Doctorado Honoris Causa a Casaretto. Merecido reconocimiento al trabajo social del Obispo Emérito sanisidrense
Casaretto, O’Donell y Posse
11/10/13. En un acto académico el Superior Consejo Académico de la Universidad de Ciencias Empresariales y Sociales –UCES-, distinguió con el Doctorado Honoris Causa al Obispo Emérito de San Isidro, Monseñor Jorge Casaretto en reconocimiento por su valiosa labor pastoral en el ejercicio de su misión sacerdotal y su contribución al desarrollo de una sociedad más justa y equitativa. Durante el evento – que contó con la presencia del Intendente de San Isidro, Gustavo Posse– , el rector de la Universidad, Gastón O’Donell destacó la labor del obispo emérito en la Comisión Episcopal de Pastoral Social, la presidencia de Cáritas, su participación en la Pastoral de la Juventud, su protagonismo en la Mesa de Diálogo Argentino, los cuales fueron solo algunos de los hitos que denotan la importancia de su compromiso. “Este es una distinción muy merecida porque él siempre trabajó para fomentar el diálogo y buscar concordia”, destacó Posse; en tanto quien fuera pastor de la Diócesis sanisidrense que involucra la región y la zona de islas confió: “Recibo este homenaje con muchísima alegría. Con el intendente trabajamos juntos mucho tiempo y estoy muy agradecido con el Municipio porque a lo largo de todos estos años pudimos mantener una relación cordial y de buen diálogo”,
El intendente de San Isidro, Gustavo Posse, participó de la ceremonia donde la Universidad de Ciencias Empresariales y Sociales (UCES) distinguió con el título de Doctor Honoris Causa al monseñor Jorge Casaretto.
Este título es un reconocimiento que otorgan las universidades a las personas que hicieron un aporte de mérito en el ámbito social y cultural, y que trabajaron para lograr el bien común.
“Este es una distinción muy merecida porque él siempre trabajó para fomentar el diálogo y buscar concordia. Es un hombre que se comprometió para alcanzar el consenso y para que todas las personas participen en pos del bien común”, afirmó Posse ante los académicos, profesores y estudiantes que colmaron el salón.
Los memoriosos recordarán la trayectoria del sacerdote que supo ser ungido coadjutor de San Isidro por el Papa Juan Pablo II, por sugerencia de Mons. Antonio María Aguirre y desempeñó el ministerio en la Diócesis hasta hace apenas dos años atrás. En 1964 Casaretto se convirtió en sacerdote de la Catedral sanisidrense; en 1983 el Papa Juan Pablo Segundo lo nombró obispo coadjutor; y en 1985 fue nombrado Obispo.
“Recibo este homenaje con muchísima alegría. Con el intendente trabajamos juntos mucho tiempo y estoy muy agradecido con el Municipio porque a lo largo de todos estos años pudimos mantener una relación cordial y de buen diálogo”, expresó el obispo emocionado.
En su mensaje Casaretto evocó sus inicios y agradeció a quienes ya no están y fueron sus inspiradores. “No voy a contar la historia de mi vida –expresó el obispo-. Sólo diré que tuve la gracia de encontrarme con grandes maestros, y ya en el Seminario, definida mi vocación sacerdotal, siempre me interesó la vida del país y con fuertes referentes como mi obispo Monseñor Aguirre y mi amigo Monseñor Laguna y tantísimos laicos que me honraron con su amistad, pude vivir mi sacerdocio acompañando a quienes se comprometían por un país más justo y más fraterno. Mi formación y mis maestros me enseñaron a querer la democracia”.
Rescató la tarea de Fray Mamerto Esquiú y más tarde se refirió al rol de la Iglesia los albores de la democracia, no obvió la mediación papal en el conflicto con Chile, abundó en detalles sobre su tarea en la Pastoral de la Juventud y finalmente evocó la ingerencia de la Mesa de Diálogo Argentino, en momentos de la crisis, cuando la institucionalidad del país estuvo en riesgo.
“Creo que la democracia en nuestro país es joven y por ello hay que cuidarla especialmente -aconsejó- . En nuestra historia argentina reciente, se han cometido muchos errores; tenemos que seguir reflexionando sobre ellos para no repetirlos. Pero también tenemos que valorar las personas y los hechos que nos ayudaron a salir adelante, no sólo para agradecer a Dios y a quienes hicieron el bien, sino para profundizar esas acciones que fueron aciertos. Dichas acciones y ejemplos, constituyen una inspiración para las generaciones presentes y futuras”, concluyó.
Casaretto se dedicó a la Pastoral de Juventud por lo que se lo conoció como “el obispo de los jóvenes”, y fue presidente durante dos períodos de Cáritas Argentina. En la actualidad es miembro de la Comisión Episcopal de Pastoral Social y obispo emérito de la diócesis de San Isidro.
Ante a las principales autoridades académicas y administrativas de esa casa de altos estudios. el rector de la UCES, Gastón O’Donell, expuso los motivos por el cual el Superior Consejo Académico de la Universidad lo eligió como candidato para recibir este título y remarcó que fue por su valiosa labor en el ejercicio de su misión pastoral y contribución al desarrollo de una sociedad más justa. Además, destacó que “este es un título que se entrega por motivo del honor, es un reconocimiento a su actividad por el enorme impacto social que tuvo”.
