Parque Municipal Ribera Norte. Posse: “En San Isidro este hito natural y los 5,5 km de costa son un bien social”

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5/10/13. Lo aseguró el Intendente Gustavo Posse al celebrar los primeros 25 años del refugio silvestre, la primera reserva municipal del país creada por su padre, Melchor Posse en Camino de la Ribera , entre López y Planes y Almafuerte, en el Bajo de Acassuso. Es ciertamente, una de las últimas posibilidades de conocer cómo era la costa rioplatense en sus orígenes. posse habla resEste es el último hito Norte del Conurbano y del AMBA que se preserva tal cual es; es uno de los rincones virginales del río de la Plata”, describe entusiasmado Gustavo Posse y da cuenta que con una política pública sostenida en el tiempo, de ese primer refugio natural se pasó a ser el partido con mayor cantidad de áreas protegidas. “Es una huella en la idiosincrasia y la defensa de lo natural muy fuerte que hizo que decidiera preservar también los alrededores del lugar”, confía. Desde Puerto Piojo, 33 Orientales hasta Martínez la matriz verde se va prolongando como una mancha generosa y muestra área protegidas bien definidas como Bosque Alegre o las Barrancas de la Quinta Ombúes y la de la Quinta Pueyrredon. saludo 1 posse prassel 1Un sistema que tiene su corazón en la reserva silvestre y que se replica en los alrededores. “Cuando se codificó se decidió preservar este hito Norte. Del otro lado de la calle comienza la ciudad. Los vecinos hacia el Norte son clubes náuticos cuya característica es ser lugares de muy bajo impacto, buena parte de los animales que están en este lugar se desplazan hacia Perú Beach y hacia el Club Náutico las Barrancas y todos convivimos. Nadie se queja porque un coipo o una nutria esté cerca de la eslora de un velero”, graficó y explicó que fomentando la plantación de árboles y la siembra del junco en la línea ribereña se logró recuperar el perfil costero natural. grupete reserva 1Tenemos 5,5 km de costa, de borde blando, sin tableestacado, ni construcciones duras. ¿Qué se ha hecho aunque parezca una pavada?. Se sembró el junco, plantamos árboles. Esos juncos oxigenan el agua, ayudan a la formación del banco de arena y éste –como no se trata de un río manso sino de un estuario abierto- protege a los parques”. Posse habló del esfuerzo volcado en el lugar por el recordado profesor Juan Carlos Chebez, un naturalista que se desempeñó en la dirección de Ecología y al que lo desvelaba esa impronta distintiva verde que tiene como sello San Isidro. Chebez donó su biblioteca al Municipio y en los próximos meses la comuna levantará un Centro de Interpretación que cobijará a esos volúmenes y brindará la posibilidad  de entusiasmar a vecinos, visitantes y turistas, educadores y niños para que puedan conocer la totalidad del lugar y después recorrerlo. gente reserva 1Por la reserva pasan 1500 chicos por mes. “Cuanto más conoce la gente el lugar, termina internalizándolo, queriéndolo”, dice Posse y no se equivoca. Sin dudas la experiencia de la naturaleza y el aprecio por lo silvestre son necesarios para el desarrollo espiritual y cultural equilibrados y hacen a la matriz conservacionista de un pueblo. “Muchos se preguntarán porqué no hay torres en la avenida Libertador en el tramo que corre por San Isidro porque se actúa en armonía, respetando esta área protegida de nuestra costa –cuenta-. Aquí existe una política de estado que debe trascender el tiempo y nunca permitir que la mano del hombre modifique este lugar y cambie sus características virginales”. El intendente explicó que en esta zona podría haber cientos de edificios con vista al río valuados en millones de dólares. “Pero no nos interesa, preferimos mantener a la zona tal cual está, como un bien social”, resumió. Visitá los videos!

 

 

 

 

 

 

 

No hay ruidos. Apenas el trinar de los pájaros y el golpeteo constante del río contra la costa. El bajo de San Isidro se despierta. A la vera del Camino de la Ribera, entre López y Planes y Almafuerte, se recortan 16 hectáreas que conservan su hábitat natural. Pocos lugares preservan el verdadero aspecto de la ribera rioplatense tal como la descubrieron allá tiempo y hace lejos los primeros colonizadores europeos.

 

 

En la costa de Acassuso, a pocos kilómetros de la Gran  Ciudad, esa que las más de las veces nos sumerge en intransitables avenidas, se encuentra este refugio silvestre, un predio que ofrece una acabada visión de las primitivas flora y fauna marginales, que bordeaban el curso de agua del Plata.

 

 

Los memoriosos recordarán que en 1988 por decisión del entonces intendente Melchor Posse se dispuso la creación a perpetuidad de esa Reserva Ecológica Municipal. Luego, a través de un convenio temporario –celebrado entre la comuna y la Fundación Vida Silvestre Argentina-, se decidió preservar con fines didácticos ese escenario natural. Lo cierto es que cuando esta entidad conservacionistas abandonó esos programas denominados “capítulos”, un grupo de voluntarios entusiasmados por el cuidado ambiental, con el Municipio armaron “Ribera Norte”.

 

Desde 1993, esta entidad tiene como principal objetivo el cuidado del ecosistema del lugar y el desarrollo de un plan de educación ambiental para los visitantes. Además, sus integrantes son requeridos desde los colegios para brindar charlas formativas sobre esta temática.

 

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El viernes último alumnos de escuelas, ambientalistas, vecinos y funcionarios se llegaron hasta el lugar para celebrar los 25 años o las bodas de plata de la reserva, que en realidad, son muchos años más y el intendente lo explicó con claridad: “El proyecto es más antiguo aún lo inició Dios –dijo-. Este es el último hito Norte del Conurbano que se preserva tal cual es; es uno de los rincones virginales del río de la Plata”, definió ante un auditorio en el que se encontraba Mario Alonso, el primer director de Ecología que tuvo la comuna, actualmente secretario de estado y Carlos “El Mono” Prassel (también le jugó una broma por el apelativo con que lo conocen sus amigos), un vecino del Bajo hoysecretario de Producción, Turismo y Medioambiente que vio crecer el lugar.  “Lo importantes es haber podido sostener este proyecto en el tiempo -valoró. Se trata de un refugio educativo. Hace 25 años, en la gestión del Intendente Melchor Posse, por una ordenanza, el Concejo Deliberante declaró a esta reserva como un área conservada a perpetuidad con dos fines; uno el de preservar la biodiversidad del lugar, y el otro educativo, ya que pasan por la reserva 1500 chicos por mes”, cuantificó.

 

 

CULTURA POR DEFENDER LO NATURAL. Rodeado por voluntarios, guardaparques y colaboradores Posse pronunció unas palabras alusivas. “Este es el hito de lo natural, el que preserva la selva del río de la Plata en su estado virginal, el perfil costero, con sus 5,5 km de línea ribereña de borde blando con juncos, el Código de Ordenamiento Urbano que es el esfuerzo de muchísimas personas. San Isidro tiene continuidad respecto a lo que es su idiosincrasia, su historia y hacen a un estilo, un sello urbanístico. Nosotros con educación, respetando la historia de quienes nos antecedieron e impulsaron la idea, aportamos lo nuestro: replicamos este escenario virginal hacia el sur y hacia el norte, cuidamos el entorno, generamos áreas protegidas. Hoy alrededor de la reserva hay ámbitos que la replican y conforman un sistema”, detalló.

 

http://youtu.be/WoFoXjQs15U

 

Posse observó que el Delta del Paraná, avanza unos 70 a 90 metros por año hacia la Capital y su acción sedimentaria contribuye a la recuperación de la costa y el paisaje, pero también se requiere de la mano del hombre para ayudar a la formación de bancos de arena y su fijación con juncos, porque el estuario rioplatense es abierto y la acción de la marejada deposita tanto cuanto lava también.

 

 

 

Con esa política, la reserva Ribera Norte ha logrado derramar su matriz verde, como bien dijo Posse hacia el Norte y el Sur, con el típico paisaje lugareño: sauces, álamos y ceibos poblando una costa rica en parques naturales donde todos los fines de semana los vecinos se entregan a la recreación, el pleno contacto con el río y actividades al aire libre.

 

 

Es un desarrollo armónico donde coexiste lo natural y el esparcimiento. También desde el 2009 comenzaron a sumarse las áreas protegidas en barranca como la de la Quinta Los Ombúes o el Museo Pueyrredon, que reflejan el otro gran mundo vegetal de San Isidro.  El partido contaba en esos macizos con una flora y fauna que era de tipo chaqueño, con especies pequeñas, que necesitan suelos aireados. Allí el agua se escurría rápidamente y existían forestaciones de tala, ombú, algarrobo, con un valor maderero inmenso. Hoy esos sectores han recuperado su ambiente bajo, achaparrado, espinoso y seco, conocido como el Talar o Espinal.

 

EL LEGADO DE CHEBEZ, LOS GUARDAPARQUES Y EL CENTRO DE INTERPRETACIÓN

 

 

En su exposición Posse rescató la tarea desarrollada por el profesor Juan Carlos Chebez, el ambientalista que estuvo al frente de la dirección de Ecología y que supo volcar en vida allí su sapiencia sobre la preservación de estos escenarios naturales. Este lugar en los últimos años tuvo una persona de referencia, un vecino nuestro, un amigo que ya no está el profesor Juan Carlos Chebez. –expresó con afecto-  Nadie pensaba que iba a fallecer tan joven. Él legó su biblioteca con la cual se formó. Para nosotros es un orgullo que nos acompañe su mujer Bárbara, los guardaparques que se formaron con él; acá hay un equipo de guardaparques de excelencia”, dijo.

 

 

El cuerpo de cuidadores está integrado por cuatro jóvenes profesionales recibidos, con titulo habilitante para ejercer esa tarea capitaneados por Willy Briant, todo un experto en la materia. A su vez, recientemente a través de un convenio con la Fundación Perito Moreno, que forma a guardaparques los estudiantes de primero y segundo año de la carrera realizan sus prácticas como pasantes en la reserva y en las áreas protegidas. “Cuando recorran los parques naturales del país los vecinos advertirán que muchos de los guardaparques que se encuentran allí, en esos lugares alejados, hicieron su residencia en el refugio Ribera Norte”, indicó.

 

 

“Tener una reserva implica un gran valor científico, educativo, natural, histórico y cultural”, enumeró Briant, quien instantes antes había entregado a los chicos de las escuelas las tarjetas de la atractiva muestra “Postales Migratorias”, en el Centro de Exposiciones Municipal (ver aparte 25 Años de la Reserva Silvestre. SAN ISIDRO TIENE UNA BUENA HUELLA VERDE http://contintanorte.com.ar/2013/10/06/25-anos-de-la-reserva-silvestre-san-isidro-tiene-una-buena-huella-verde/)

 

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No faltaron palabras de aliento como la de la ambientalista Julie Fortabat, vecina de la zona, de la titular de la Quinta Los Ombúes, la historiadora Marcela Fugardo, o de la Guía de Turismo, Ana Dejean, por demás interesadas.  En la ocasión Posse anunció también la pronta construcción de un Centro de Interpretación en el refugio.  “Se trata de una construcción muy liviana que nos dará la posibilidad de trabajar con los vecinos, visitantes y turistas, educadores y niños para que puedan conocer la totalidad del lugar y después lo recorran”, adelantó.

 

http://youtu.be/wP4xW3GwNJM

 

Por lo demás el Intendente reiteró que “la política del Municipio es decirle NO a los negocios inmobiliarios en esta zona; proteger los 5,5 km de costa de acceso libre; continuar el desarrollo de costa de borde blando sin construcciones duras…”, detalló. Y al rato resumió: “Festejamos un Municipio sin torres sobre la avenida del Libertador, lo que le da una fisonomía muy diferente”. El intendente explicó que en esta zona podría haber cientos de edificios con vista al río valuados en millones de dólares. “Pero no nos interesa, preferimos mantener a la zona como un bien social”, completó

 

Sin dudas la experiencia de la naturaleza y el aprecio por lo silvestre son necesarios para el desarrollo espiritual y cultural equilibrados. Tales vivencias y su media de valores puede ayudar a que disminuyan los efectos nocivos de la masificación, la violencia por el hacinamiento que proponen las grandes ciudades cubiertas de cemento y asfalto y la apatía propias de la vida signada por un mundo artificial. Como bien dice el intendente Posse, se puede ser nacido y criado en un lugar, pero elegirlo para vivir y desarrollar a los suyos es toda una elección que muchas veces hace a una idiosincrasia particular y a la media de valores de una comunidad