¿Cómo evitar y prevenir un ACV?

 

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DOLOR DE CABEZA4/9/13. La muerte de la soprano Florencia Fabris vuelve a poner sobre el tapete el tema de los accidentes cerebrovasculares y plantea un interrogante común: ¿cómo se puede evitar un ACV? El año pasado murieron en la Provincia de Buenos Aires 7.013 personas por esa causa. Cuáles son los grupos de riesgo  y cómo la hipertensión arterial y la adopción de hábitos saludables por parte de la población resultan fundamentales para prevenir un ataque que hoy constituye una de las principales causas de muerte y discapacidad a nivel mundial.

 

 

Las cifras alarman: una de cada seis personas sufrirá un accidente cerebrovascular (ACV) en algún momento de su vida, mientras cada seis segundos muere una como consecuencia de un ataque cerebral y tantas otras vivirán con secuelas neurológicas.

 

El caso de la soprano Florencia Fabris volvió a poner sobre el tapete el tema de los accidentes cerebrovasculares (ACV), que hoy constituyen una de las principales causas de muerte y discapacidad a nivel mundial.

 

En la última década esta cifra se mantiene estable, de modo que las afecciones cerebrovasculares abarcan al 5 por ciento de las causales de muertes en la Provincia de Buenos Aires, detrás de las cardiovasculares, los tumores y las enfermedades infecciosas.

 

Si se comparan las tasas que brinda la Dirección de Información Sistematizada del ministerio de Salud provincial, se comprueba, no obstante, un leve descenso. En 2001 morían por males cerebrovasculares 62,5 personas por cada 100 mil habitantes. En 2011, en cambio, murieron 43,27 cada 100 mil

 

 

EL CASO FABRIS

 

El réquiem es un ruego a Dios por el descanso eterno de las almas. Anteanoche, cuando la soprano entonaba el legendario réquiem de Giuseppe Verdi, ignoraba que, de algún modo, aquel canto era la antesala de su propia muerte. Sin embargo, el caso de Fabris es bastante atípico.

 

Con solo 38 años, la cantante sufrió un accidente cerebrovascular (ACV) hemorrágico por la rotura de una arteria cerebral o aneurisma, que resulta fatal en un tercio de los casos. Los especialistas del ministerio de Salud de la Provincia explicaron que en estas circunstancias, que involucran a personas jóvenes y sin aparentes factores de riesgo, los ACV suelen tener origen congénito, permanecer latente y detonar sin previo aviso ni posibilidades de prevención.

 

El caso de la soprano, no obstante, volvió a llamar la atención sobre estos eventos que aumentan en forma dramática en los mayores de 50 años, por una acumulación de “residuos” en las arterias.

 

“El tabaco, el colesterol y otras sustancias tóxicas que resultan del sedentarimo, sumadas a una alimentación con exceso de sal, van colmando las arterias de una placa que las va a obstruir y, en muchos casos, va a provocar un ACV”, explicó el director provincial de Atención Primaria de la Salud, Luis Crovetto. Y agregó que estas obstrucciones o roturas arteriales desencadenan la muerte de los tejidos, porque no les llega la sangre que es, en definitiva, la proveedora de oxígeno.

 

MAS VALE PREVENIR QUE CURAR

 

En la mayoría de los casos, sí se pueden tomar medidas preventivas contra el ACV: en primer término, dejar el cigarrillo, fuente de nicotina y alquitrán, un verdadero veneno que va minando las paredes arteriales.

 

“Hoy tenemos una ley provincial que contempla espacios públicos cien por ciento libres de humo, porque esto reduce el consumo de tabaco en un 30 por ciento”, dijo el ministro de Salud de la Provincia, Alejandro Collia. Y agregó que “en el país cada año mueren 46.000 personas por su condición de fumadores, muchos de ellos víctimas de ACV”.

 

Por eso, recomendó a los fumadores buscar ayuda y concurrir a los más de 80 centros de cesación tabáquica gratuitos que funcionan en establecimientos provinciales.

 

La actividad física, en tanto, es la mejor herramienta para “destapar” arterias. “Cuando uno se mueve con regularidad por un tiempo prolongado, ya sea en caminatas, clases de gimnasia, natación o cualquier otro deporte, el organismo produce una sustancia, la fibrinolisina, una suerte de “detergente” biológico que limpia las arterias obstruidas”, dijo Diego Torino, director de Patologías Prevalentes del ministerio de Salud provincial.

 

Por otra parte, agregó que la diabetes sin control también es motivo de envejecimiento prematuro de las arterias. Por lo tanto, las personas diabéticas deben concurrir a los controles médicos, hacer ejercicios todos los días y procurarse una dieta saludable

 

Si se tiene en cuenta que el consumo de sodio eleva la tensión arterial, la reducción en la ingesta diaria de sal es una sencilla forma de prevenir esta enfermedad.

 

 

Además de los controles médicos de forma periódica en los que analizando los valores de glucemia y el colesterol se puede advertir si se está en riesgo o no, se puede realizar actividad física en forma frecuente, cambiar el menú si es que las comidas habituales son grasosas o aumentan el colesterol. También se recomienda dejar de fumar.

 

La Organización Mundial de la Salud (OMS) recomienda no consumir más de 5 gramos diarios y en la Argentina, los datos oficiales indican, que se llega casi a 12 gramos diarios por habitante, por lo que es primordial disminuir el consumo de sal agregada en las comidas y cobra suma importancia el compromiso de la industria de alimentos para reducir el sodio en los productos procesados.

 

La edad es otra variable que influye, junto al sexo, ya que los hombres son más propensos que las mujeres.

 

Por otra parte, resulta útil que la población esté informada acerca de los síntomas que pueden preceder a un ataque cerebral, como por ejemplo adormecimiento o parálisis en una pierna o un brazo, dificultad para el habla, problemas en la visión y dolor de cabeza súbito pueden ser señales de la inminencia de un evento, que de ser tratado en forma oportuna disminuye posibles secuelas.

 

El ACV es una afección causada por la pérdida de flujo sanguíneo cerebral (isquémico) o por el sangrado (hemorrágico) dentro de la cabeza y cualquiera de las dos situaciones pueden provocar que las neuronas se debiliten o mueran, ya que sin oxígeno las células nerviosas no pueden funcionar.

 

Las partes del cuerpo controladas por las regiones del cerebro afectadas dejan de funcionar y los efectos de un ACV suelen ser permanentes, ya que las células cerebrales muertas no se pueden reemplazar.

 

Por medio del reconocimiento temprano de los signos de un ataque cerebral y la búsqueda inmediata de atención médica, se pueden reducir las posibilidades de muerte y discapacidad.

 

El ACV tiene tratamiento y en la mayoría de los casos los pacientes mejoran, pero la recuperación comienza una vez finalizado el ataque y cuando el paciente está médicamente estable.

 

El año pasado el Ministerio de Salud de nuestro país calculó que los ACV causan 14.000 muertes al año y es la primera causa de discapacidad permanente en adultos en Argentina.