Un rally con historia. Más de 70 joyas sobre ruedas en el Gran Premio Recoleta-Tigre. La tradición no pasa de moda
1/12/13. Es un raid automovilístico que ató el Norte de la Gran Ciudad con los municipios de la Costa Norte y determinó el trazado de la avenida Libertador. No pocos vecinos y turistas disfrutaron de automóviles y motocicletas anteriores a 1920, que arribaron al Museo de Arte Tigre luego de realizar el tradicional recorrido. “Lo más importante es seguir la tradición, hoy recreamos por decimoséptima vez la primer carrera de ruta abierta a través de un trazado que luego se transformó en la Avenida del Libertador”, expresó Alex Daly, titular del Club de Automóviles Clásicos de la Argentina.
El MAT recibió la llegada de la XVII reedición del Gran Premio Recoleta-Tigre, que se inició en 1906 y que partió desde La Biela, en Recoleta. Los vehículos recorrieron la Avenida del Libertador atravesando Vicente López, San Isidro y San Fernando para culminar en Tigre.
Los pilotos y sus acompañantes llevaron el atuendo típico de la época, aportando una nota de color y convirtiendo al Gran Premio en un espectáculo incomparable para los miles de adultos, niños y jóvenes que saludan el paso de los históricos vehículos a lo largo de todo el recorrido. La caravana contó con más de 70 rodados, entre autos y motocicletas, en perfecto estado de funcionamiento.
Al respecto el Director de la Agencia de Cultura del municipio, Daniel Fariña, expresó: “Esta carrera se hizo una sola vez en 1906 y fue la que determinó el trazado de Avenida del Libertador. Simboliza la unión del norte del Gran Buenos Aires y finalizaba acá, en lo que era el Tigre Hotel. Es un encuentro muy colorido y muy bonito que todos los años viene a Tigre y tiene como marco nuestro Museo más emblemático”.
Este Gran Premio fue el primero tipo rally sudamericano y el que permitió trazar la hoy avenida Libertador, sirviendo para construir puentes y el camino para llegar hasta Tigre, donde hasta entonces podía accederse sólo en tren.
En tanto, Alejandro Daly, presidente de la Comisión Directiva del Club de Automóviles Clásicos de la República Argentina, a cargo de la organización del evento que como se sabe tiene su garage en San Isidro, valoró: “Lo más importante es seguir la tradición, hoy recreamos por decimoséptima vez la primer carrera de ruta abierta a través de un trazado que luego se transformó en la Avenida del Libertador. Lo interesante de este año, es que han aparecido un par de autos que antes no conocíamos. No hay mejor lugar donde terminar el recorrido como lo es el Museo de Arte de Tigre”.
Daly explicó que la única restricción es que los vehículos hayan sido construidos desde el comienzo de los vehículos sin tracción animal hasta el 31 de diciembre de 1919.
Para distender la jornada, la Creole Jazz Band, interpretó un amplio repertorio para dar swing y color a una mañana distinta. El público obviamentte disfrutó los jardines del MAT y aprovechó para tomarse fotos junto a los vehículos y a sus propietarios.