Informe exclusivo. EL PROBLEMA DE LAS VILLAS EN SAN ISIDRO Parte 1. Dos modelos…POSIBLES SOLUCIONES

 La Horquilla en la actualidad y su geografía en el 2001

13/11/2014. Algunos los llaman “barrios marginales”, otros “villas”, en realidad son una herida abierta, un evidente drama social que delata exclusión y no pocas promesas incumplidas. En San Isidro hace más de diez años comenzó a alentarse la esperanza de darle en forma paulatina, una solución definitiva al problema. Con el antecendente de La Horquilla, una feliz iniciativa que reubicó y promovió a unas 76 familias a una mejor calidad de vida, el Intendente Gustavo Posse propuso ahora un plan de realojamiento para 62 familias de la villa Uspallata, en Beccar. Fue duramente criticado por Sebastián Galmarini, Santiago Cafiero y otros. Posiciones encontradas en torno a un mismo tema: consolidarlas aún a costa de un crecimiento imparable o darle a sus habitantes la posibilidad de elegir el barrio donde echar raíces, integrándolos a una comunidad y pasar a ser un habitante más con todo lo que eso significa. El papel de La Cámpora y sus proyectos.

La villa Uspallata, en Beccar, empezó como otras con una pequeña  usurpación de terrenos a un particular y parte de las calles en Iberlucea y Padre Acevedo.

Después, en 1997, la Provincia a instancias de la entonces diputada provincial Teresa García, expropió esos terrenos mediante una ley, supuestamente para destinarlos a vivienda.

Pasó el tiempo y el gobierno bonaerense no hizo nada. Los que sí hicieron fueron los propietarios: un juicio por el cual se declaró la inconstitucionalidad de la ley que dispuso la expropiación. 

Mientras tanto, pasaron más de 15 años y ya hay 62 familias viviendo precariamente en el lugar.

Ese fallo de inconstitucionalidad también dice vagamente que “la Provincia debe atender la situación de las personas que ocupan las tierras”, pero lo cierto es que con ese fallo, los propietarios tienen vía libre para desalojarlos.

La Municipalidad, entretanto, buscó una solución como la que implementó en “La Horquilla”, otra villa de dimensiones reducidas, donde compró el terreno, consensuó con los ocupantes la búsqueda de casas o departamentos en San Isidro o en otros lugares y los ayudó a hacer los papeles, siempre con la condición de que esas propiedades no podían ser vendidas ni transferidas por 10 años. Después vendió el terreno y recuperó la plata.

Sin costo, una villa menos y vivienda para los que durante años vivieron hacinados en el barro, sin baños y con casas de chapas o cartón.

En ese lugar, el estudio de arquitectura que compró el terreno construyó algunos departamentos que se vendieron financiados para compradores de clase media. (ver recuadro)

SE DESATA EL DEBATE

Posse mandó al Concejo Deliberante un proyecto para comprar esas tierras, crear una Comisión Ejecutora con representantes de la Municipalidad, del Concejo Deliberante y de los que viven en el lugar. ¿Ejecutar qué? El plan de realojamiento.

Pero empezó una gran discusión entre quienes quieren reubicar y los que se oponen. En declaraciones a los medios senador provincial del Frente Renovador, Sebastián Galmarini, consideró que “el hecho de que el jefe Comunal ofrezca un subsidio de 350.000 pesos a los habitantes de esas tierras con el fin de que se radiquen en otras provincias o municipios es sumamente ofensivo”.

También descargó munición gruesa el sciolista subsecretario de Modernización del Estado bonaerense, Santiago Cafiero, diciendo que el proyecto de erradicación estaría “vulnerando derechos con acciones, sin consensos, de absoluta exclusión y discriminación social”.

No se sabe qué va a pasar ahora. Pero hay 2 posiciones antagónicas. Por un lado, el municipio que propone darle una solución habitacional a los ocupantes y recuperar la plata con la venta de las tierras. Y los que proponen que nuevamente se expropie y se permita a los ocupantes seguir en el lugar.

LOS QUE ESTÁN A FAVOR DE LOS ASENTAMIENTOS

Luis Delía, el ex subsecretario de Tierra y Vivienda, aseguró que en las villas “la calidad de vida ha mejorado notablemente” durante los gobiernos de Néstor y Cristina Kirchner.

Junto a su mujer, la diputada Alicia Sánchez, impulsó la Ley de Hábitat para obligar a grandes emprendimientos inmobiliarios a ceder tierras para la construcción de viviendas sociales. Precisamente, la diputada Sánchez fue la que impulsa ahora nuevamente una ley de expropiación de los terrenos de Uspallata, situación que ya había sido declarada “inconstitucional” por la Corte.

Andrés “El Cuervo” Larroque, titular de La Cámpora presentó el pasado 25 de Junio un proyecto de Ley para instituir el “Día de los  valores villeros”.El proyecto fue  co-firmado, entre otros por la sanisidrense María Teresa García, que también es presidente del PJ local. La iniciativa quedó en condiciones de ser considerada en sesión del cuerpo para su aprobación.

El senador provincial Sebastián Galmarini, hijo de Marcela Durrieu y el “Pato” consideró que la decisión del Intendente de San Isidro, Gustavo Posse, de “erradicar” un asentamiento en el barrio Uspallata, en Beccar, es “discriminatoria y ofensiva hacia los vecinos”. Sostiene una posición similar a la del kirchnerismo, que propone que se queden en el lugar.

El subsecretario de Modernización del Estado bonaerense, Santiago Cafiero, dice que el proyecto de erradicación estaría “vulnerando derechos con acciones, sin consensos, de absoluta exclusión y discriminación social”. Avala una nueva expropiación. Al igual que Galmarini, en su momento se opuso al plan que se aplicó en La Horquilla.

CRECIMIENTO IMPARABLE. Según el Censo 2010, en la Ciudad de Buenos Aires, en 10 años la población en villas creció el 50%. Ese mismo censo estimó que en la Provincia de Bs. As. casi medio millón de viviendas no tenían agua dentro de sus casas hace 4 años. Algunos calculan que ahora, la población de las villas es de 2 millones de personas