en el 57- las calles eran de tierra, los servicios no llegaban y el nombre del Zorzal Criollo ciertamente los ubicaba en el mapa.
UN ÍDOLO POPULAR QUE LOS PROYECTO
“Buscamos que se llamara Carlos Gardel porque era un ídolo popular, una persona muy conocida. Ocurre que el lugar era un páramo muy alejado de la posibilidad que llegaran los servicios, el progreso y la educación de modo que elegimos a una figura popular para que sea un lugar conocido”, dice Ricardo un hombre que fue testigo del cambio. La sociedad de fomento o Unión Vecinal Carlos Gardel no tenía sede, rotaba siempre por la casa de un vecino. Los integrantes de la primera comisión comenzaron a construir sin prisa pero sin pausa las primeras aulas del jardín, disponían de las horas libres que les dejaba su trabajo y de las donaciones que recibían o de lo que recaudaban por las actividades que realizaban en la plaza: ferias, carreras de embolsados, choripaneadas y demás. “El día más importante era el del fallecimiento del mejor cantante de todos los tiempos, Carlos Gardel –memora Ricardo y se le humedecen los ojos- . Venían de todos lados y qué nivel de artistas. Por acá pasó Edmundo Rivero, Héctor Varela, Rufino”, dice y asegura que sus felices iniciativas tuvieron su correlato en la gestión del médico pediatra del barrio, que también vivía en la calle Guido, el dr. Melchor Posse. “El “Cholo” atendió a mis tres hijas” –confía- y apoyó desde el Municipio la construcción del jardín y de la plaza. “Sin su apoyo nada de esto hubiese sido posible”, asegura. Su hija Silvia formó porte de la primera camada de alumnos y su mujer Margarita, presidió la Asociación Cooperadora.
Lo cierto es que esa bucólica barriada forjada por una fuerte participación de inmigrantes conjuga aún hoy recuerdos, tradiciones y espacios renovados, en un crecimiento armónico e integrador que no ha perdido la identidad pero que exhibe el progreso. “Mi padre estaba muy comprometido con el desarrollo de esta parte de Beccar –observó el Intendente Gustavo Posse-. Aquí viví de chico y cuando concurro a un acto, a veces me sucede algo muy peculiar: cuando llego con el auto ya sea a un encuentro con vecinos o a un acto público o a visitar un jardín de infantes, me ha pasado y lo digo con humildad: a veces no me ubico respecto del lugar donde estoy. Entonces vuelvo a situarme con la memoria: esta es la esquina, aquel árbol, allá la escuela, esa era la casa. Tenemos muchísimas dificultades a superar, pero la verdad es que toda esta zona de Beccar ha crecido muchísimo”, valora.
PROGRESO CON CALIDAD DE VIDA
El barrio ha cambiado, ha ganado en calidad de vida. La plaza -que era el punto de encuentro de los vecinos hoy luce fantástica. En efecto, el sábado último en una jornada a pleno sol y con no pocas familias como testigos del logro compartido, Intendente Posse cortó las cintas de este completísimo y armónico espacio verde ubicado en Guido y Roma (Beccar).
En el predio, de 8.000 metros cuadrados, se instalaron nuevos juegos infantiles e integradores y una estación saludable, triplicando así la cantidad de aparatos que había allí.
“Un parque es la extensión de una casa. Buscamos que los vecinos puedan sentirse cómodos y seguros, que el lugar sea lindo y que puedan disfrutarlo todos. Después de realizar las obras subterráneas, que no se ven, es el momento de trabajar en la superficie”, graficó Posse.
