A 10 años de su desaparición, emotivo recuerdo del cinco veces Intendente en el Hospital que soñó.El LEGADO de Melchor

abrimos busto g mplaca 1

 

4/2/2014. Anécdotas, historias poco conocidas del médico pediatra y político que marcó con su impronta el devenir de su pueblo. Pavimentos, agua corriente, cloacas, desagües, la nueva sede administrhospi edificios 1ativa municipal, la Reserva Ecológica, el Hospital Materno Infantil, túneles como el de Villa Adelina o el de Roque S. Peña, dan testimonio de su obra. El slogan “San Isidro es distinto” fue marca registrada de su gestión y a través de esa prédica distintiva apostó por la salud pública, el deporte, la educación, la tercera edad, la cultura y las obras que hacían a una mejor calidad de vida de los sanisidrenses. “Como buen médico que era aplicaba un criterio sanitarista y todo lo que hacía perseguía un fin social muy fuerte”, contó su hijo, el actual Intendente Gustavo Posse, al tiempo que reveló gestos que hablan de un hombre humilde, llano, solidario, buen amigo de sus compañeros de ruta en el campo democrático que supo resignar protagonismo en función del conjunto. En efecto, Melchor Posse no asistió al acto de apertura del Hospital Central, su sueño más acariciado y por el que tanto había luchado, sólo para no opacar y allanarle el camino a la Intendencia a Gustavo que se presentaba como candidato al frente de un novedoso vecinalismo. “Él nos dio la posibilidad de no etiquetar a la gente por sus turcoideas y desde una concepción amplia, siempre estuvo receptivo a militantes de distintas extracciones políticas. Nosotros entonces nos decidimos a formar un vecinalismo que cobijara a sectores independientes, radicales, desarrollistas, socialistas, justicialistas, conservadores”, evocó el jefe Comunal. “Esos gestos de grandeza no existen en muchas personas –añadió taxativo-. No nos impuso el radicalismo para sucederlo. ‘Sigan con la Acción Vecinal’, aconsejó y decidió no asistir para ayudarnos”. El Dr. Carlos Ares –ex concejal justicialista- describió a Melchor como médico y administrador, la titular de Damas Rosadas, Silvia Díaz habló de su compromiso con las entidades de bien público y Luis Ricardo Jorge, trazó una semblanza del político. Hay algo que aún no reconocemos los sanisidrenses: Melchor hizo mucho por nuestro pueblo pero aún más por el país y, a veces, eso pasa desapercibido” – confiólidiaEl Turco” Jorge y pasó a develar los entretelones de cómo “El Cholo” medió en la asonada carapintada en tiempos de Alfonsín, evitando el alzamiento militar, contribuyendo así a la paz social. Aludió -además- a los sustantivos ahorros alcanzados durante su gestión en la ANSES y su permanente compromiso con el proyecto nacional y el desarrollismo. Ese viernes 31 de Enero, se descubrió una placa al pie de su busto en el Hospital Central y se leyó una emotiva carta de su amigo, el ex legislador, Alfredo Allende en la que rescataba la humanidad, entrega y vocación de servicio de ese hombre de andar tranquilo, campechano, siempre luciendo un infaltable poncho de color marrón y ese particular estilo de estrechar la diestra, como quien da la palabra. Mario Alonso, uno de los secretarios más antiguos de la Intendencia, contó a este medio una anécdota que pintó al Cholo de cuerpo entero: “Un día fue a atender a una criatura a domicilio y cuando terminó de revisarla los padres le preguntaron: ‘Qué le debemos Dr.?’ y Melchor respondió: ‘No me digan que acá hay plata’, tiró y se le dibujó una sonrisa mientras acariciaba la cabeza del chiquito. Ocurre que Posse a muchos pacientes pobres siempre los atendió gratis. El supo defender y poner en valor a los que menos tienen”. Mirá los videos!

 

http://youtu.be/YRYejNngjLg

 

Hay apellidos que son como puntos de encuentro de la memoria colectiva, como fuentes cuyas aguas bautizan a miles con un mismo perfil de identidad. Su sola mención o su apego a un lugar han dejado tamaña huella en la comunidad donde echaron raíces que su sola mención remite al común y a los sueños compartidos. Tal el caso de lo que logró plasmar Melchor Posse en San Isidro. Es más, a poco de su muerte, por su extensa tarea social llovían en la Intendencia solicitudes de infinidad de entidades para imponerle su nombre a tal o cual calle y a su hijo, su sucesor, el Intendente Gustavo Posse –electo por el voto popular-ciertamente la situación lo incomodaba. “No quiero ser el Intendente que le pone a las calles el nombre de su padre”, decía Gustavo con modestia, pero el justo reconocimiento llegó con el tiempo.

 

 

 con vecinos aula

 

“Diez años se viven mucho mejor que en el momento del fallecimiento. Nosotros, no pensábamos en la muerte de Melchor, creíamos –como les pasa a muchos- que la vida era eterna y que nunca iba a dejarnos”, confiesa Gustavo Posse, a poco de comenzar su mensaje y advierte que nada mejor que tributarle el cálido reconocimiento en el Aula Magna del querido hospital público municipal, ése con el que se ilusionó y en el que volcó no poca energía y sus mayores desvelos.

 

Sin duda, la angustia por la pérdida repentina es difícil de digerir, más aún por la tremenda sensación de soledad y el vacío que deja una figura tan potente y carismática como la de Melchor, pero el tiempo todo lo cura y ayudó a restañar heridas y a descubrir que el hombre sigue viviendo en esas grandes y pequeñas cosas que hacen al sentido trascendente de la vida. “Hoy lo vivimos con mucha alegría y resignación cristiana”, añade el Intendente al ingresar en el hall del Hospital Central donde un busto de Melchor, preside ese centro salud que lo evoca y recuerda su nombre. Muy cerquita de ahí, su tía Juana, la hermana suelta: “Me parece mentira que hayan pasado 10 años sin él. Era y es nuestro modelo, todo un referente y lo que hacemos es tenerlo siempre presente para que nos guíe”, dice.

 

 

EL CHOLO DE martín 1SAN ISIDRO. “Amó siempre a su pueblo, San Isidro, y lo atraía todo cuando ocurría en sus 5 ciudades –relata Juana-. Yo era chica cuando comenzó su lucha por la apertura de este Hospital. Aún recuerdo cuando colocó la piedra basal y murió en este mismo lugar cuando estaba casi recién inaugurado por Gustavo. Era un hombre con sueños y los cumplió”, destaca la mujer y da cuenta que como alumno cosechaba calificaciones excelentes. Logró terminar el secundario en tiempo récord: mientras cursaba cuarto año, adelantaba quinto y finalmente llega a rendirlo libre. Así a los 16 y monedas, ingresa a la Facultad de Medicina y -ya con 18 años- y previo al reparto de una publicación que escribía y distribuía por trenes, convoca a la gente y la entusiasma con la política.

 

“No tengo dudas en que a mi viejo había tres cosas que lo apasionaban y tuvo la suerte de poder desarrollarlas: la medicina, la política y la hípica –resume su otro hijo, Martín Posse. Y al rato completa: Desde la función pública trascendió en un montón de obras para el vecino que hoy se ven y se palpan: calles, agua corriente, cloacas. En mucho de lo hecho en San Isidro está él”, argumenta y detalla: “Era chico cuando me llevó a la Municipalidad y recuerdo que una de sus premisas para quienes lo secundaban era: ‘Díganme qué es aquello que falta’ y todo lo que la gente le decía, en la medida que se pudo, lo fue haciendo”, señala.

 gus aula magna

 

Lo cierto es que el viernes pasado en el aula magna se desarrolló un acto por el 10° aniversario del fallecimiento del ex Intendente. Su hijo, Gustavo, junto a familiares, amigos y vecinos le rindieron un sentido homenaje. Seguramente como bien observó el propio Posse santificar a las personas después que ya no están, no está bueno, pero recordarlos en su justa dimensión sí, toda vez que los humaniza y los acerca mediante el ejemplo a las nuevas generaciones

 

 aula magna 22

 

Melchor era una persona activa, de puertas abiertas al vecino, que privilegiaba los intereses de San Isidro. “Así lo conocí. Te atendía sin audiencia. Muchas veces no estuve 100 % de acuerdo con las medidas que tomaba, entonces como presidente de la Junta Vecinal de Las Lomas, le acercaba un proyecto distinto al que él pensaba hacer. Algunos de ellos elaborados por vecinos que eran profesionales y demostraba ser una persona muy receptiva a las propuestas diferentes”,  desgrana María Pilar Roca de Korger. Maruca lo define como “un caudillo conservador de raigambre radical”. El hoy presidente del Concejo Deliberante, Carlos Castellano, quien militó con El Cholo – como se conocía a este rosarino fanático de Newels- desde los 16 años, allá por el 82 en el MONADE (Movimiento Nacional de Desarrollo), lo describe como un seguidor del ideario frondizista, un hombre frontal, querible, “un maestro con mayúsculas” que través de su lucha y esfuerzo logró un sistema de salud publica municipal que es único en Argentina. “No debe hacer muchos políticos, gobernadores o intendentes que llevenmario alonso sus creencias al punto de hacerse atender en el propio hospital que crearon. Melchor murió en el Central”, añade.

 

Mario Salvador Alonso, uno de los secretarios más longevos del staff municipal lo recuerda como “un dirigente único para San Isidro con una capacidad de gestión increíble. Melchor para mí fue una suerte de hermano mayor y amigo, una fuente de consulta. Él se interesaba por las personas más allá de las ideologías, o las creencias que tuviese cada quien. En mi caso personal, me atrapó con su cariño y carisma, me conoció en el Partido Federal de Paco Manrique y al tiempo me convocó para que lo ayudase en la gestión. Ya tengo 27 años trabajando por el partido y a su lado aprendí bastante.  Al poco tiempo, me nombró como director de Ecología, fue el primer municipio que se interesaba en esa temática y el primero también en crear la Reserva Ecológica Municipal, todos sueños de Melchor. El tenia la capacidad de advertir las cosas que venían y hacían al interés de la sociedad y había que atenderlas”, indica. “Alguna vez escuche de labios de un peronista decír que ‘Posse era más peronista que los propios peronistas’”, interviene Martín dando una pincelada de ese espíritu aperturista y aglutinador que supo cultivar su papá el caudillo radical frondizista.

 

http://youtu.be/_RYH3J87-yM

 

Lo cierto es que en el 82, cuando se produjo el debate previo a los comicios del ‘83 sobre las prioridades para los sanisidrenses, Posse puso por delante la apertura del Hospital Central de San Isidro, cuando muchos querían tirarlo abajo, aún algunos referentes del radicalismo y lo comparaban con el Albergue Warnes. Logró marcar diferencias, hasta con aquel boina blanca de Renovación y Cambio con el que competía en la interna ucerreísta por la intendencia y con muchísimos políticos de distintos signos políticos que, a lo largo de los años, no se la hicieron fácil y le negaron los recursos para que pudiese terminar en tiempo y forma ese centro de salud de alcance regional único en la zona.

 ares

El doctor Carlos Ares, un justicialista que trabajó en el antiguo hospital como jefe de terapia intensiva, fue convocado en 1995 por Melchor Posse para poner en marcha el Central, analizando posibles variantes dijo emocionado: “Fue un ser que trascendió el tiempo, un ser abocado a defender al que menos tiene. Tuvo el sueño de terminar este hospital y lo cumplió. Hoy le rendimos homenaje a una persona muy importante de San Isidro, que el pueblo eligió para que lo representara durante muchos años”.

 

EN NOMBRE DEL PADRE. Alonso afirma que el ex Intendente contaba con una capacidad especial para advertir el futuro: “Una vez en el Club Independiente de Beccar, cuando la apertura del Central se dilataba, me dijo en tono premonitorio: ‘Acordate que Gustavo va a poder terminar el Hospital que yo no pude. Era un anhelo de él, que como buen médico, como intendente preocupado por la salud de su pueblo, no podía soslayar. Y asi fue, Gustavo inauguró el Central en nombre del padre.

 

 

“Mi papá fue una persona sensible, trabajadora, alegre y con muchísima vida. Es la historia de alguien que abrazó a la política desde muy jovencito con un hermano que siempre lo siguió. Ese era Osvaldo, una persona muy inteligente, seis años menor, que funcionaba como su contrapeso, el planificador. Él lo acompañó hasta el final, era incondicional. Como su mujer, Clementina, médica igual que él. Ella lo sostuvo desde el consultorio y lo acompañó en su accionar público cotidiano. Son historias de vida y familiares muy lindas porque todas las decisiones que tomó como Intendente lo hizo pensando en las futuras generaciones, siempre mirando hacia adelante”, aporta Gustavo y describe a su antecesor como “un seductor nato, un luchador, un demagogo con las nueras y el ídolo de los nietos”, ríe. Amante de la música ciudadana, Melchor acudía al viejo Tropezón para disfrutar algún tanguito y compartir interminables tertulias con amigos que se extendían hasta la madrugada, como los mitines políticos que organizaba en forma clandestina en La Escuelita, la cual funcionaba durante el facto en su consultorio de pediatría, en Beccar, todos los lunes al caer la noche. Y para finalizar Gustavo brindó tres rasgos característicos que hacen a su grandeza y lo definen:

 

http://youtu.be/BAS-n3fcB3g

 

.- Melchor se la jugaba, “Iba a ver a los amigos que estaban detenidos en tiempos del Proceso. Concurría en su carácter de médico y ex Intendente a sus domicilios en su auto. Así, hacia visibles a las personas detenidas por sus ideas y sabía que al poco tiempo, al blanquear la situación, muy posiblemente podían recuperar la libertad”.

 

.- Su apertura y dejar hacer. “En aquella elección donde nos presentamos con la Acción Vecinal pudo habernos dicho: ‘si uds. quieren seguir al frente del Municipio tienen que estar dentro del radicalismo’, pero nos dio la posibilidad de no etiquetar a la gente por sus ideas y desde una concepción amplia, siempre estuvo receptivo a militantes de distintas extracciones políticas.

 

.- Resignar protagonismo por el conjunto. “Al ver las imágenes de la inauguración del Hospital Central, donde está el obispo Casaretto, mi mujer Fernanda y los chicos Macarena y Melchor Jr, que eran pequeños, podrán advertir que él no estuvo. ¿Saben por qué? Había elecciones en 3 meses y nosotros por primera vez íbamos con un vecinalismo, así que decidió no ir porque no quería tapar con su presencia a quienes en ese momento nos ocupábamos de la gestión. Fíjense qué detalle de grandeza, qué político que lucha por un hospital como su leit motiv, que soporta que durante el facto su ejecución sea suspendida y, finalmente cuando se concreta, decide no acudir para no perjudicar o quitarle luz a quienes debíamos hacer frente a una elección que se presentaba difícil. Esos gestos no existen en muchos políticos de hoy”

 

“Mi padre fue un hombre de la democracia y un ser por demás generoso –remata Gustavo-. Hoy de la raíz de gente como él, del tesón y entrega que volcaron esos precursores, todos podemos gozar de las bondades de un sistema que postula la libertad”

 

Antes de la ceremonia, se descubrió una placa conmemorativa en el hall del Hospital. Luego, en el Aula Magna se proyectó un video con imágenes de la vida de Melchor (ver aparte en esta pag) y los logros que jalonaron su gestión como intendente.