Los vecinos del Alto marcharon: Martínez pide más Seguridad

4/4/2014. De a poco un compacto grupo de vecinos de Martínez Alto se congregó ayer por la noche en la intersección de Alvear y avenida Santa Fe, para reclamar por más seguridad ante los hechos delictivos que en los últimos tiempos asolan la zona. “No queremos ofender a nadie, pero sí, tenemos el derecho de ser escuchados y pedir por más policías en las calles que se comprometan con su trabajo, necesitamos más cámaras de seguridad y más trabajo de jueces y fiscales que lleguen a sentencias de cumplimiento efectivo”, dijo Viviana Severino con altavoz en mano y en diálogo con CONtintaNORTE confió: “Nos sentimos desprotegidos, nos unimos, trabajamos en el Foro, juntamos firmas pero ya no podemos más”

Las abuelas decían que tanto iba el cántaro a la fuente hasta que al final se rompe. Hartos de robos, asaltos y hurtos a cualquier hora del día un nutrido grupo de vecinos de Martínez Alto se congregó ayer por la noche en la esquina de Alvear y Santa Fe, junto a la confitería Cosdel peticionando por mayor seguridad.

La movilización, que no tenía identificación partidaria alguna y se desarrolló en medio de un clima pacífico –solo alterado por un automovilista que cruzó su auto para impedir el tránsito y los manifestantes se opusieron diciéndole: “no somos piqueteros para avanzar sobre el derecho ajeno”– , se proponía hacer visible la preocupación ciudadana por mayor seguridad y peticionar soluciones concretas a aquellos que tienen responsabilidad en el tema. “La situación es desastrosa. En los últimos dos meses hay cada vez más robos y con mayor carga de agresividad. Hace pocos días hubo un tiroteo en San Lorenzo y Aramburu, cerca del límite con Vicente López, donde resultó herida una mujer policía. A esa familia le entraron por la noche y ya no tiene paz”, detalló Severino.

Robos de neumáticos en los autos que duermen en la calle, bicis, celulares a los estudiantes a la salida de colegios y lo más preocupante: asaltos a casas y comercios con un alto poder de fuego parecerían ser moneda corriente. “En lo que va del año ocurrieron 43 delitos” –contabilizó Ricardo mientras Jorge, otro vecino, evantaba un plano hecho cartel con una suerte de mapa del delito.

“A dos cuadras de acá le secuestraron la camioneta al papá del Kun Agüero que después apareció quemada”, señaló el vecino y dijo que acudieron a la Comisaría Segunda, ubicada en la calle Italia y Alvear y las autoridades los impusieron de la falta de medios. “Hay tres móviles por Comisaría y no cuentan con gente –relató Ricardo-. San Isidro necesita 200 policías y tiene 300, de los cuales no sabemos a ciencia cierta cuántos están en servicio y cuántos con carpeta médica. Si los dividís por los 3 turnos hay 100 policías para cuidar a 300 mil habitantes”, se quejó.

Viviana contó que reunieron firmas pidieron la colocación de cámaras y de a poco éstas llegaron que se ven más patrulleritos de Cuidados Comunitarios que de los de la Policía bonaerense, pero que así y todo la situación es compleja. “No somos expertos en seguridad, ni organizamos marchas, sí somos ciudadanos con deberes y obligaciones y tenemos derecho a manifestarnos en paz cuando algo nos está molestando y nos hace perder la tranquilidad de nuestra familia y seres queridos”, resumió la vecina.

La mujer con palabra pausada leyó un comunicado (ver video), pidió luego a la numerosa entonar el himno y desconcentrarse pacíficamente desandando la calle Alvear hasta la vía del Mitre.

 https://www.youtube.com/watch?v=RFj-OhlAR_w&list=UUS1AZTM9SHukR7Vf3VBfi2w

 

Entre el compacto grupo podía verse a referentes de PRO como Horacio García y Rodrigo Seguín, la concejal Juana Posse, vecina de la zona afectada, su par Carlos Bologna, Marcos Hilding Ohlsson, edil de Convocación por San Isidro y Federico Gelay del Frente Renovador. No faltaron víctimas de la delincuencia como Juan Carlos Blumberg y Sofía Mata, viuda del empresario asesinado años atrás en esa ciudad.

BLUMBERG: “SI UN INDIVIDUO MATA A ALGUIEN, ENTONCES ¿QUÉ HACEMOS?, ¿LO MANDAMOS A SU CASA?”

A diez años de la muerte de su hijo, Juan Carlos sigue bregando por una sociedad con más seguridad. Mientras algunos intentaron desacreditarlo y estigmatizarlo porque decía ser ingeniero y finalmente no lo era, el hombre que encabezó una seguidilla de protestas y logró reunir un millón y medio de firmas clamando por mayor seguridad sigue luchando por la memoria de Axel Blumberg, a través de la Fundación que lleva su nombre.

Poco importa si Blumberg es ingeniero o no, en realidad él como tantos otros fue víctima de la delincuencia que le arrebató un hijo joven, lozano, pleno y desde entonces su hogar ya no es el mismo. Inquieto e indignado desde que se conoció el anteproyecto del Código Penal, Blumberg dice que colaborará en la recolección de firmas para frenar la iniciativa: “Si un individuo mata a alguien, entonces ¿qué hacemos?, ¿lo mandamos a su casa? De todo lo que escuché, 146 artículos reducen las penas, el 82% del Código permite las excarcelaciones”, reprocha.

“El anteproyecto hecho por Zaffaroni es un abolicionismo del Código Penal” –señala y dice que la reincidencia existe en todos los Códigos del mundo y “acá se la quiere hacer desaparecer. En la provincia de Buenos Aires hay un 40 % de reincidencias, pero encima esa cifra no es real porque si a los delincuentes no los atrapan no figuran en la estadística. Además no hay coordinación de datos”, dice el hombre que convocó a especialistas del Manhattan Institute for Police para urdir un proyecto de policía de proximidad o de condado. “Recuerdo que me reuní con los entonces Intendentes Ubieto, Garcia y Posse e Ivoskus y trabajamos sobre la posible creación de la Policía Comunal. Se elevó un petitorio con firmas al ministro León Arslanián y al gobernador Solá pero todo quedó en la nada”, evocó.

En lo que va de ayer a hoy, la situación se agravó sensiblemente. Las muertes en ocasión de robo son más frecuentes lo que habla de un llamativo desprecio por la vida. Para Blumberg la escalada delictiva fue increscendo y como “el ciudadano percibe que desde el Estado no hay respuesta”  apeló a la defensa en grupo- “Estos no son linchamientos –dice- , es sencillamente que agarran a un chorro y lo c.. a palos. Ahora piense Ud como un individuo que le robo a la mujer un Rolex de oro y al otro día sale y encima tiene cuatro entradas en lo que va del año. La gente empezó a actuar porque desde el Estado no hay respuesta. Sólo en Provincia tenemos 77 asesinatos en ocasión de robo.  Hay hechos que son de una violencia inusitada, como el caso de la jubilada que tras ser robada fue matada a golpes, y uno recuerda al ex ministro Aníbal Fernández que hablaba de ‘sensación de inseguridad’, era tomarle el pelo a la gente”, indica.

Enumerando las rebajas de pena que supone el anteproyecto de la reforma, en las cuales se encuentran graves delitos como el homicidio o la comercialización de estupefacientes, Juan Carlos Blumberg exclama indignado: “Esto parecería un proyecto financiado por el narcotráfico. La comercialización de estupefacientes hoy tiene penas de 15 años, la bajan a 6; los sicarios también son pacibles de penas menores. Cultivo y comercialización en pequeña escala no es delito”, asegura

“Si un individuo mata a alguien, entonces ¿qué hacemos?, ¿lo mandamos a su casa? De todo lo que escuché, 146 artículos reducen las penas, el 82% del Código permite las excarcelaciones”, argumenta.

“Hay detención domiciliaria y de fin de semana –prosigue- . Los datos genéticos de un violador no pueden ser utilizados si no lo autoriza el violador, eso dice la reforma. Por suerte Massa se dio cuenta y salió a oponerse fuertemente”

En eso pasa una mujer y suelta: “Estamos cansados” y Blumberg desgrana que se ha abocado a la recolección de firmas para frenar el anteproyecto de reforma.

Las conocidas como leyes Blumberg –peticionadas allá por 2004-  tuvieron buena acogida en Córdoba. “A mí  De la Sota me cumplió en todo: allí existe un banco de ADN que no existe en otro lugar del país – con esa fuente si existiese en la Provincia de Buenos Aires de los 550 mil casos acaecidos en año pasado de los cuales 330 mil quedaron sin culpables, podrían resolverse al cotejar los datos-, también funciona como un reloj el Juicio por Jurados que es fundamental que participen los ciudadanos y acá no se aplica”

En fin el hombre con su dolor a cuestas, sigue bregando por alcanzar mayores niveles de seguridad y recuperar la tranquilidad perdida, pasó una década, poco importa si es ingeniero o no, él lucha por uno de los principales reclamos de la sociedad en estos y en aquellos días.