Seguridad. Posse entiende que las medidas son “electoralistas”: “Un plan de seguridad debería ser cuestión de estado”

 

 

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clip_image002 (1)13/9/13. “Los gendarmes en forma provisoria no resuelven el problema, hay que mejorar la institución policial con más capacitación, más equipamiento e incentivos laborales (salarios dignos, acceso a préstamos para vivienda, buena cobertura médico-asistencial, buenos seguros de riesgos del trabajo) El tema es que la Provincia y la Nación recuperen las responsabilidades con la policía», desgranó el Intendente de San Isidro, en rueda de prensa al analizar el nuevo plan de seguridad del gobierno que contempla el refuerzo del “Operativo Centinela”, con el envío de más de cuatro mil gendarmes destinados a prevenir el delito en Gran Buenos Aires. Posse deseó que le vaya bien en su nuevo desafío al flamante titular de la Seguridad bonaerense, el ex Intendente de Ezeiza, Alejandro Granados aunque destacó que «hace falta un plan permanente, consensuado, convocando voluntades,  para analizar el mapa del delito y resolver cómo colaborar en una acción coordinada que se sostenga en el tiempo. Y esto no se logra echando mano a soluciones espasmódicas. Estamos hablando de una acción permanente, de entender a la seguridad como un prioritario tema de estado  –argumentó-. Ahora los mandan en fecha electoral sólo por 45 días. Y esto genera un efecto de manta corta, porque no están cuidando las fronteras donde el problema es el narcotráfico”, puntualizó. El jefe Comunal -que fue el primero en alzar la voz hace 15 días atrás describiendo la “crisis” en materia de seguridad en el Conurbano, exponiendo la falta de uniformados para cubrir las cuadrículas-  relató la situación en una solicitada. Fue también quien llevó el tema al último encuentro de la Región Metropolitana celebrado en el YCO.  Allí planteó: “Hay una profunda preocupación desde los municipios de la Zona Norte y de todo el Conurbano. No se cubren las cuadrículas y las terminamos completando con nuestro patrullaje”, ventiló Posse mientras el anfitrión Jorge Macri expresaba que “la seguridad de la Provincia de Buenos Aires está en default” y en coincidencia con Posse reveló que los escasos 300 policías por municipio, debido a las carpetas médicas y otras cuestiones, en la práctica no son tales. En el ínterin, el gobierno recurrió a reforzar la seguridad con gendarmes. abrimos gendarmes estaciónEsta fuerza –se sabe- goza de muy buena imagen entre la gente y más allá de su desconocimiento sobre las características del lugar y la casuística delictiva,tuvo su debut el jueves último al impedir que un grupo de trabajadores tercerizados de las cinco líneas ferroviarias cortaran el riel en la estación San Isidro. “Allí se pudo ver cómo la presencia sobredimensionada de la autoridad evita la irregularidad, la conmoción y la tragedia. Ojalá ese criterio se aplicase siempre, entendiendo que saturando con efectivos los barrios se disuaden los delitos. Una presencia sobredimensionada de la autoridad policial, previene”, entiende el Intendente que fincó buena parte del accionar del exitoso programa municipal de Cuidados Comunitarios –una fuerza que supera el centenar de móviles- en operativos de saturación de patrullaje, cosa de recuperar el control de las calles en los distintos barrios para tranquilidad de los vecinos.

 

 

 

La inseguridad es el tema que más preocupa a los argentinos según las encuestas, el termómetro callejero y esta realidad no escapa a la Zona Norte. En efecto, en oportunidad de inaugurar la remodelada plaza Alsina, el pasado 22 de Agosto, el Intendente Gustavo Posse describía a la situación de seguridad en la Provincia como crítica y preocupante. “Acá en San Isidro estamos sobreviviendo gracias al servicio que brinda el Programa Cuidados Comunitarios. Con los efectivos que hay no se cubren las cuadrículas. No es una cuestión de discriminación, hay 300 policías acá y en el resto de los municipios. En San Isidro –contabilizó– no llegan a cubrir las 35 cuadrículas que deben recorrer”. Y sin más, explicó que en el distrito de los 320 efectivos asignados a la bonaerense, la semana anterior se habían jubilado 11. “Muchos policías se jubilan, otros optan por irse a la Metropolitana y no hay suficiente vocación: es poca plata, mucho riesgo, son muchas horas, ante cualquier presión política son destituidos, es una situación complicada que no es nueva”, indicó.

 

 

CUÁNTOS POLICÍAS EFECTIVOS HAY. A los días, la Municipalidad de San Isidro publicó con firma del Intendente una solicitada en distintos medios de comunicación dirigida al Gobernador Daniel Scioli alertando por la baja cantidad de efectivos de la Policía Bonaerense en el distrito: “hay 309 agentes y se necesitan como mínimo 900”, estimó.

En paralelo, se publicaba un decreto a nivel nacional para crear el Programa Federal de Colaboración y Asistencia para la Seguridad. El control del plan quedaba en manos del titular de Seguridad nacional, Arturo Puricelli,  pero en los hechos, la iniciativa pasó a manos del secretario del organismo, Sergio Berni.  Dos semanas después, el jueves 5, en un acto que encabezó el Gobernador Scioli, junto al mismísimo secretario Berni, se anunció el refuerzo del Operativo Centinela con el desembarcó de 4500 efectivos de Gendarmería en el Conurbano bonaerense de forma escalonada.

 

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Los gendarmes se presentaron en las cuatro centrales de la fuerza en el Conurbano y de ahí los derivaron a los distintos destinos. Pero su llegada a los distritos se hizo sin coordinación local. En la última entrega de Periodismo Para Todos, el periodista Jorge Lanata aportó testimonios y mostró al aire imágenes de gendarmes que viven en municipios del sur del Conurbano en condiciones precarias y sin un pleno conocimiento de la zona donde trabajan. “Acá en San Isidro los gendarmes están en el centro de la ciudad  y por las calles de La Calabria –detalló Posse-, deambulan tratando de reconocer la zona. Pero no saben cuáles son los lugares calientes. Deberían funcionar en forma coordinada con el patrullaje municipal  y con la Policía de la Provincia”, planteó el Intendente sanisidrense.

Posse contó que si bien se enteró por los diarios de la llegada de los efectivos, rápidamente les dio alojamiento en el Campo Municipal de Deportes N 1, en Beccar, “procurando un lugar donde estén cómodos, equidistante y del que puedan salir rápidamente para atender a los distintos puntos de la zona”, detalló.

 

 

 

 

CERROJÓ QUE IMPIDIÓ CORTE DE VÍAS. El jueves, a media mañana, San Isidro parecía una ciudad sitiada. Un camión hidrante, varias unidades de Gendarmería junto a los móviles de los distintos canales de noticias y efectivos policiales y del programa Cuidados Comunitarios en los diversos cruces y pasos a nivel daban cuenta de un fuerte operativo preventivo. Tamaño despliegue, respondía al cierre del perímetro cercano a la estación y sus adyacencias a modo de cerrojo, para finalmente impedir un anunciado bloqueo del servicio ferroviario

 

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Ocurre que, desde temprano, los delegados de un grupo de trabajadores habían amenazado con cortar las vías del Ferrocarril Mitre que cumple el recorrido de Tigre a Retiro. Los manifestantes reclamaban la reincorporación de 200 empleados tercerizados despedidos, el pase a planta y la intervención del Ministerio de Trabajo de la Nación ante la situación de trabajo precarizado. Tras tres horas de tensión, gracias al fuerte acordonamiento y al trabajo coordinado de las distintas fuerzas que impidieron en todo momento ocupar el riel, más el llamado del Ministerio de Trabajo convocándolos a la negociación, los trabajadores depusieron su actitud. Seguramente los manifestantes eligieron San Isidro porque es un lugar muy visible”, arriesgó Posse al tiempo hizo hincapié en un método que tuvo dos virtudes: el accionar coordinado y la elocuente magnitud de la fuerza.

 

 

hidrante“Allí se pudo ver cómo la presencia sobredimensionada de la autoridad evita la irregularidad, la conmoción y la tragedia”, señaló el hombre que siempre vio en la saturación preventiva una buena alternativa para disuadir el delito. Y a renglón seguido, puso como ejemplo, lo acontecido ese mismo jueves, cuando la acción coordinada de la Policía de la Provincia y de Cuidados Comunitarios permitió atrapar a los ladrones que asaltaron el Banco Galicia de Martínez, entre los que se encontraba Marcos Ezequiel Sánchez, de 27 años, prófugo del Penal de Ezeiza y con un frondoso prontuario. “Fue muy buena a la actuación de la Policía y del patrullaje municipal. De las cuatro aprehensiones, tres fueron hechas por efectivos de Cuidados Comunitarios”, valoró Posse.

 

 

 

Ciertamente, esa como otras ideas aportadas por el Intendente como bajar la edad de imputabilidad a los 14 años, muy discutidas en su momento por los sectores “progresistas”, hoy son tenidas en cuenta y propuestas por algún candidato oficialista a las legislativas de Octubre. “Para los que hace 6 o 7 años venimos solicitando que se baje la edad de imputabilidad de quienes delinquen y ver que se apela a esta medida ahora, revela que como el caso de los gendarmes -que pedíamos para reforzar la seguridad en los lugares específicos cuando algún ministro los relevaba de la custodia-, no remite a creencias y convicciones, sino a tiempos electoralistas”, señala.

 

 

DE COMPETENCIAS Y JURISDICCIONES. A esta altura del relato vale aclarar que la Gendarmería nacional es una fuerza de seguridad militar con características mixtas que puede cumplir misiones de defensa nacional y de seguridad interior. En ese marco, fue que reasignaron los efectivos a tareas de seguridad en el Gran Buenos Aires y en un extraño enroque la tarea que éstos desempeñaban en las fronteras y puestos federales, quedaron en manos del Ejército, fuerza que por ley está limitada para actuar.

 

 

“El Ejército tiene la capacidad, pero no el poder de policía; la ley dice que solo pueden actuar en conflictos externos pero no en el territorio –aclaró Posse-. Esta medida puede tener efecto de la manta corta, si los gendarmes no están cuidando las fronteras y el problema es el narcotráfico, entonces el narcotráfico en lugar de estar contenido lo tenemos a escasas cuadras del área metropolitana”. Ante este panorama, Posse concluyó: “Confiamos en que haya una política de estado para recuperar la cantidad de policías de la Provincia de Buenos Aires para poder cubrir las famosas cuadrículas. El tema es que recuperen las responsabilidades la Provincia y la Nación con la policía, que las aprovechen y reformulen un plan de seguridad que no afecte nuestras fronteras, desguarneciéndolas. Las soluciones espasmódicas no sirven; hace falta un plan permanente, consensuado, para que la seguridad sea una cuestión de estado”, reiteró y bogó también porque “exista una masa coparticipable para aquellos municipios que desarrollan la Policía Comunal o -como en nuestro caso- que contamos desde hace años con un Programa como el de Cuidados Comunitarios que contribuye en la seguridad ciudadana”. En buen romance, descentralización con recursos.