PASIONES COMPARTIDAS. Puro Polo, Puro Salto. Carolin Mallmann y Carl Facht: Todo por LOS CABALLOS

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23/9/2014. Ella lleva las riendas del Haras Lady Godiva en José Ignacio, Uruguay y por años organizó la Copa Polo Management en Estancia Vik. El evento de tacos solidario más importante de la temporada esteña que solía convocar a renombrados polistas de alto handicap – Adolfito, Lolo Castagnola, los Pieres- con empresarios y celebrities por una buena causa: colaborar con las escuelitas de Pueblo Garzón, en el “Uruguay de Adentro” no tan rutilante como el que convoca el sol y playa. foto haras11Él, en tanto, heredó de su abuela, la pasión por la crianza de los caballos de Salto. En el sur de Santa Fe, levantó su Haras, “La Barrancosa”, símbolo inequívoco en la cría y el hipismo argentino. Caballos como “Ucase”, “Umbrela” y “Uranio” llegaron a competir en Olimpíadas y certámenes internacionales dejando a Santa Fe y a la Argentina en lo más alto. A ambos los unió el cariño por una actividad ecuestre que es sinónimo de elegancia, destreza, buena sangre y una fuente importante de recursos para el país y su gente. “Hay muchas familias –muchas más de las que se piensa- que viven y participan en la crianza del caballo, es una industria” –define Carl y precisa: “Veterinarios, vareadores, cuidadores, los que fabrican los trailers”, forman parte de un mundo poco conocidoen el cual un silencioso y significativo grupo de trabajadores se vincula de uno u otro modo, al colosal engranaje hípico. En esta nota, Carolin y Carl cuentan en qué se diferencian los caballos de polo con los de salto, hablan de sus sueños y de una pasión compartida.  caritas icossi“El amor por los caballos fue lo que nos unió y también lo que origina de tanto en tanto alguna que otra discusión”, revela Carl y sonrie. “Siempre alguno de los dos cree saber más que el otro”, confía y cuenta: ”Se producen competencia por los saberes, pero está muy bueno”. Ella, en cambio, sabe que sin él respaldándola a un costado de la pista, el debut hubiese sido más complicado. Una historia de amor que se nutre en el apego y cariño por esos nobles aliados.

 

 

Flota en el aire un delicioso aroma a pasto y a caballos. La galería del Hípico del Norte ofrece su sombra bajo el sol primaveral de Septiembre que ya empieza a calentar con ganas. Es temporada alta de equitación en el CHN y en la pista de arena del Bajo de Acassuso acaba de apurarse la primera parte del Concurso Oficial de Adiestramiento, fiscalizado por la FEA (Federación Ecuestre Argentina).  

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Tras la ceremonia de entrega de premios y cucardas, los concursantes –en su mayoría amazonas- enfilan con la caballada hacia los boxes. El mate, preferentemente amargo, aún circula de mano en mano, mientras unas cuantas achuras y un jugoso asado se cocinan a pocos metros en una parrilla improvisada. carolin entrenador1 A un costado de “el rectángulo”, Carl Facht y el entrenador, el Lic. Luis Zone ya distendidos aguardan a Carolin. La expectativa del coaching por ver cómo se comportó su alazana tostada, una de sus yeguas preferidas, en la categoría Elemental dio paso a abrazos y felicitaciones. Carolin Mallmann la hacedora del Haras Lady Godiva, allá en la paradisíaca José Ignacio, en Uruguay –donde todos los años organiza el torneo solidario de Polo de Punta del Este cita ineludible de jugadores de alto handicap de la talla de Adolfito Cambiaso y de empresarios como Cristiano Rattazzi y Ernesto  Gutiérrez que contribuyen con las escuelas de Garzón, esas del “Uruguay de Adentro”, como gusta definir al consumado chef Francis Mallmann primo de Carolin-, quedó tercera en su bautismo en adiestramiento.   “Al principio me devoraron los nervios, como si se tratara de un examen. Pero la yegua se portó muy bien. Ella se llama “Mandie” ya había competido y eso me ayudó mucho”, suelta Carolin a poco de acceder a la entrevista ante CONtinta NORTE.  

“Hace unos años hacemos en HG adiestramiento con mi entrenador uruguayo Mauricio Delucchi, a través de él descubrí esta disciplina maravillosa”, añade la mujer que lleva las riendas un emprendimiento que nació en José Ignacio en el año 2006 con solo 8 ejemplares y que hoy cuenta con amplios boxes y en sus 30 hectáreas de praderas, sabe cobijar a un tropel de 40 caballos de diversas razas: Hannoverianos, Lusitanos, Arabes, Pura Sangre, Criollos y Mestizos.  

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Carolin todos los años organiza cabalgatas ecuestres al caer el sol por las arenas esteñas y confiesa que ahora viviendo en Buenos Aires –más precisamente en Zona Norte– se inició oficialmente en adiestramento. “Mi debut en esta disciplina se produjo hoy en el Hípico del Norte que tiene unas maravillosas instalaciones”, relata.   carolin haras“Los caballos son sociables por naturaleza – describe Carolin -, viven en manada y han estado fuertemente ligados al hombre. Su belleza, inteligencia y capacidad de trabajo, pero sobre todo su lealtad y compañerismo para con las personas, los han transformado en un aliado ideal”, cuenta esta amazona que entre caricias, buenos tratos y una voz amigable, aprendió a descifrar los secretos de la raza y el especial lenguaje que saben desarrollar con el hombre.

 

 

HACER CENTRO EN EL CABALLO Y LA SOLIDARIDAD

Lo cierto es que del otro lado del río, esta austríaca, casada con el argentino Carl Facht, madre de dos hijos, pudo cumplir con su sueño de crear un centro ecuestre en donde poder acoger caballos necesitados y vivir en paz con la naturaleza.   El camino hasta allí no fue fácil, costó mucho tiempo y esfuerzo. De adolescente, se  mudó a Alemania donde estudió Turismo e “Eventmanagement”. “Trabaje durante años en agencias de viajes y organización de eventos. Centrada en la vida de oficina, quedó poco tiempo para la naturaleza y el trabajo solidario. Hoy en día, mi sueño se ha hecho realidad con Haras Godiva (www.harasgodiva.com)”, dice al tiempo devela que en José Ignacio brinda durante todo el año clases de equitación para niños y adultos y entrenamiento de equinos además de las cabalgatas por la playa y el campo.

Su actividad en José Ignacio es por demás conocida, ella optó por el mundo delos tacos, el casco y los palenques –recinto sagrado del jugador de polo- y durante tres temporadas consecutivas supo organizar con HG Polo Management torneos solidarios en Estancia Vik.  

“Ahora, he comenzado a mirar a mi alrededor, no quiero quedarme sólo en mi día a día. Gracias a una amiga, comencé a involucrarme en proyectos solidarios y a comprender las necesidades de las millones de personas que nos rodean. Tengo claro que con nuestro aporte, aunque pequeño, podremos ir cambiando el bienestar de muchos”, dice mientras el cronista le recuerda que en sus torneos logró convocar a polistas de la talla de a Adolfito Cambiaso, Lolo Castagnola, los Pieres, empresarios amantes del deporte de los tacos como Cristiano Rattazzi y Ernesto Gutiérrez. “Armábamos el torneo y se subastaban cascos intervenidos por artistas para contribuir con las escuelitas de Garzón. Así logramos comprar materiales, reparar las instalaciones sanitarias de las escuelas, las pintábamos antes que comience el año lectivo allá en Uruguay”, señala.  

El primer torneo remató cascos intervenidos pintados por artistas plásticos locales por demás conocidos como Pablo Atchugarry, uno de los escultores más notables del país hermano. Al año siguiente,se le bajó el martillo a un caballo solidario realizado en metal a escala real, donde los asistentes pudieron depositar su contribución y en la siguiente temporada se armó singular movida en la que “nos acompañaron los mismos artistas plásticos que intervinieron las distintas habitaciones de la Estancia Vik”   “Los Busquet, con el Medellín Polo Club, fueron los precursores de lo que hizo Vik en José Ignacio, y lamentablemente no lo pudieron seguir. Ellos estuvieron muy gentiles cuando le cedieron a Carolin y a su Haras, el personal que se ocupaba de la cancha. Gracias a eso pudimos montar en José Ignacio ese espacio dedicado al polo”, interviene Carl.  

 

EL SEÑOR DE LOS CABALLOS  

El hombre no es ningún improvisado y -por cierto-, de caballos algo sabe.  De su abuela, una gran criadora, heredó su pasión por los caballos de salto. En el sur de Santa Fe afincó su  Haras, “La Barrancosa”, símbolo inequívoco en la cría y el hipismo argentino. “Mi abuela fue una gran criadora de ejemplares que luego se vendían al Ejercito Argentino y llegaron a competir en Olimpíadas y certámenes internacionales, tambíén en los Juegos Panamericanos –cuenta-. De ese haras salió Santa Fe, que fue uno de los mejores caballos argentinos, que participó en dos Juegos Olímpicos. Desde entonces, nuestras crías nuestras llevan como prefijo ‘Santa Fe’”.  

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Carl explica que en “La Barrancosa” han llegado a reunir una tropilla de más de 300 caballos y un establecimiento agropecuario que cobija, además, no poca ganadería. “Hacemos la cría y nos ocupamos de la doma racional”, dice mientras advierte que el engranaje de la hípica sostiene y da sustento a  bastantes hogares. “Hay muchas familias –muchas más de las que se piensa- que viven y participan en la crianza del caballo, es una industria. Veterinarios, vareadores, cuidadores, los que fabrican los trailers”, indica y da cuenta de que  se trata de mano de obra calificada pero además muchos caballos se exportan lo cual contribuye con ingresos a la economía del país.

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“Todo eso es cierto más allá de la función social que cumplen establecimientos como el nuestro tanto en el campo como en la ciudad, aportando los ejemplares que alimentan la actividad ecuestre en los clubes hípicos cuanto en los hipódromos”.  

ENTRE EL POLO, EL SALTO Y EL DRESSAGE  

Mientras la charla con los Facht se desovilla en el Hípico del Norte, en San Isidro, un amigo de estos amantes de lo ecuestre, Adolfito Cambiaso se imponía con “La Dolfina” en el Abierto del Jockey Club que en esta ocasión se apuró en “La Catedral del Polo”, el campo argentino de Palermo.

El avance de ellas en una disciplina tradicionalmente reservada a hombres enriquece la charla.  En efecto, Carolin fue una de las gestoras de que el Abierto de Punta del Este se iniciara precisamente con un duelo de damas en el que ponía en juego la Copa Lady Godiva. Es que las chicas se cansaron de ser meras espectadoras de los partidos que jugaban sus maridos, se cansaron de cebar mate y lustrar botas ajenas y decidieron ensillar sus propios caballos y lanzarse a las canchas. Si bien no son muchas, hoy la tendencia va en aumento y Carolin HG fue precursora.   Consultada acerca de las diferencias entre un caballo de polo y los de salto, Mallmann precisa:  “Los de polo, son polo ponies de tamaño más chico y tienen otro manejo. Las riendas se llevan con la mano izquierda, para tener la derecha libre para empuñar el taco”, grafica. Y al rato aclara: En cambio los de salto tienen más porte, mejores aires y se deben armar bien para sortear las vallas”.

 

 

Como Ana Pereyra, vice del CHNver http://contintanorte.com.ar/2014/09/22/en-el-dia-del-equino-el-hipico-del-norte-tuvo-concurridisimo-concurso-de-adiestramiento-ana-pereyra-no-lo-dudes-el-caballo-humaniza/ –  Carollin entiende queel adiestramiento es la madre de todas las disciplinas, “Si sabés hacer dressages (adiestramiento en inglés o francés) prácticamente podés manejar cualquier caballo. Para cabalgar un ejemplar de salto es muy importante, obviamente, tener conocimientos de adiestramiento, saber del cambio de manos, el de piernas. En dressage vas cumpliendo con las diferentes tablas, avanzando en los distintos niveles hasta el Grand Prix”, especifica.  

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Carl revela que compartir la misma pasión fue lo que los unió y también lo que origina de tanto en tanto alguna que otra discusión. “Siempre alguno de los dos cree saber más que el otro”, admite con humor y cruza una mirada cómplice con su mujer. Ella rápida de reflejos, aconseja visitar el face del Haras La Barrancosa, y dice como si se tratara de una publi que además de cría se dedican a entrenarlos y ejercitarlos en salto. “Ya tenemos caballos nuestros compitiendo en los distintos clubes de equitación”, desliza orgullosa; él no lo duda: “Me parece que esta publicidad me va a salir carísima” y ríe. En fin, costumbres argentinas y rioplatenses, que comparten en el día a día, lo que se dice una familia unida por los caballos