ATRAPA TUS SUEÑOS. Los Zapp, familia por las RUTAS DEL MUNDO

12/8/13. Los memoriosos recordarán a los viajeros extremos Herman Zapp y Candelaria Chovet -ella vivió toda su infancia y adolescencia en Boulogne, más tarde se afincó en Vicente López y ahora se asentó con los suyos en Cardales- quienes cumplieron distintos periplos con la familia a cuestas por el mundo. “Atrapa tus sueños”,  es su inspiración. Primero encararon su periplo desde Buenos Aires a Alaska, a bordo de un Graham Paige de 1928, toda una pieza de colección con motor original y ruedas con rayos de madera. En esa oportunidad recorrieron más de 70.000 kilómetros para cumplir la travesía. Luego pusieron rumbo a Asia, comenzaron por la isla de Sri Lanka, al sur de la India, atravesaron íntegramente ese país, cruzaron Nepal, Bangladesh, Myanmar, Tailandia, Camboya, Laos, Vietnam y China. Y ahora, están desandando las rutas africanas, Enterate los avatares que llevaron a los Zapp a ser una FAMILIA RODANTE.

HOJA DE RUTA. Hace poco tiempo Herman y Candelaria Zapp, pasaron con sus hijos a bordo del eterno Graham Paige de 1928 por el conocido desierto de Kalahary y marchan con destino a Egipto. “En general viajamos 150 km en una jornada y nos quedamos un par de días haciendo lo que hacen nuestros anfitriones”, describe Candelaria y añade: “Siempre bajamos las bicis y los chicos andan felices, haciéndose amigos por todas partes”.

Por eso y porque permanecen un tiempo limitado en cada lugar dicen que se diferencian de los tradicionales turistas. “Nosotros somos viajeros. Tenemos que ir generando el dinero para seguir adelante –explican- y eso nos lleva a manejar los tiempos en función de las situaciones que se nos presentan. . Por eso también somos más libres para movernos”, revela Hernán.

“Tampoco compramos recuerdos pero cada uno tiene su forma de atesorar lo vivido: el papá a través de la escritura (igual que Pampa y Tehue, los hijos mayores), la mamá grabando videos y los más chicos con dibujos. Paloma hace paisajes y Wallaby garabatos”, confía Candelaria.

Lo cierto es que los Zapp, estos embajadores culturales de lujo, convertidos con los años en una familia rodante ya iniciaron esta travesía por Egipto como aquella de Alaska y de Asia, les enseñará a abrirse a la gente, a pedir ayuda y a vivir el presente en un mundo mucho más real, alejados de los realitys, los escenarios artificiales y el ritmo frenético que impone la sociedad seducida por la escalada tecnológica.

A ellos los acompaña el sol, las gotas de lluvia que golpean sobre el techo del Graham si uno va despacio pero desaparecen al ir rápido, el encanto de sentir la brisa en la cara y de sorprenderse con cada nuevo amanecer en la ruta. En fin, la historia de ellos es real hace a un mundo mucho más natural y en ella se cumple el sueño de todos aquellos que aún, creemos en las utopías.