El legado de Tissera. Posse visitó La Casa de Nuestros Mayores, un proyecto de vivienda sustentable. El derecho a una vejez digna
11/9/2014. La obra consiste en departamentos levantados en un condominio que se entregaron en comodato gratuito con usufructo, a 14 abuelos jubilados y pensionados sin vivienda y con bajos ingresos.“Se trata de jubilados o pensionados que cobren la mínima, autoválidos y que no tengan la posibilidad de tener una vivienda ni de alquilar o vivir con un familiar que les dé cobijo”, cuenta Gabriel Langlais, coordinador del proyecto. La Asociación -que preside la incansable Marcela Rocca– tiene otros dos hogares: uno para chicos y otro para hombres y se inspiró para realizar este proyecto social en lo hecho por el padre Troncoso en Tandil y en el legado del mismísimo Tissera. ”Estamos bendecidos porque hay gente generosa que dona para que esto sea posible”, dicen e invitan a participar de este diseño social posible, tangible y sustentable en el tiempo. “Cuánta gente quiere donar a un proyecto concreto que ayude al prójimo –planteó el Intendente Gustavo Posse al recorrer las instalaciones junto a Alberto Expósito y Norberto Erro-. Muchas personas entienden que existe un sentido trascendente en la vida que es el de poder ayudar al otro. Y esta es la oportunidad de sumarse al diseño social que impulsa la asociación”, resumió Posse.
El legado solidario del padre Pablo Tissera, uno de los sacerdotes más queridos de la Zona Norte, sigue latente en no pocas entidades del tercer sector. Una de ellas es una asocación civil que lleva en nombre del curita y que funciona precisamente donde Tissera volcaba sus mejores anhelos: la parroquia Santo Tomás Moro. “El proyecto consiste en ‘hacer algo para nuestros mayores que no sea un geriátrico’ como nos pedía el padre Pablo. Que contenga a aquellos que todavía están activos y que se enferman de soledad. Pensamos entonces en armar una comunidad donde vivan, donde se cuiden entre ellos. Bueno, el padre murió, y quedó ese proyecto que hoy estamos haciendo realidad”, dice Jorge LLorens, otro de los integrantes de esta asociación civil sin fines de lucro e invita a transponer el umbral.
Al otro lado del pórtico, ambientes luminosos, prolijos y sencillos se enhebran dentro de un condomino que contiene a departamentos de uno y dos ambientes, hechos a nuevo, equipados con todo lo necesario y un reluciente y moderno ascensor que ata las dos plantas. La “Casa de Nuestros Mayores” –porque así se llama este diseño social concreto y tangible, está ubicada en la calle Melo 2667, en Florida Este, a cuadras de la Panamericana y a pasos de la vía.
“Se compró el terreno hace tres años con el dinero donado por un benefactor. Demoramos un año y medio en obtener la habilitación municipal e igual tiempo demandó la obra -relata Langlais- También uno de los propietarios anteriores, al conocer el proyecto, realizó una importante rebaja en el precio de la propiedad. En fin, hay muchas historias, es muy lindo todo lo que sucedió en todo el proceso”, dice mientras acompaña al Intendente Gustavo Posse, a su comitiva y a la prensa a recorrer el inmueble que atesora una pequeña gran historia de solidaridad de la que fueron partícipes no pocas personas y empresas que donaron dinero para la construcción.
DEPARTAMENTOS DIGNOS DE NUESTROS MAYORES
Se trata de departamentos impecables equipados con todo lo conveniente. “Son unidades de vivienda de un ambiente y de dos –describe Llorens a CONtinta NORTE– . Las de un ambiente cuentan con cocina, baño y un pequeño comedor. En tanto, las de dos disponen de un dormitorio y una cocina comedor diario y baño, pueden ser utilizadas por una o dos personas”, indica Y Langlais añade que “cada unidad dispone de balcón terraza o jardín privado” y explica que son los mismos abuelos los que se encargan del diseño del parque. “En el fondo quieren hacer una cancha de tejo”, dice ante un mural que rescata la imagen del padre Pablo y el corte del edificio terminado.
Tipo comprometido si los hay, Tissera llevaba las riendas de la Parroquia Santo Tomás Moro de Vicente López donde desplegó una intensa tarea pastoral y desde allí organizaba numerosas acciones en los momentos duros de la historia del país, desde preparar ollas populares que alimentaban el cuerpo y el alma hasta colectas de alimentos y ropas para los habitantes más humildes y necesitados del Norte Argentino. “Este cura nos marcó mucho. Y a los que lo conocimos siempre nos quedó esta deuda de hacer algo para la gente mayor”
Norberto Erro, también evocó la figura de Tissera. “Un día el padre Pablo me invitó a tomar unos mates a la parroquia, cuando llegué estaba confesando y luego me hizo conocer la cocina. Era un desastre, estaba destruida –memora-. Creo que corrían los primeros años de la democracia, me puse en campaña y conseguí un subsidio para levantar una cocina nueva, grande, donde preparaba las ollas populares para aquellos que no tenían para comer. Al recorrerla me llamó poderosamente la atención unos inmensos piletones llenos de huevos duros, prolijamente dispuestos en forma de pirámide y le dije: Pablo, ¿para qué es esto?. ‘No sabés cómo llena a quienes no tienen nada y vienen a buscar algo nutritivo’. Ese era Tissera, un tipo llano, sencillo”, recuerda emocionado.
MODELO DE SOLIDARIDAD, REPLICABLE
Los integrantes de la Asociación Padre Tissera, entidad presidida por Marcela Rocca, una mujer incansable que ha venido luchando por el hospital público a través de la Fundación Hospitalaria que este año logrará la primer camada de enfermeras especializadas en pediatría, sueñan con que esta casa sea un modelo de solidaridad. Una mano tendida a nuestros mayores. Las sociedades antiguas solían dar un rango jerárquico a las personas de edad, con experiencia y eran fuente de consulta. “Esta casa refleja el espíritu y la obra del padre Pablo –dice Erro- Se ha comprado el lote, se ha construido una vivienda digna y se ha encontrado una solución al problema de nuestros mayores. En los tiempos de los romanos y los griegos eran considerados fuentes de sabiduría y se los veneraba, mientras que hoy en día pareciera ser que lamentablemente se los aparta, deja de lado y olvida, como si no formarán parte de nuestra sociedad. Por eso creo que esta es una obra fantástica y esta bueno que un político con proyección como el Intendente Gustavo Posse se ocupe de estos temas”.
A su vez, Posse, admitió que tanto Erro como Alberto Expósitole sugirieron conocer esta obra. “Es un diseño social distinto –lo entusiasmaron-. Cuántas personas mayores están en situación de no tener un lugar dónde vivir. Este es un modelo de solidaridad, de apuesta por los lazos comunitarios, un diseño social posible y tangible que hace a la dignidad de nuestros mayores”
Lo cierto es que “La Casa ..”, ya tiene sus primeros moradores: 14 abuelos con sueños, proyectos y un buen futuro por venir. Los abuelos, jubilados con la mínima, reciben la propiedad en un comodato gratuito con derecho a usufructo, pagando solamente una cuota muy baja por los servicios y gastos comunes. “La misma gente que lleva adelante esta obra – expresa Posse- se dedica a administrar el gasto de los servicios, se preocupa por obtener las exenciones municipales, la quita o reducción de los impuestos de ARBA. Rescatemos gestos positivos como este. Se trata de un diseño practicable y sostenible en el tiempo”, argumenta.
