Ciclo HCDSan Isidro en boca de Todos. Fernández Meijide habló de la juventud de los ´70. No fueron héroes, sino HUMANOS

 

Graciela mirada

recinto4/10/2014. Ante un recinto deliberativo sanisidrense poblado en sus bancas la ex integrante de la CONADEP y fundadora de la Asociación por los Derechos Humanos presentó su libro “Eran humanos, no héores” donde expone una dolorosa reflexión sobre el fenómeno de la violencia que sacudió a la Argentina en los años ´70. meijide firma libro a juncosUn documento revelador que se pregunta cómo miles de jóvenes, sobre todo de clase media, se sumaron a la lucha armada tratando de remedar fenómenos revolucionarios que se producían en otras latitudes. “Ese traslado casi mecánico de procesos que ocurrían en otros países fue un error porque no tomó en consideración cuál era la realidad en cada país”, reflexionó.La escritora encara con afán de ecuanimidad un análisis de esa historia violenta de los años de plomo que aún nos sigue pesando.

 

 

“¿Por qué nos pasó lo que nunca debió habernos pasado?”, se plantea Graciela Fernández Meijide en su libro “Eran humanos, no héroes”. La compleja respuesta a esa pregunta inquietante e inevitable, en buena parte condensada en el título, se traduce en un texto alejado de la memoria testimonial, a pesar de ser ella madre de Pablo, secuestrado y desaparecido a los 17 años por la dictadura militar.

También se distancia de la autorreferencia territorial: en un intento de comprender mejor las razones de la tragedia, Fernández Meijide pone su mirada en Chile, Uruguay, Brasil y la Argentina, los cuatro países que -bajo sus respectivos regímenes autoritarios y en el marco del Plan Cóndor– coordinaron acciones de inteligencia, persecución, detención y asesinato de opositores.

En el marco del ciclo de charlas gratuitas que organiza el legislativo sanisidrense, la autora se llegó el martes último al recinto deliberativo y brindó una conferencia donde presentó el nuevo volumen e hizo un repaso por los años más trágicos de la historia del país.

 LOS TRES

Fernández Meijide se llegó hasta el despacho del titular del Deliberativo, Carlos Castellano, donde recibió el saludo del Intendente Gustavo Posse. “Es un orgullo recibir en San Isidro a Graciela Fernández Meijide, una destacada defensora de los derechos humanos que ha manifestado en sus libros un relato objetivo de aquellos años violentos de nuestro país”, confió el jefe Comunal a poco de estrecharse en un abrazo.

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APORTE A LA PACIFICACIÓN

 

Por su parte Castellano destacó: “Abordar temas como los que trata este libro es fundamental para construir el presente, el futuro y así trabajar en una Argentina más normal. Esta obra es un aporte a la pacificación, es la mirada de una mamá de un hijo desaparecido, de una luchadora de los derechos humanos pero siempre desde una visión crítica de la violencia política, en todas sus expresiones, y eso es bueno en un país donde en muchos casos, se busca justificar la agresión”, razonó el presidente del HCD.


 

Una vez en el recinto esta abanderada de los Derechos Humanos confesó que lo que la llevó a escribir este libro fue el “darse cuenta de que había un relato oficial que escamoteaba parte de la verdad y ponía énfasis únicamente en la brutal represión que se generó después. Me parecía que considerar que todos los jóvenes de los ´70 eran héroes, era quitarle su condición humana por eso, había que revisar cómo se originó toda la violencia, buscar sus causas y así comprender cómo sucedió lo que no nos tendría que haber pasado jamás”, se lamentó.

 castellano meijide rien

La obra – su tercer trabajo tras “La Ilusión” e “Historia íntima de los Derechos Humanos en la Argentina”- se sumerge en el pasado reciente para intentar comprender por qué los jóvenes se involucraron en la lucha armada y como el Estado y la sociedad actuaron luego para tratar de curar las heridas provocadas.

 

Con acierto, Fernández Meijide remite en el inicio a la Guerra Fría y al triunfo, en 1959, de la Revolución Cubana de Fidel Castro y el Che Guevara. El enfrentamiento entre Estados Unidos y la Unión Soviética sumió al continente americano en un baño de sangre, un hecho excepcional que no se dio en otra parte del mundo.

La oradora realizó un racconto de los distintos gobiernos democráticos y de facto, ancló en la revolución libertadora que derrocó al gobierno de Perón y dio origen a 18 años de proscripción de ese partido.


 

Contextualizando los distintos procesos históricos, Meijide recordó cómo la juventud sesentista, tanto en nuestro país como en el resto del mundo, alcanzó singular protagonismo. Evocó el movimiento hippie, las luchas anticolonialistas y antiimperialistas, la resistencia a la guerra de Vietnam, los levantamientos de Mayo del ’68, por citar sólo algunos ejemplos, donde la los jóvenes se nutrieron desde distintas perspectivas y estrategias y cuestionaron el orden instituido en el mundo.

LOS JÓVENES Y LA TRASLACIÓN EN CADENA

 

Recordó como se formó el ERP, Montoneros, las FAP y las FAR observó que en las clases medias de las sociedades de la región “no estaban mal vistos esos jóvenes que luchaban contra las dictaduras. Había un prestigio”.

 

“Nuestra juventud, sobre todo universitaria, abrevaba en todos los libros revolucionarios; leía a Mao a Ho Chi Ninh, líder vietmanita, a Camus y a los generales de la OAS (grupo terrorista francés) que enseñaba cómo torturar, otros podían ser prolibios. Había una enorme influencia de todo lo que venía de afuera y se lo trasladaba acá como si fuera lo mismo –describió-. Hubo una gran incapacidad, por falta de experiencia política, de no hacer lo que se hizo que fue traslación de cadena. Por ejemplo, Argelia emprendía esa lucha para liberarse de su condición de colonia, Argentina no era colonial; Cuba nunca había tenido democracia, nosotros así fuera débil en el país se votaba, había sufragio universal”, comparó.

 los tres hcd

Ricardo Jorge Pregunta1Dijo que “la carta de presentación de Montoneros se da con el asesinato de Aramburu. No siendo peronistas –resaltó– , sabían que la disputa del poder había que hacerla con masa crítica y el único partido que les ofrecía eso y tenía a su líder proscripto era el peronismo”. No obvió el fuerte trabajo de esa agrupación revolucionaria en todos los sectores de la sociedad porque prendiera su ideario. “Claro no le decían a la gente: cuando hagamos la revolución a ud. le vamos a dar un fusil –explicó Meijide-, los hubieran sacado volando, porque la sociedad no estaba en un estado prerrevolucionario”, advirtió.

Fermandez Meijide afirmó que había una división muy neta y “mucha desconfianza entre el sindicalismo de la resistencia peronista, que más bien era de derecha” y “los Montoneros a quienes siempre sintieron como entreguistas”

 

Reseñó como las FAP (Fuerzas Armadas Peronistas) terminaron una parte incorporándose a los Montoneros al igual que las FAR (Fuerzas Armadas Revolucionarias) que provenían del PC (Partido Comunista). “Fue el punto álgido de militarización de Montoneros. Cuando una organización se militariza se acaba la discusión horizontal y es como un ejercito –diferenció-; de hecho Montoneros era el ejercito de la JP y el ERP el ejercito revolucionario del pueblo”

 

“HASTA LA ELECCIÓN DE PERÓN VIVIMOS UN DRAMA; DESPUÉS, TRAGEDIA”

 

 

Habló de las estrategias de Perón desde el exilio para que no se asentara en el país ninguna posición política fuerte para siempre tener la posibilidad del regreso. Pasó por la revuelta del Cordobazo y el Viborazo queterminaron con el gobierno de facto de Onganía y la Masacre de Trelew, que signa el fin del período de Lanusse y posibilita el retorno de Perón. Bajo la consigna “Campora al gobierno, Perón al poder” en el 73 se impone la fórmula Cámpora-Solano Lima y apenas 49 días después de asumir, Héctor Cámpora renuncia y llama a elecciones para que pudiera participar Juan Domingo Perón.La Masacre de Ezeiza y la lucha interna terminó de definir su futuro y en los comicios triunfa el binomio Perón-Perón con casi el 62 % de los votos. “Al tercer día matan a Rucci –historió-. Hasta la elección de Perón habíamos vivido un drama y después ya fue tragedia. No hubo forma de detener ni a ERP ni a Montoneros”

 

Fernández Meijide no pasó por alto el episodio de la expulsión de la plaza ni tampoco que en el primer mensaje que aparece la palabra “aniquilación” fue en el radiograma que envía Perón al Ejército. “Los vamos a aniquilar y a perseguir, uno por uno”, habría dicho el entonces presidente.

 

El relato del pase de Montoneros a la clandestinidad, el origen de la Triple A, los años de plomo y el país sumido en una inaudita violencia no escapó a su visión.  Sobre la participación de los jóvenes en esa lucha armada, la oradora explicó: “Mi tesis es que no eran héroes, eran seres humanos que tenían buenas intenciones, querían un mundo más justo. Pertenecían a una clase media que se instruía, y que tenía mucho contacto con las ideas de descolonización. Pero ese traslado casi mecánico de procesos que ocurrían en otros países fue un error porque no tomó en consideración cuál era la realidad en cada país. Yo creo que el fracaso del Ché debería haber sido ejemplificador”, soltó.

Dueña de un lenguaje llano, la profesora Fernández Meijide cuestionó la “traslación en cadena”y admitió que la brutalidad del golpe militar que encabezó Videla, impidió durante mucho tiempo la discusión sobre los graves errores cometidos por los grupos armados y en los tiempos que corren “hubo un proceso de idealización de las víctimas”. Un relato acrítico “que solo recuerda ideales y utopías, pero esconde la muerte y la violencia”, como reseña la ensayista Beatriz Sarlo, quien prologó el libro de la docente.

Los testimonios de Ricardo Lagos, Lucía Tapolansky Fernando Enrique Cardoso, Julio María Sanguinetti y la propia Sarlo, entre otros, se suman a las anécdotas personales de la autora que, a partir de la desaparición de su hijo Pablo, comenzó un camino de lucha y búsqueda de justicia.


 

Durante el encuentro, la invitada tuvo un intercambio muy interesante y fluido con los invitados donde respondió a sus dudas y compartió sus experiencias esos días de plomo. Un dato no menor se produjo al epilogar la exposición cuando un asistente, hijo de un marino que había sufrido un atentado en el año 78 a manos de un grupo terrorista, le tributó su agradecimiento a la expositora por tener una visión tan lúcida y sincera que echó luz sobre lo ocurrido en aquellos años.