El obispo celebró una misa en Lourdes de Santos Lugares. Ojea en el Día del Enfermo: fortaleza, paciencia y esperanza

 

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9/11/2014. El obispo de San Isidro, Monseñor Oscar Ojea, convocó a celebrar el sábado último el Día del Enfermo “pidiéndole al Señor esa fortaleza, esa paciencia, esa esperanza, que necesitan todos nuestros hermanos enfermos y que vamos a necesitar nosotros también, estando enfermos, para poder luchar, superar la enfermedad, poniendo nuestra mano y tomándonos fuerte de la mano del Señor y de la Virgen de Lourdes, salud de los enfermos”. El prelado ofició concurrida misa por los enfermos el sábado 8, a las 11, en el santuario de Nuestra Señora Lourdes, en Santos Lugares.

 

El pastor de la Diócesis sanisidrense difundió un mensaje con motivo del Día del Enfermo, que se celebró este sábado. El prelado señaló que la enfermedad “es una prueba enorme, para nuestra paciencia, para nuestra confianza en Dios, para nuestra esperanza, para nuestro ánimo y también, para nuestra capacidad de lucha”.

El obispo reconoció que en momentos de enfermedad, cuando uno puede sentirse “muy abandonado y muy solo”, pueden aparecer “pensamientos muy negros, ideas de mucha desesperanza y de mucha tristeza”, y aseguró que para esas ocasiones es importante “la mano del hermano, el recurso a la oración, la fuerza de la oración”.

“La experiencia de la Iglesia nos dice que cuando rezamos por los enfermos y cuando los enfermos pueden rezar, esa cadena de oración y la fuerza del Señor Jesús, que quiso identificarse con los enfermos: ‘estuve enfermo y me visitaron’, dice en el capítulo 25 de San Mateo, el Señor se quiere identificar con esta particular soledad, con esta particular situación, de fragilidad y de limitación, que vive el hermano enfermo”, subrayó.

Monseñor Ojea sostuvo que “por eso es tan importante que nosotros podamos acompañar, visitar, estar presente, animando a los hermanos enfermos. Escuchándolos. Necesitan tanto de nuestra compañía y de nuestra escucha. Es importante también, como un entrenamiento, para cuando nosotros estemos en la misma situación y tengamos que enfrentar también la fragilidad”.

“Celebramos el Día del Enfermo, entonces, pidiéndole al Señor esa fortaleza, esa paciencia, esa esperanza, que necesitan todos nuestros hermanos enfermos y que vamos a necesitar nosotros también, estando enfermos, para poder luchar, superar la enfermedad, poniendo nuestra mano y tomándonos fuerte de la mano del Señor y de la Virgen de Lourdes, salud de los enfermos”, concluyó